Triunfo y juego. Parece que tener en el horizonte el premio de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey -el miércoles es el día- hace que los futbolistas vayan recuperando sensaciones positivas para poder competir ante todo un equipo de Primera. Es lo que se desprende, más allá del resultado que evidentemente es muy importante, tras lo visto en El Plantío. El 2-3 fue la recompensa a la solidez defensiva como visitante -aunque hubo dudas durante algunos minutos- y a una mayor lucidez, así como en la pretensión, en su juego ofensivo.
Todo ello pese a las supuestas dificultades por no contar con los dos centrales de las últimas citas, Borja y Julio Rico. Sin embargo, como ya ha sucedido en alguna ocasión, esta UDL te mata cuando menos te lo esperas; en esta ocasión con dos goles consecutivos -Muneta y Paredes- nada más comenzar el segundo tiempo que aturdieron a un Burgos al que le costó reaccionar y que cuando lo hizo no tuvo el acierto -contó con oportunidades para haber empatado- con el que sí contó el cuadro riojano.
Se las tuvo que ingeniar Carlos Pouso para formar una pareja de centrales ante la ausencia, ya sabida, de Borja por sanción y de Julio Rico por lesión -a última hora-. Así que apostó por el que había sido su sostén en la medular en los dos recientes choques: Jacobo y Adrián León. Gallego y cántabro tiraron de oficio para cumplir con nota en esa demarcación. Polivalencia. El que también entró en el once fue Birane Ba, algo que no ocurría desde hacía bastantes jornadas y que no acusó esa inactividad. Pero hubo más novedades, Joel Valencia salió de inicio en detrimento de Íker Alegre, fuera de la convocatoria, mientras que Chevi y Muneta también eran de la partida. Quizá clave para comprender esa mejoría en la propuesta futbolística.
Con esa frescura de piernas y cabeza, el cuadro riojano saltó con predisposición, con actitud y ganas de continuar con su inercia lejos de Las Gaunas. Intenso, presionante y buscando las bandas como recursos ofensivos, los blanquirrojos -el domingo de azul- intentaron pisar área rival de manera continuada. Eso no quita para que el cuadro local avisara, nada más comenzar el duelo, con un remate de Ander Vitoria.
Preparando el terreno
Con Birane Ba haciéndolo fácil y con la aportación en la combinación de Chevi y Muneta, la UDL trataba de hacer daño por los costados con Titi y Joel Valencia. Por esa vía, llegaron dos buenas opciones que finalizaron con dos tiros de Chevi, algo mordido, y de Miguel Santos, que se marcharon fuera. En la primera Titi centró desde la derecha para que Carlos Fernández la dejara para que el madrileño chutara. Mientras que en la segunda, fue Muneta el que la puso desde la izquierda y el lateral diestro el que buscó la portería, sin acierto, del Burgos.
Que los de Pouso mostraba algo más de lucidez en la combinación se evidenció con más opciones, caso del tiro de Joel Valencia desde la frontal en la que Aurreko realizó una gran estirada, y, sobre todo, el golpeo de empeine de Titi que se estrelló en la cruceta, pero por fuera. Dos buenas ocasiones en los últimos 10 minutos de la primera mitad. El Burgos también enseñaba sus dientes, aunque con cuentagotas. Su mejor jugada fue desbaratada por la zaga riojana y eso que Jonatan Valle se zafó de cuantos contrarios le salían al paso, pero su remate lo sacó la defensa visitante.
La segunda parte empezó de manera similar, con un UD Logroñés que quería y un Burgos que no podía. Entonces apareció Muneta. Falta que se juega en corto y el vasco, sin pensárselo, prueba fortuna con un tiro milimétrico a la escuadra, al que ayudó que el balón tocara a un defensor con la cabeza. Tras el gol, el Burgos sacó la raza y forzó un córner. Con lo que no contaba el cuadro burgalés era con que la pelota le llegaría a Joel Valencia que, desde la banda derecha, se llevó la atención de los defensores locales y cedió al medio por donde irrumpió Paredes para controlar y golepar con virulencia batiendo a Aurreko.
0-2 en dos minutos. Se había hecho lo complicado, romper el partido. Ahora había que saber leer el encuentro. Como era de esperar, la UDL retrocedió unos metros para gozar de más espacios y poder salir a la contra para asegurar los 3 puntos. Así llegaron dos buenas oportunidades en las que faltó tanto el último pase como el remate final. Pero era el camino. El Burgos debía reaccionar y era importante que los riojanos no le dieron muchas alegrías, en el juego, a los anfitriones.
Tocaba sufrir
Tras el golpe, los de Ángel Viadero se aferrando a un par de buenos centros desde la banda. En el primero Pepe Delgado lanzó por encima del larguero con sólo Miguel como obstáculo, mientras que acto seguido fue Adrián el que tiro desviado. Era un aviso del peligro local. Algo que tuvo continuidad cuando Birane Ba cometió penalti sobre Quesada a poco menos de un cuarto de hora para el final. Ander Viloria engañó a Miguel y recortó para dar vida a un Burgos que se fue para arriba.
Con el central Quesada prácticamente como '9', el cuadro local apretaba y buscaba el juego directo ante una UDL a la que ahora le costaba pausar el ritmo de juego. Y del posible emapte, Ander Vitoria no supo cómo superar a Miguel, se pasó al defintiivo 1-3. Es el fútbol. Pere Milla la puso de lujo desde la derecha en una falta lateral y Carlos Fernández puso la cabeza para regresar a Logroño con los 3 puntos. Premio al trabajo realizado.
Eso parecía, pero Ander Vitoria aprovechó la pasividad defensiva de los riojanos -Birane Ba dejó pasar un balón- para poner mordiente a los minutos finales. Y tanto porque el bigoleador local tuvo las tablas, pero su remate, con todo a favor dentro del área pequeña, fue al aire. Los nervios aumentaron al comprobar que el Burgos tuvo sus opciones para haber sumado un punto, ya que Pepe Delgado, en el tiempo añadido, pudo igualar la contienda.
Demasiado sufrimiento para un duelo que parecía encarrilado con dos goles consecutivos al inicio del segundo acto, pero en el que un penalti en contra puso emoción. Carlos Fernández parecía cerrar el choque, pero un gol en el minuto 88 de los anfitriones tensionaron a una UDL que sigue tercera en la tabla tras firmar otro triunfo a domicilio.
Burgos: Aurreko; Andrés, Quesada, Odei, Pérez; Rodri, Zarandona (Pepe Delgado, min. 62); Adrián, Jonatan Valle, Sergio Cortés (José Fran, min. 57); y Ander Vitoria.
UD Logroñés: Miguel; Miguel Santos, Jacobo, Adrián León, Paredes; Birane Ba, Chevi; Titi (Álvaro González, min. 75), Muneta (Jordan, min. 88), Joel Valencia (Pere Milla, min. 65); y Carlos Fernández.
Goles: 0-1, min. 49: Muneta. 0-2, min. 50: Paredes. 1-2, min. 77: Ander Vitoria, de penalti. 1-3, min. 84: Carlos Fernández. 2-3, min. 88: Ander Vitoria.
Árbitro: Javier Iglesias Villanueva (colegio Gallego). Amonestó a los locales Sergio Cortés (min. 23), Pérez (min. 25), Jonatan Valle (min. 53) y Quesada (min. 68); y a los visitantes Birane Ba (min. 77) y Adrián Léon (min. 79).