Los trabajadores de Urgencias del Hospital San Pedro han anunciado que suspenden temporalmente las concentraciones que desde hace 24 semanas realizan a las puertas del servicio.
Lo hacen, tal y como han manifestado en una concentración, “con la esperanza y el deseo, de corazón, de que esta suspensión pueda ser permanente” y tras ver una vía de diálogo.
Han relatado cómo, el pasado martes, tuvieron una reunión a requerimiento del gerente “en la que finalmente tanto él como la directora de Enfermería fueron los grandes ausentes”.
En ella, han dicho, el resultado no fue tan productivo como hubiesen deseado, “pero parece que sirvió para abrir, por fin, tras seis reuniones con las distintas direcciones y gerencia a lo largo de estos cinco meses y medio, una vía al diálogo”. Será a través de la formación, “una vez más”, de grupos de trabajo y, como novedad, de gestión de personal.
“Nuestros gestores se han comprometido a continuar trabajando en las mejoras estructurales y en la dotación imprescindible de personal”, han señalado añadiendo que, “aunque no se han materializado todas las demandas, es de justicia decir que lo conseguido se debe al empeño de los trabajadores del servicio de urgencias”, que han “salido todos los lunes desde el 29 de junio ante estas puertas para hacer públicas las carencias y necesidades de este servicio”.
De este modo, han señalado, los trabajadores conceden “un tiempo prudencial para canalizar las medidas necesarias y convertir estos compromisos en realidades que nos doten de las infraestructuras y el personal que hagan de Urgencias un servicio preparado para dar respuesta a cualquier contingencia que pudiera presentarse en la actualidad o en un futuro”.
Han anunciado que se mantendrán vigilantes y evaluarán a finales de enero si los objetivos propuestos se han cumplido. De lo contrario, retomarán sus movilizaciones “y con fuerzas renovadas después de este merecido descanso”.
Han mostrado su agradecimiento a Marea Blanca, sindicatos, medios de comunicación, seguidores de redes sociales, amigos, familiares,
compañeros y a todas las riojanas y riojanos que han creído justas sus reivindicaciones; así como a todos los grupos parlamentarios que firmaron el proyecto de ley, “aunque no se haya llegado a cumplir”.