El gobernador del estado de Alabama, Bob Riley, ha declarado el estado de emergencia tras confirmarse que el vertido de petróleo se aproximaba a sus costas.
“Este vertido supone una seria amenaza a nuestro entorno y nuestra economía”, dijo Riley en una conferencia de prensa convocada para la ocasión. “Nuestras agencias estatales están trabajando con las agencias federales para preparar a Alabama para un desastre natural sin precedentes”, añadió, según recoge el canal de noticias local WHNT.
La fisura submarina dejada por la explosión de la plataforma en el golfo de México expulsa crudo a razón de 5.000 barriles diarios --800.000 litros--, lo que ha motivado un sentir de emergencia nacional y la extensión de la advertencia a los estados de Mississippi, Alabama, Florida y Luisiana, siendo estos tres últimos los únicos que, por el momento, han declarado el estado de emergencia.
Los primeros signos de la marea negra provocada por la destrucción de una plataforma petrolífera del golfo de México comenzaron a llegar este viernes a la costa sur de Estados Unidos por aire. Hasta el estado de Luisiana han llegado pájaros manchados de crudo que se convirtieron en símbolo del que ya está considerado como uno de los peores desastres ecológicos de la historia de Estados Unidos, pese a la movilización de autoridades y Ejército para impedir el avance del petróleo.