Turquía ha dicho sí al cambio. Este domingo, los ciudadanos turcos estaban convocados a votar en referéndum la reforma de su Constitución, la cual ha sido aprobada por 58% de los votantes según datos preliminares extraoficiales difundidos por la cadena NTV y correspondientes al escrutinio del 99% de las urnas.
De esta manera, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y su formación islamista moderada, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), se erigen como los principales vencedores de la aprobación. Además, Erdogan anunció que ahora el AKP comenzará a trabajar en la redacción de una nueva Constitución.
“Hoy ha ganado la democracia turca”, afirmó Erdogan ante sus seguidores en Estambul tras proclamar la victoria del sí en la votación. La Alta Comisión Electoral no hará públicos los resultados oficiales, pero los medios de comunicación turcos, incluida la agencia de noticias oficial, Anatolia, da por segura la aprobación de la reforma constitucional.
Erdogan afirmó que el resultado de la votación supone una derrota para quienes apoyan los golpes de Estado. “El régimen de tutela [militar] es ahora parte de la historia. No se lograrán los objetivos de quienes apoyan los golpes” de Estado, dijo. “Quienes esperan beneficiarse de [...] rincones oscuros, se verán decepcionados”, apostilló.
La principal modificación constitucional, y la más criticada por la oposición, es la variación de los cauces para la renovación de las más altas instancias judiciales, hasta ahora coto privado de las élites laicas.
La anécdota de la jornada la ha protagonizado el líder del principal partido de la oposición turca, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kilicdaroglu, quien finalmente no pudo depositar su voto en el referéndum de reforma constitucional celebrado este domingo debido a una confusión sobre el colegio electoral que le correspondía.
Según explica el propio CHP en un comunicado, Kilicdaroglu no estaba al tanto de los cambios introducidos por la Alta Comisión Electoral, que había modificado la normativa de votación para los miembros del Parlamento de tal forma que reducía los colegios electorales en los que pueden depositar su papeleta.
Satisfacción de la UE
Por otro lado, el comisario de Ampliación y Política Europea de Vecindad de la Unión Europea (UE), Stefan Fuele, ha manifestado su satisfacción por la aprobación en referéndum de la reforma constitucional.
“Estas reformas son un paso en la dirección correcta, ya que acometen varias antiguas prioridades de las medidas de Turquía hacia el cumplimiento de los criterios de adhesión”, afirmó Fuele.
Sin embargo, el comisario pidió más reformas legislativas para garantizar la aplicación de estos cambios constitucionales. “Seguiremos de cerca su preparación”, dijo.
“Compartimos el punto de vista de muchos turcos que consideran que la votación de hoy debe ser el antecedente de otras reformas necesarias para afrontar las prioridades restantes en el ámbito de derechos fundamentales tales como la libertad de expresión o la libertad religiosa”, apuntó.
Fuele pidió también un amplio debate público sobre futuras reformas democráticas “de una forma puntual y con un espíritu de diálogo y compromiso”.