La ONG Save the Children ha hecho público, con motivo del primer aniversario de los ataques israelíes en la Franja de Gaza, este informe que pone de manifiesto la preocupación de los psicólogos que trabajan en la zona.
Estos psicólogos, dedicados a la ayuda a la infancia en Gaza, informan de que muchos niños palestinos de Gaza sufren daños psicológicos continuados a causa del clima de intensa violencia que vivieron durante las tres semanas que duró la ofensiva israelí del pasado diciembre. Estas experiencias se suman además, según el informe de Save the Children, a la situación de bloqueo constante a que Israel somete a la zona.
Las investigaciones llevadas a cabo por el Programa de Salud Mental en Gaza revelan que la mayoría de estos niños palestinos muestra signos de ansiedad, depresión y problemas de comportamiento. Muchos de ellos mojan la cama o muestran también pautas agresivas.
Osama Damo, cooperante de Save the Children en Gaza, declara en el informe que se trata de una nación traumatizada, “muchos de los niños con los que trabajamos no son capaces de dormir por las noches por miedo al regreso de los soldados. Otros lloran a viva voz, confundidos por la idea de aviones y tanques militares yendo a bombardear sus casas.” Damo apunta también en el informe que los pequeños de Gaza “sobreviven bajo niveles extremos de estrés, lo cual supondrá peligros a largo plazo no sólo para su salud mental, sino también para el futuro de la región”.
Save the Children, para paliar esta situación, desarrolla en la zona programas de ayuda psicológica a la infancia, creando “lugares seguros” en los que los niños pueden jugar, dibujar y expresarse. También llevan a cabo proyectos de salud y educación.
El bloqueo dificulta aún más la situación
La organización, que trabaja en la franja desde 1973, denuncia asimismo en su informe que la salud de la infancia de Gaza continuará deteriorándose mientras no se levante el bloqueo sobre la región y se supriman las restricciones para el movimiento de bienes y personas a lo largo de la franja.
En el territorio viven 780.000 niños sin acceso a una buena alimentación ni a unas condiciones de vida adecuadas a su edad. La ONG denuncia que muchos de ellos se encuentran con sus viviendas semi-destruidas, viviendo en condiciones de hacinamiento con familias de acogida o, incluso, habitan con sus familias en tiendas, dónde no pueden protegerse del frío o la lluvia.
El director del Programa de Salud Mental de la Comunidad de Gaza es el Doctor Ahmed Abu Tawanheena, que afirma al respecto: “la idea de que la seguridad y el bienestar de los niños recae en los padres ha sido destruida dos veces en un solo año: la primera, durante el conflicto, cuando los niños vieron a sus padres aterrorizados e incapaces de protegerlos de la violencia. Ahora, bajo el bloqueo, ven a sus padres todavía incapaces de proporcionarles sus necesidades básicas, como comida o cobijo. Muchos niños muestran un sentimiento de abandono por parte de sus padres y por el mundo exterior, y los padres se encuentran luchando con sentimientos de culpa. Se trata de una crisis que amenaza a las familias y comunidades a lo largo de toda la Franja de Gaza”.
Ante esta situación, el principal objetivo de Save the Children, según declara el cooperante Osama Damo, es intentar restaurar la sensación de bienestar y normalidad para los niños palestinos. La ONG les ayuda a recuperar poco a poco la infancia que perdieron a causa del conflicto. Para Damo, para que las cosas cambien, “debe producirse una suspensión inmediata del bloqueo, que permita a los niños recuperarse, y los gobiernos internacionales e isaelí y palestino tienen que actuar de forma urgente para que esto suceda”.