La Unión de Pequeños Agricultores (UPA-UGT) celebra su congreso para elegir a la nueva ejecutiva de la que saldrá reelegido el actual secretario general Eusebio Fernández. Acompañando a los afiliados riojanos está el secretario estatal Lorenzo Ramos que ha recordado la labor que el sindicato lleva a cabo en lugares como La Rioja, región inmersa en una crisis del sector de vino.
Ramos ha reivindicado la necesidad de que la Ley de Calidad Agroalimentaria garantice la rentabilidad de los productores agrarios y ganaderos mediante unos precios mínimos de referencia. El secretario estatal de UPA reclama que los productores puedan sentarse a negociar con las empresas “como cualquier trabajador” para fijar las condiciones del negocio entre las que se incluyan unos precios mínimos.
“El agricultor tiene que cobrar el mínimo para garantizarle sus costes de producción, y a partir de ahí establecer cada margen, porque no puede ser que algunos se estén haciendo ricos a costa de estafar a los consumidores”, ha añadido, para precisar que “muchas veces el precio se multiplica por cinco y por diez lo que ha percibido el consumidor con lo que estamos pagando los consumidores”.
El secretario general de UPA ha indicado que la nueva Ley de Calidad Agroalimentaria contempla cuestiones que “no nos gustan como están recogidas”. Ha precisado que recoge la modificación de la Ley de Contratos, la modificación de la Ley de Interprofesionales y la puesta en marcha de Buenas Prácticas Profesionales, pero “todo está supeditado a que no se incumplan las normas de la competencia, algo que no puede ser”.
Ha precisado que lo que queremos es una Ley de contratos en la que “podamos hablar de todo, también de precios de referencia; que las Interprofesionales tengan la capacidad de negociación; y que se favorezca a las empresas de distribución que respeten unos precios mínimos para el agricultor, y que haya una transparencia en la cadena alimentaria”.
CONTRATO TIPO DEL VINO DE RIOJA
Por su parte, Eusebio Fernández se ha referido al contrato tipo que se está negociando desde la Interprofesional del Vino de Rioja. Fernández ha reclamado la necesidad de los precios mínimos ya que “en los contratos solo contraemos obligaciones sin fjar un precio, nadie puede funcionar con pérdidas indefinidamente”.
Fernández le ha dado la “bienvenida al club” al sindacto ARAG ASAJA por no aceptar los presupuestos de promoción presentados por la Interprofesional de 11 a 13 millones de euros.
Además, el secretario general de UPA La Rioja cree que ha sido una “broma de mal gusto” el contrato tipo presentado por las bodegas ya que la intención de las comercializadoras era retrasar el tiempo que establece la ley de morosidad de 30 días a 3 meses. “Es una tomadura de pelo”. Fernández cree que las administraciones públicas podían “obligar” a las bodegas a aceptar precios mínimos regulando las inversiones que establece la OCM del vino en aquellas que sí que cumplan con los precios.