El Tragaluz es mucho más que una tienda. Marisa García decidió abrir sus puertas el pasado mes de septiembre. Un coqueto local en la calle San Juan número 27 de Logroño en el que poder comprar pero también vender. Como cuenta García, el Tragaluz es una tienda de segunda mano y de ocasión pero también un outlet de marcas reconocidas, complementos, objetos de decoración y alguna antigüedad.
El trueque define perfectamente el concepto y la filosofía del Tragaluz, explica García. “Queremos transmitir a la gente la importancia del reciclaje y mucho más en estos tiempos de crisis. A veces tiramos cosas que, en la mayoría de las ocasiones, tienen más vida. Sacamos del armario ropa que se nos ha quedado pequeña o que ya no nos ponemos pero que está en perfectas condiciones, muebles u objetos que ya no usamos…”. La solución, explica García, está en el Tragaluz. “Todas esas cosas son las que nuestros clientes traen a nuestro establecimiento, las dejan en depósito y, cuando las vendemos, repartimos beneficios de forma que ganamos todos”, apunta.
En cuanto a la clientela del Tragaluz, cuenta García, son personas de un poder adquisitivo medio alto. “Ahora mismo, el artículo más caro que tenemos en la tienda es un abrigo de piel de zorro plateado, un abrigo que está en perfectas condiciones porque antes de poner cualquier artículo a la venta compruebo que su estado sea óptimo. En este caso, consulté con un peletero que me garantizó el buen estado del producto”.
Pero en el Tragaluz hay artículos y objetos para todos los gustos y bolsillos. “La ropa por ejemplo, tenemos prendas de Amaya Arzuaga, conjuntos por unos 70 u 80 euros, ropa de fiesta a partir de 5 euros, vaqueros por 3, faldas por 5 o 6, jerséis a diez euros, abrigos por 30… el término medio son 30 o 40 euros”, calcula.
El Tragaluz, insiste García, es mucho más que un lugar en el que poder comprar o vender. “Queremos que nuestro local esté vivo. En unos días vamos a contar con unos cuadros de un pintor conocido pero también queremos que aquellos artistas que quieran exponer y vender aquí sus obras puedan hacerlo de forma que nos podamos ayudar unos a otros”.
Una fórmula, la del Tragaluz, que funciona porque en tan solo tres meses el local se les ha quedado pequeño. “Ahora mismo estamos buscando otro sitio más grande en el que poder exponer los muebles y los objetos más voluminosos pero sin renunciar a éste de la calle San Juan”.
“Queremos seguir en el corazón de Logroño porque por la calle San Juan pasa muchísima gente y además hemos congeniado bastante con los negocios de alrededor. De hecho hemos adaptado nuestro horario a los horarios de los bares de alrededor. De esta forma abrimos también sábados, domingos y festivos de 12:00 a 15:30 y de 19:00 hasta 22:30 de forma que además de poder degustar unos buenos pinchos, puedas también comprar los reglados del próximo día de reyes”, concluye.