Rafa Nadal hizo buena su condición de número uno del mundo y se clasificó para su primera final del año en el Abierto de Australia, primer 'Grand Slam' del año, al derrotar a su compatriota Fernando Verdasco.
El manacorense disputará el domingo ante Roger Federer su primera final en Melbourne Park al haber remontado ante el madrileño para imponerse por 6-7 (4), 6-4, 7-6 (2), 6-7 (1) y 6-4 después de cinco horas y 14 minutos de intenso partido, que el madrileño cedió de la peor forma posible: con una doble falta.
Semifinalista el pasado año, Nadal volverá a cruzarse con Federer, ante el que presenta un balance favorable de 12-6 y al que venció en las cuatro ocasiones que se cruzaron en 2008 con las importantes victorias en las finales de Roland Garros y Wimbledon.
Verdasco lo hizo todo bien... hasta el último juego. La mejora de Verdasco fue evidente. A lo largo del partido sólo ganó un punto menos (192) que Nadal (193) y parecía que iba a ser capaz de romper el maleficio que provocaba que siempre que se enfrentara a Rafa cayese (seis derrotas en seis enfrentamientos).
En un partido de poder a poder, con tres mangas decididas en la muerte súbita (dos para Verdasco y una para Rafa), cualquier cosa podía pasar en el quinto set, y el público ya se frotaba las manos pensando en el 16-14 que el primer día dejó fuera a Feliciano López. Sin tie break en el set definitivo, el maratoniano partido podía eternizarse. Pero la solidez mental de Verdasco, cual Titanic, hizo aguas en el peor momento. Con 5-4 para Rafa y sacando el madrileño, cometió una primera doble falta que le dio al balear tres bolas de partido. Solventó las dos primeras con eficiencia y buenos primeros saques, pero de nuevo el iceberg de la doble falta se cruzó en el camino imparable de este tenista recuperado en el apartado mental, y con un nuevo error en el saque perdió la opción de disputarle a Roger Federer el Open de Australia, en la que habría sido su primera final de un grande.
Fue un partido a tumba abierta, gas a fondo y el pedal en el piso del coche. Cinco horas y cuarto sin concesiones, puntos para la historia y golpes de maestro. Viendo las estadísticas, te das cuenta de cosas que, quizá, pasaron inadvertidas durante el fragor de la batalla. Por ejemplo, Rafa tuvo hasta 20 bolas de break sobre el servicio de Verdasco, pero sólo pudo convertir 4. El madrileño, en cambio, tuvo muchas menos, 4, pero convirtió la mitad, 2. En contra de lo que se pueda pensar, estando Rafa de por medio, Verdasco casi dobla en 'winners', puntos ganadores definitivos, a Nadal: 95 por 52. Pero claro, en los errores no forzados Verdasco sale perdiendo, triplicando al número 1: 76 por 25. En aces, lo previsto, 20 de Verdasco por 12 de Nadal.
La victoria de Rafa, luchadísima, le lleva a la primera final en Melbourne de su carrera, y a mejorar las semifinales del año pasado, donde perdió con Tsonga. El domingo, ahora, puede pasar cualquier cosa. Federer ya ha levantado tres veces este trofeo y de levantarlo por cuarta vez igualaría, con 14 Grand Slam, a Pete Sampras. Nadal, por su parte, ha ganado al suizo 12 de las 18 veces que han jugado... y ahora el número 1 lo lleva él. Eso, y el ansia por hacer una nueva muesca en su raqueta, influirán en una final en la que puede pasar de todo.