Entre abrazos y lágrimas ha acabado el juicio contra Pablo y Jorge por su participación en la manifestación del 14N de 2012. Concluyen tres días de intenso juicio y cinco años y medio de larga espera. Ha quedado visto para sentencia. La decisión final la tiene la jueza que, a lo largo de estas largas jornadas ha escuchado con máxima atención a una docena de policías, más de quince testigos, dos acusados, un fiscal, un abogado del Estado y dos abogados defensores.
“Al menos ahora ya no tendremos que escuchar más mentiras a la cara”, decía Jorge entre lágrimas a las puertas de la sala de vistas. A sus espaldas, y las de Pablo, quedan casi 18 horas en el banquillo de los acusados tratando de defender su inocencia. En esta última jornada la sesión ha recogido las conclusiones de las partes: la acusación cree el testimonio de los policías y la defensa se apoya en vídeos y testigos para insistir en la completa inocencia de los dos jóvenes.
Un año menos de petición de pena para Pablo
La sesión ha arrancado con una solicitud de rebaja de la pena de prisión para Pablo de un año. El Fiscal ha eliminado el delito de lesiones rebajándolo a faltas y dejando así la solicitud de pena de 6 años y 9 meses en 5 años y 9 meses. El abogado del Estado ha anunciado que se renuncia también a la indemnización económica por los daños provocados en un uniforme.
Un grupo “organizado y muy violento”
Las conclusiones del Fiscal y el abogado del Estado se han centrado en demostrar que se trataba de un grupo “muy violento y perfectamente organizado”, llegando a dividir al grupo en tres categorías: “los que realizan acciones violentas y lanzan objetos, un segundo grupo no menos importante las personas dedicadas de forma sistemática y masiva a grabar las acciones y un tercer grupo el de las personas que en un momento dado pueden dirigir expresiones desmerecedoras del orden hacia los agentes”. Todo ello, en palabras del Fiscal, “con el único fin de alterar el orden y provocar a la policía”.
Tanto el Fiscal como el Abogado del Estado aseguran tener claro que las palabras de Jorge Merino en el megáfono llamando al “boicot, huelga y sabotaje” y a “elevar la tensión social” fueron las que movieron a las acciones más violentas que se produjeron a continuación. Le reprochan incluso no haber llamado a la calma cuando un manifestante lanzó un objeto durante su alocución.
Respecto a las acusaciones dirigidas a Pablo, los dos insisten en que, atendiendo a las declaraciones de uno de los doce policías, fue el quien lanzó la piedra y consideran que se dirigió después de forma violenta a Beneite, siendo consideradas ambas acciones un delito de terrorismo. Consideran probado por las declaraciones de los agentes y las imágenes de los vídeos aportados por la propia defensa, que Pablo agredió al jefe del dispositivo y se opuso a su detención. El abogado del Estado considera que “según los indicios, es altamente razonable” que Alberdi fuera quien tiró la piedra y que se evidencia que después “golpeó con una pancarta de cartón con toda la fuerza de su cuerpo” a Beneite. Asegura además que todas estas acciones violentas “comienzan con las palabras de Jorge Merino”.
Desmontando la acusación contra Jorge
Henar Moreno, abogada defensora de Jorge, ha recordado que a su cliente le piden dos años de cárcel no por lo que hace sino por lo que dice y, por tanto, ha insistido en que los vídeos grabados por la policía fueron eliminados, supuestamente, porque las imágenes eran de mala calidad (a pesar de que fueron grabadas con una videocámara) pero en ningún momento se ha dicho nada del sonido.
Ha vuelto a insistir en que su cliente se encontraba camino del trabajo y posteriormente trabajando cuando se produjeron los hechos, a pesar de que la acusación ha insinuado que, por una cuestión de horarios, podía estar presente todavía durante los primeros momentos de tensión. Moreno ha defendido además el hecho de que algunos manifestantes llevaran la cara tapada al comprobar que la policía les estaba grabando, “igual que muchos fiscales no quieren ser grabados cuando hay cámaras en las salas de vistas, por la razón que sea”.
Endika Zulueta, abogado de Pablo, ha recordado que en su alocución, Merino apelaba al sabotaje hacia el patrón, en ningún caso menciona a la policía. “Le acusan de inducción por pedir que se aumente la tensión social para cambiar el sistema, en un país con más de un 25% de paro yo también estoy de acuerdo en que había que aumentar la tensión social, eso en ningún caso es un llamamiento a la comisión de delitos”.
Desmontando la acusación contra Pablo
Zulueta ha protagonizado buena parte del discurso en esta última tanda de conclusiones. No en vano es el representante del acusado al que se pide una pena mayor. “Todos estamos de acuerdo en que los hechos están sobredimensionados”, ha explicado, “porque los propios hechos en su momento también se sobredimensionaron, han venido policías diciendo que han estado en el País Vasco o en Pamplona y nunca habían visto algo tan violento, y eso no es cierto objetivamente”.
Cree que la la calificación jurídica también está sobredimensionada. “El primer día dijo la jueza que esto no era un caso de asesinato pero a mi cliente le pedían en un inicio siete años, lo mismo que en un homicidio en grado de tentativa”.
Zulueta, con amplia experiencia en este tipo de casos, ha comenzado señalando que pensaba que en esta fase final del juicio se iba a retirar la acusación por falta de pruebas. “Pero estamos en un juicio al revés en el que tenemos que demostrar que nuestros defendidos no han hecho algo”, ha insistido. Ha recordado que han declarado doce policías y once de ellos no han realizado ninguna imputación y que han declarado además 15 testigos “a los que la acusación ni siquiera ha nombrado”.
Considera que la acusación está buscando una condena únicamente “porque lo dice la policía, pero los policías no enjuician en un Estado democrático”. Asegura estar de acuerdo con que aquel día hubo disturbios, “pero aquí estamos juzgando si una persona indujo a esos disturbios y si otra agredió a la policía”. “Ni siquiera la conocida como Kale Borroka estaba tan organizada como tratan de hacer ver de este grupo de la CNT”, ha continuado.
Cuando la esencia marca la existencia
Ha demostrado además que existe un parte de lesiones hacia Pablo Alberdi por poli contusiones en comisaría y en los calabozos del juzgado, “y ahí tenía que haber entrado la Fiscalía de oficio, me sorprende que no lo hayan investigado cuando existe un parte de lesiones, pero no lo hacen porque no es la versión de la policía, de hecho aquí se ha ido cambiando la versión en función de lo que iba diciendo la policía sin ningún rubor”.
Ha insistido en que Beneite fue premiado por estas acciones, siendo nombrado jefe de la Policía Local de Logroño, “tal como se reconoce en el discurso de la persona que le nombró (en referencia a la alcaldesa, Cuca Gamarra)”.
Considera que “si no fuera por la gravedad de las penas que piden y el tiempo que llevan con este proceso y la presión sufrida, ese delito de atestado sería de chiste”. Se pregunta cuándo dice Beneite la verdad ya que en el atestado dice que Pablo le tiró un globo de pintura y en el juicio ha dicho que fue un cartón (según lo ha visto en los vídeos). “En algún lugar miente”. Ha recordado además que Beneite afirmó que había mandado detener a Pablo porque le lanzó un globo de pintura rosa, “que ahora ya no existe”, mientras que otro policía afirmó ser él mismo quien decidió detenerle porque sabía además que era el que había tirado previamente la piedra.
También ha tratado desmontar la acusación señalando que la agresión realizada con una piedra en la pierna de un policía, que se le atribuye a Pablo, se sitúa en el tiempo después de la detención de este.
Las penas
El Ministerio Fiscal ha rebajado, en sus conclusiones, en un año la pena para Pablo Alberdi al cambiar el delito de Lesiones, por tirar una piedra, a falta de Lesiones. Le sigue considerando culpable de un delito de Atentado con medio peligroso y otro de Desórdenes. Le pide 5,9 años.
A Jorge Merino le cree culpable de un delito de Desórdenes como inductor y le pide dos años.
El Abogado del Estado también, con respecto a Jorge, ha añadido una petición subsidiaria del delito de Atentado en concepto de inductor, con pena de un año. Esto es, le pide a la jueza que, o bien le declare culpable de un delito de Desórdenes Públicos (para el que siempre ha pedido tres años) o bien de Atentado en concepto de inductor.
Las defensas piden la absolución y niegan las acusaciones. Al inicio del proceso había un tercer investigado, que decidió reconocer un delito de desórdenes públicos con seis meses de prisión sustituidos por multa de 720 euros.
Se ha referido los prejuicios de Beneite calificando a los manifestantes como “los normales y los de la CNT” y señalando “sin ningún rubor que conoce a las personas que van a las manifestaciones, ¡qué miedo!”. Ha acusado directamente a la Policía de comenzar el desorden público. Todo esto para demostrar que en todo momento “ha habido presunción de culpabilidad y no de inocencia”.
“Me parece oir al jefe de la brigada político-social de los 70: estoy controlando a los rojos”. Cristina Almeida sobre Beneite.
Recuerda el abogado de Alberdi que el único agente de policía -de los doce que han declarado- que le señala como autor de la pedrada, le reconoce por ser alto, delgado y llevar una cazadora negra y un pantalón de camuflaje (cuando el pantalón de Pablo era vaquero). “Las acusaciones le creen a pies juntitas porque es un policía, ¿le debe creer usted? (dirigiéndose a la jueza), por supuesto que no”.
“Cuando empecé a estudiar en el 81 no podía imaginar que casi 40 años después me iba a ver en un juicio defendiendo la presunción de inocencia. Ha sido un juicio tenso para todos pero sobre todo para los acusados y sus familias que se han visto mediatizados durante todo ese tiempo y con eso van a cargar durante toda la vida. Se les acusa de unos hechos que no han sucedido, no han querido aceptar un acuerdo que conllevaba su no ingreso en prisión por una cuestión de dignidad, ante ello por mi parte todo el respeto y admiración a ellos y sus familias”, ha concluido.
Las últimas palabras de los acusados
Pablo ha declinado utilizar su último turno de palabra. Jorque si se ha levantado y con voz temblorosa ha cerrado este complicado proceso judicial: “Han sido años muy duros, incluso firmando cada 15 días, durante tres años me pidieron nueve años de cárcel. Me siento muy representado por la defensa que nos ha defendido con toda la veracidad. Muchas gracias”.
Tras esto, poco más que añadir. Un largo abrazo entre los dos acusados, lágrimas entre varios de los asistentes y llanto sin consuelo de Jorge que rompía así la tensión de estos días, de estos años. Aplausos entre la lluvia y un juicio visto para sentencia.