Once artistas se borran de una exposición del Ayuntamiento de Madrid sobre la revista M21 por “obviar” sus orígenes
Once de los 70 ilustradores cuyas obras formaban parte de la muestra de CentroCentro M de Eme, de paseo por Madrid se han rebelado contra la exposición. La exhibición es un recorrido por la capital a través de los dibujos de la revista municipal nacida en 2017 como hermana gemela de la radio local que el Gobierno de Almeida cerró abruptamente cuando llegó al Palacio de Cibeles. Los creadores consideran que la selección de obras omite el “espíritu crítico” de la primera etapa y trata de borrar su vinculación con la radio. Por eso han solicitado que sus ilustraciones se retiren.
El espacio municipal CentroCentro las sacará de la exposición el próximo lunes, confirma a este medio una portavoz de Madrid Destino, la empresa pública que gestiona los centros culturales de la capital. Las críticas de los artistas han empujado también a la comisaria de la exposición y coordinadora de actividades del centro, Tevi de la Torre, a rectificar para incluir a posteriori los nombres de los fundadores de la revista en el texto explicativo para los visitantes.
Para Jacobo Rivero, exdirector de la publicación y de la radio, y Enrique Flores, excoordinador de ilustración, la muestra “da una imagen errónea de una revista que tenía un claro contenido social”. “Han elegido las ilustraciones más inofensivas y bonitas, los dibujos más cuquis”, lamenta Flores, que critica el giro editorial que dieron a la publicación los nuevos responsables. “Alteran su filosofía, aquí se hablaba de desahucios, de gentrificación, de AirBnb... Pero están en su derecho de montar Roberto Alcázar y Pedrín”, ironiza. “La idea con la que creamos la revista de cómics era hacer algo abierto a lo que pasa en Madrid con la libertad de contar la ciudad desde abajo, no desde arriba”, añade Rivero, que considera que la exposición “forma parte del relato” para “borrar todo lo que tiene que ver con la radio M21”.
Tevi de la Torre, coordinadora de actividades culturales de CentroCentro, asume su “error a la hora de contextualizar la revista” pero asegura que la exposición no es una retrospectiva sobre la publicación sino que se trata de un “paseo” por la capital mediante sus ilustraciones. “No me di cuenta de que las heridas de la radio se iban a reabrir. Espero que con la modificación la exposición pueda continuar su curso”, dice en conversación con elDiario.es. De la Torre niega que haya un “sesgo político” en la selección de las obras ni intervención del Ayuntamiento en el proceso. “Informamos a la Concejalía de Cultura de que esta exposición era parte de programación pero nadie me ha dicho nada particularmente. Escogí las que quise”, añade.
David Rubín es uno de los viñetistas que se ha desmarcado de la exposición. “Mi sorpresa fue enorme cuando vi que se obviaba no solo a nombres clave, sino que se omitía todo lo que tenía que ver la anterior etapa. No se da una visión justa ni honrada de lo que fue ese proyecto”, argumenta al otro lado del teléfono.
El creador hizo la portada de uno de los últimos números con una Gran Vía futurista y critica que hay un viraje en el contenido que deja por el camino “el espíritu crítico y combativo con el que nació”. “Esta revista ponía sobre la palestra temas para debatir, ahora se ha convertido en una publicación para turista sobre qué bonito es Madrid. Las ilustraciones están muy bien ejecutadas pero son sobre un Madrid, a mi entender, idealizado”, abunda.
Más Madrid ve tras esta polémica un intento de “invisibilizar el trabajo profesional y concienzudo de quienes iniciaron M21”. “Debemos honrar los principios. Tanto los éticos como los de los proyectos que ahora siguen iluminando el ecosistema cultural”, apuntó la concejala Pilar Perea a través de Twitter.
La corporación de PP y Ciudadanos decidió mantener viva la revista rebautizándola con el nombre de eme21mag y relevando a sus directores. La edición actual depende de la dirección de Comunicación de Madrid Destino, que ocupa Marisa Gallero. Sin embargo, de la radio M21 no queda ni rastro. De internet se han borrado todos los archivos y la web es ahora una página sobre “cómo decorar la oficina con papeles pintados de diseño”. “Es increíblemente alucinante que hayamos perdido todo el archivo radiofónico. Afortunadamente hay gente que ha guardado los de sus programas pero a nivel de consulta pública quedó eliminado”, señala Rivero.
Los estudios principales del Palacio de Cibeles se han convertido en un almacén, aunque los extrabajadores no saben qué ha hecho el Ayuntamiento con los equipos. Un autobús cedido por la EMT que se usaba para hacer radio con niños “está vandalizado y abandonado en las cocheras”, según el exdirector de la emisora.
El espacio que dejen las obras retiradas se quedará vacío a partir del próximo lunes. Será “evidente”, dice la comisaria, “que faltarán autores”. 11 de los 70 participantes, el 15%, se han desmarcado de la muestra.
5