El Ayuntamiento de Madrid gobernado por Manuela Carmena presume de acuerdo para la Operación Chamartín. También presume de que ese acuerdo alcanzado con el Ministerio de Fomento y DCN (formada por BBVA y la constructora San José) va a tener el mayor consenso “nunca visto antes” en el Pleno municipal. Cuentan con el apoyo del Partido Popular, PSOE y Ciudadanos para el nuevo proyecto pactado para el desarrollo del norte de la ciudad. Mientras, las dudas surgen en el seno de Ahora Madrid. Desde el equipo de Gobierno presumiblemente saldrán los únicos votos en contra al proyecto pero, ¿serán tres, seis o nueve concejales los que se opondrán? ¿Puede haber pleno apoyo al plan?
El Gobierno de Carmena ha puesto fin a 25 años de bloqueo de la Operación Chamartín. El acuerdo anunciado este miércoles supone un hito: un gobierno de izquierdas ha logrado desencallar el proyecto que el Partido Popular no ha logrado sacar adelante durante más de dos décadas gobernando en la capital. Las críticas al ahora denominado Madrid Nuevo Norte no se han hecho esperar y asociaciones de vecinos y Ecologistas en Acción ya han valorado como negativo el acuerdo.
Pero tampoco han faltado las críticas de formaciones políticas que integran Ahora Madrid. Este jueves Izquierda Unida ha hecho público un comunicado en el que se posicionan en contra del proyecto: “Como parte del Gobierno municipal no podemos suscribir una operación urbanística centrada en el desarrollo del negocio de DCN y Adif y alejada de las necesidades reales de los distritos afectados y del conjunto de la ciudad”.
El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, anunciaba este miércoles en una entrevista en eldiario.es que el Ayuntamiento “pondrá las 4.000 viviendas públicas de la Operación Chamartín en alquiler social para los más vulnerables”. Una afirmación que IU ha rebatido en su comunicado recordando que la voluntad de este Ejecutivo “no está garantizada y depende de los criterios políticos de los próximos gobiernos municipales”.
Fuentes de la formación de izquierdas aseguran a eldiario.es que “en caso de llegar el proyecto a Pleno” los concejales, un total de tres, “votarán en contra”. Desde la otra parte del gobierno municipal dudan de que eso vaya a ser así, teniendo en cuenta la proximidad de esta votación a las próximas elecciones municipales. “Cuando llegue el momento y se entienda que se puede poner en peligro la confluencia, se lo pensarán, pero Izquierda Unida y todos de los que se duda qué van a hacer”, aseguran a este diario.
Desde el equipo de Gobierno dudan de que Mauricio Valiente, el único edil de IU en estos momentos en Junta de Gobierno tras el cese de Carlos Sánchez Mato, vaya a votar en contra. “Lo apoyará en la Junta y en el Pleno”, afirman.
El otro sector en Ahora Madrid más crítico con la Operación Chamartín, Anticapitalistas, que integra Rommy Arce, también se ha posicionado en contra. Al igual que IU, consideran que el plan solo responde a los intereses de los promotores privados. El voto de Arce, por tanto, también está en discusión. Junto a la edil de Anticapitalistas, están también los concejales Pablo Carmona y Montse Galcerán, que provienen de la Fundación de los Comunes, y que junto a Arce se han posicionado normalmente en contra de las operaciones urbanísticas. Si estos tres ediles votasen en contra, sumarían junto con IU seis votos negativos de Ahora Madrid a la Operación Chamartín.
¿De dónde saldrían los otros tres votos en contra que faltan para llegar a nueve? De los M129: Celia Mayer, Guillermo Zapata y Javier Barbero. Es el otro sector que en el preacuerdo de julio, alcanzado entre el Ayuntamiento, Fomento y DCN, se posicionaron en contra, aunque en estos momentos la apuesta es que estos tres ediles apoyarán el plan. “Las elecciones están muy cerca y no van a querer caerse de las listas”, aseguran desde el Gobierno de Ahora Madrid a este diario.
La Operación Chamartín será la última votación más importante del Ayuntamiento de Madrid antes de los comicios de 2019. Sin estar despejada la incógnita de qué hará la alcaldesa Manuela Carmena y con las negociaciones entre las diferentes formaciones para repetir la confluencia sobre la mesa, esta votación significará la escenificación de la fractura, que adelante lo que puede pasar en la candidatura dentro de un año.