Madrid tiene desde hoy una línea de autobús gratuita cero emisiones. Es una experiencia pionera en la ciudad y también en España y ha sido presentada por el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, en un gran acto con el consejero de Transportes que le sirve para el pistoletazo de salida a su polémica estrategia contra la contaminación: Madrid 360. “Aquí empieza el futuro de la sostenibilidad en Madrid”, ha proclamado Martínez-Almeida ante las críticas de los ecologistas, que lo consideran un “ejercicio de propaganda”.
La nueva línea transitará entre el intercambiador de Moncloa y Atocha con 10 vehículos y una frecuencia de entre siete y ocho minutos. El servicio estará funcionando a partir de las cuatro de la tarde de este martes. Los viajeros que tengan abono transporte tendrán que validarlo; y a los que no se les expedirá un título para controlar también el número de pasajeros. El Consistorio calcula que se subirán a los autobuses unas 13.000 personas al día, más de cuatro millones al año. El coste es de 2,2 millones de euros y el recorrido abarca unos nueve kilómetros con un tiempo estimado de viaje de 30 minutos. Los buses pasarán por el Paseo del Prado, Cibeles, Alcalá, Gran Vía y Princesa hasta Moncloa. Y lo mismo en sentido inverso. El primero saldrá a las 7:00 h en cada una de las cabeceras, hasta las 23:30 h en Moncloa y las 23:00 h en Atocha.
El regidor ha admitido que una de las principales “virtualidades” de la nueva línea es que aumentará el “acceso de los ciudadanos a Madrid Central” para reducir el “castigo de los empresarios” que, a su juicio, ha generado la zona de bajas emisiones. Colectivos ecologistas como Greenpeace interpretan que esta medida “responden a las quejas de los comerciantes del centro” y no a las “necesidades de los vecinos”.
“Que sean líneas gratuitas es un ejercicio de propaganda porque no servirá para captar viajeros del coche y en cambio restará a las líneas normales”, señala Adrián Fernández, responsable de Movilidad de Greenpeace. El Ayuntamiento no ha aportado datos sobre el número de personas que podrían dejar de utilizar el coche privado con este nuevo servicio y ha admitido que es plausible que viajeros de otras líneas de pago se pasen a la gratuita. “Todo lo que sea fortalecer el transporte público, al margen de que pueda absorber otras líneas, es dar más inventivos para que no se usen métodos privados”, ha defendido.
La mayor parte de las paradas de la línea, llamada 001, ya cuenta con transporte público operativo. No son zonas sin cobertura. Más bien al contrario, puntos muy cubiertos no solo por autobuses sino también por líneas de Metro. Esta es otra de las críticas de algunos colectivos.
La ciudad está empapelada desde este lunes con publicidad institucional que informe de esta nueva línea. Tendrá un color más claro en las marquesinas para evitar confusiones con otras, como la 1, que además coincide en trayecto.
Trabajadores de la EMT aseguran que, para poner en marcha este servicio, se han suprimido turnos de otras líneas. Es una denuncia permanente durante los últimos meses por parte del Comité de Empresa. El Consistorio anunció la contratación en enero de 90 nuevos conductores, entre otras cosas, para cubrir estos recorridos. Los autobuses movilizados son del paquete comprado por la anterior corporación, dirigida por Manuela Carmena.
Madrid 360 contempla dos líneas gratuitas cero emisiones. La segunda, que empieza en Argüelles y finaliza en Puerta de Toledo, echará a andar el día 3 de marzo, según ha precisado el alcalde. Será la línea 002 y costará lo mismo que la 001: 2,2 millones de euros. La estimación de viajeros es similar, otros cuatro millones al año.
La activación de estos servicios ha sido confusa en los últimos días. El delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, anunció el lunes en la comisión del ramo la inauguración de este servicio pero no especificó cuál de las dos líneas era la primera. Después el alcalde lo contó a los periodistas.
La puesta en marcha de la línea 001 se produce unas semanas antes de que el Ayuntamiento de Madrid presente a las instituciones comunitarias la estrategia Madrid 360, que sustituye al Plan A de Manuela Carmena que evitó una multa de Bruselas por rebasar los límites máximos de dióxido de nitrógeno. Con la visita internacional, Martínez-Almeida y su equipo pretenden superar los recelos de la Comisión Europea a sus decisiones. Tras la suspensión de las multas de Madrid Central, parada finalmente por los tribunales, Bruselas reactivó el proceso sancionador a España por la situación de Madrid y también la de Barcelona.