La radio municipal de Madrid seguirá grabando programas para que nadie los escuche en antena. La emisión se ha cortado este lunes, un día antes de lo previsto, pero los trabajadores y trabajadoras de la emisora continuarán produciendo los mismos contenidos, calificados de “sectarios” por el alcalde, hasta nuevo aviso porque no hay de momento un plan alternativo de programación. La decisión se ha tomado sin que exista un plan B cerrado.
El Ayuntamiento de Madrid, formado por PP y Ciudadanos, comunicará en los próximos días al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso, que tiene las competencias, su renuncia al espacio de radiodifusión de M21 y la radio dejará de existir de puertas del estudio hacia fuera. Este paso estaba previsto para este martes, pero la emisión se ha cortado definitivamente en la medianoche del domingo al lunes.
La concejala de Cultura, Andrea Levy, reivindicó este fin de semana la decisión de echar el cierre a la emisora municipal argumentando que la política cultural debe ser para todos los sectores y no para unos “paniaguados” que chuparon “cinco millones de presupuesto”.
También ha sido celebrado por el PP de la Comunidad de Madrid, que en redes sociales ha asegurado que “Radio Carmena dice adiós para siempre”. “Frente al despilfarro y el sectarismo, Almeida quiere convertir la radio pública en una plataforma donde los estudiantes puedan realizar prácticas”, ha argumentado. Durante el fin de semana se han sucedido distintas declaraciones en este sentido, como la de la vicealcaldesa, Begoña Villacís, que aseguró en tono irónico que “la emergencia social era esto”, en referencia al presupuesto de la radio.
La corporación pierde un dial que el Consistorio tiene en propiedad desde 1997, estuviera o no emitiendo, y elimina la posibilidad de que en el futuro se pueda volver a salir al aire. Con esta decisión, Almeida trata de cumplir su promesa electoral de poner fin a lo que llamó radio de “propaganda podemita” y consideró un “despilfarro” de dinero público.
La inversión anual, según los presupuestos municipales, es cercana al millón y medio de euros. Y se había consignado una partida de 5,3 más hasta el año 2023, según El Mundo.
Y ahora, ¿qué? Fuentes del área de Cultura confirman que solo se ha decidido cortar la emisión. Y nada más: no hay decisiones tomadas sobre qué se va a hacer con la programación, dónde van a terminar los programas grabados en las próximas semanas o el futuro de los trabajadores actuales. “De momento todo sigue igual”, dicen estas fuentes.
Sin embargo, a los empleados sí les han comunicado que los contenidos se colgarán en la web m21radio.es.
Según lo acordado, las 13 personas que ponen en funcionamiento la radio municipal de Madrid acudirán como cada día a partir del martes a sus puestos de trabajo y harán exactamente lo mismo que hacían, pero no emitirán lo que produzcan en antena.
Sobre el futuro, el Ayuntamiento solo ha avanzado que quiere hacer de radio M21, que cambiará también de nombre, una “escuela de formación”. Varios trabajadores, que prefieren no dar su identidad, explican a eldiario.es que M21 es ya una escuela de formación porque recibe alumnos y alumnas de periodismo y también trabajadores en paro de “garantía juvenil” a los que remuneran en base a un acuerdo con la Agencia para el Empleo de Madrid en sus talleres formativos.
Los empleados, algunos partidos políticos –fundamentalmente concejales del anterior equipo de Gobierno y actuales de Más Madrid– y vecinos de Madrid han iniciado una campaña en redes sociales (#defiendeM21) y también una recogida de firmas “contra la desconexión cultural del Gobierno de Madrid” para exigir que la radio no muera.
“M21 es uno de los mejores proyectos culturales que le ha pasado a la ciudad de Madrid en este siglo y es necesario escucharla y defenderla”, dice la carta de apoyo. Entre sus argumentos, aseguran que el contenido impulsa la “creación cultural”, es “educativo”, “informativo” y de “servicio público”. “Es una radio cultural e informativa que se construye de manera coral y que se expande cada día”, asegura la petición. Y niegan que las justificaciones del PP y Ciudadanos para cerrarla, que tiene sesgo ideológico y es “propaganda”, se correspondan con la realidad.
Un convenio en vigor hasta 2021
Desmontar una radio municipal no es una tarea sencilla si su funcionamiento depende de un convenio que está en vigor hasta 2021. Los firmantes son el Ayuntamiento de Madrid, Madrid Destino y la Agencia para el Empleo, y se reúnen periódicamente en una Comisión de Seguimiento en la que se toman decisiones sobre la radio. El convenio se renovó en diciembre de 2018 y estará en vigor por tres años, de manera que para hacer modificaciones en el funcionamiento de la emisora, como pretenden, se debe extinguir ese contrato y crear otro nuevo. Fuentes del área de Cultura no especifican cuáles son los pasos para hacer esa transición con todas las garantías jurídicas.
Por otra parte está el Consejo Rector, por donde pasan las decisiones de la radio aunque en principio no es vinculante, dicen fuentes municipales. Este grupo está formado por cuatro representantes de universidades, un vocal elegido por la Asociación de la Prensa, otros dos designados por los distritos y cuatro más nombrados por los grupos políticos, además de una cuota reservada al Gobierno municipal y a Madrid Destino. El Ayuntamiento tampoco especifica cómo debe rendir cuentas ante este órgano para la transformación del proyecto.
Después están los contratos de los empleados. Ocho profesionales son personal laboral vinculado a Madrid Destino y tienen contratos temporales. Nunca han sido indefinidos pese a que llevan años cubriendo puestos estructurales. Algunos ya han demandado ante la justicia a Madrid Destino por este motivo. La plantilla también la engrosan tres personas de la Agencia para el Empleo de Madrid, que con toda probabilidad terminarán desvinculadas de la radio porque esta entidad se saldrá del convenio. Y dos directoras artísticas, Toña Medina y Ángeles Oliva, elegidas por concurso público.
La historia de la radio municipal de Madrid se remonta a los años 90. Fue creada como una emisora para dar formación a personas desempleadas bajo el mandato de José María Álvarez del Manzano. Se llamaba Onda Ifeme y emitió hasta el año 2005. En 2015, Manuela Carmena y su equipo relanzaron un nuevo proyecto y crearon un estudio en el Palacio de Cibeles. Hasta ese momento el estudio estaba en la Alameda de Osuna. Ahora esa inversión en dinero público, recursos humanos y tiempo se queda en interrogante hasta nuevo aviso. Y la emisión, en silencio para siempre.