A principios de noviembre del año pasado, el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida posaba con un grupo de operarios del servicio de limpieza municipal justo cuando entraban en vigor los contratos adjudicados a las cinco grandes empresas que iban a hacerse cargo de este servicio hasta el año 2027 y que sustituían a los que su compañera de partido, Ana Botella, blindó a su llegada al Palacio de Cibeles.
El acto tuvo lugar en el distrito de Villaverde, donde el regidor, que había sido muy crítico con su antecesora en el cargo, Manuela Carmena, se comprometió a arreglar el problema crónico de la suciedad de Madrid. Tres meses después, el Ayuntamiento admite que hay numerosos puntos de la capital, las llamadas 'zonas interbloques', por donde no pasan los trabajadores de la limpieza porque han quedado excluidas de estos contratos ordinarios. Así lo reconoce el propio Consistorio en una respuesta por escrito enviada a Más Madrid. Se trata, según denuncia el principal partido de la oposición municipal, de 284 calles de al menos 14 distritos de Madrid, fundamentalmente del este y del sur.
La respuesta del equipo municipal incluye varios gráficos y el listado de los ámbitos que se quedan fuera, y en la que se admite que “solo se realizará la limpieza de las calzadas (vehículo rodado)” y su “acera perimetral” con la frecuencia establecida en uno de los anexos del contrato. A continuación se afirma que las papeleras que han desaparecido en estas zonas se habían trasladado “a ubicaciones en las que sí hay una frecuencia de limpieza asignada, para garantizar su periódico vaciado mediante las prestaciones establecidas”.
Uno de los distritos más afectados es precisamente Villaverde, donde la semana pasada la portavoz de Más Madrid, Rita Maestre, convocó a la prensa para denunciar in situ la suciedad acumulada durante semanas. Para sorpresa de la concejala, poco antes de la convocatoria un equipo de limpieza municipal había estado trabajando en la calle Godella para limpiar esa basura.
Esto se debe a que entre las novedades que presentó Almeida aquel día se anunció la puesta en marcha de un equipo exclusivo para cubrir incidencias ciudadanas las 24 horas del día. El ciudadano, según se explicó, sería auditor del servicio pudiendo enviar fotografías del estado de una zona a través de un teléfono habilitado, redes sociales y una aplicación específica con el fin de subsanar la situación. Pero, según denuncia la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), ese equipo no suele acudir a las demandas de los vecinos. Si lo hizo aquel día fue porque la denuncia partió de un grupo municipal.
Vicente Pérez, responsable de Urbanismo y Vivienda de la FRAVM, explica que Villaverde no es el único distrito afectado por esta situación ya que el problema lo llevan sufriendo también “miles de vecinos de los interbloques de un montón de barrios de Entrevías, el Pozo, San Blas, San Cristóbal de los Ángeles, o Aluche”. “En estas zonas lo único que se limpia son las calzadas y las aceras perimetrales y en algunos casos los aparcamientos donde hay coches, pero el Ayuntamiento ha excluido las zonas más peatonales. Y si acuden al final a limpiar, no lo hacen con el contrato de limpieza ordinario sino del de zonas verdes”, añade Pérez que lamenta que “cada vez están desapareciendo más papeleras en más zonas”. Este contrato de zonas verdes fue adjudicado en seis lotes el pasado 30 de agosto por 435 millones de euros a otro grupo de empresas privadas por un periodo de cuatro años.
El tema de las papeleras y la acumulación de suciedad fue tratado en la Comisión de Medio Ambiente la semana pasada. Durante esa sesión, el concejal de Más Madrid José Luis Nieto preguntó por este asunto al delegado del área, Borja Carabante, al que demostró a través de varias diapositivas cómo se acumula la basura en numerosas calles de algunos de estos distritos.
“Hay zonas en San Cristóbal de los Ángeles, Villaverde o algunos polígonos de San Blas, en donde el estado de las calles solo se puede calificar como lamentable: hojas secas en descomposición y basura acumulada por todos los rincones, incluso bolsas de excrementos caninos junto a las farolas donde antes había papeleras”, afirmó Nieto en su intervención.
Carabante, por su parte, reconoció que estas 'zonas interbloques' “tienen un tratamiento singular” dado que “se trata de zonas de ámbito privativo pero de uso público por lo que existen ciertas dudas de quién tiene que realizar esas tareas de mantenimiento”, aunque insistió en que “no es cierto que no se estén llevando a cabo la limpieza”.
Después, al ver los testimonios gráficos aportados por Más Madrid en la citada comisión, Carabante reconoció que “no era la forma adecuada” de mantener las calles y añadió que esperaba que se tratara “de un momento y en un lugar muy puntual”. “Las papeleras no han sido retiradas, sino reubicadas en zonas más accesibles para llevar a cabo el mantenimiento y facilitar el vaciado de las mismas. Es verdad que eso puede resultar algún perjuicio a los vecinos porque las papeleras puedan quedar más alejadas”, admitió también.
Carabante aseguró, además, que desde el área que dirige “se está trabajando en 45 ámbitos para poder clarificar la titularidad de estas parcelas privativas de uso público” y “poder ordenarlas urbanísticamente para clarificar la titularidad de cada una de ellas”. Asimismo, aseguró que mientras tanto no se desatenderían esas zonas. En el caso de que estos espacios singulares terminaran considerándose de titularidad pública, se incluirían en los contratos de limpieza y conservación ordinarios, aseguró.
El abandono de esas calles de Madrid, al Pleno municipal
El asunto será objeto de debate en el Pleno municipal que hay convocado para este martes, donde Más Madrid ha presentado una proposición para saber, entre otras cosas, el coste de ese rediseño de contrato de limpieza si se incluyen en él ahora esas zonas abandonadas. El principal grupo de la oposición reclama en su propuesta a Almeida “un compromiso firme para limpiar de manera regular y garantizar el aseo de las zonas afectadas, con una planificación de limpieza suficiente y que se dé a conocer a los vecinos y vecinas”. Además, pide “una solución contractual que incluya a las zonas excluidas de los contratos actualmente en vigor”.
“Almeida tenía la oportunidad de mejorar la limpieza de Madrid y, sin embargo, ha dejado sin servicio de limpieza a más de dos centenares de zonas de la ciudad. Tras una década atados a la herencia envenenada de los contratos Botella, es lamentable que Almeida haga un contrato para la ciudad que se olvida de todas esas calles”, afirma Rita Maestre.
“Queremos saber qué ha pasado, cómo es posible este desastre. Hemos preguntado y por ahora solo hemos recibido evasivas. Por el momento, la única medida que ha tomado el gobierno ante este 'olvido' ha sido quitar las papeleras. Los vecinos ven que pasan los días y sus calles no se limpian”, señala a esta redacción la portavoz de Más Madrid, que adelanta que a lo largo de los próximos días su formación seguirá recorriendo nuevas calles dentro de la campaña que han bautizado como #ConAlmeidaSucio, para recopilar más testimonios gráficos. Este lunes Maestre, acompañada de concejales de su equipo, visitaba el distrito de San Blas, donde han documentado el mal estado de la limpieza en alguno de sus polígonos, justo en el entorno del colegio Valle Inclán.
También desde la FRAVM anuncian movilizaciones. De momento, los responsables de la federación están realizando actos informativos con los vecinos para recoger sus quejas. “Queremos ver cómo respira la gente y una vez hayamos pulsado el ambiente veremos a ver qué medidas de presión y movilización ponemos en marcha”, afirma su responsable de Urbanismo y Vivienda. Este viernes, según desvela, tienen cita con el delegado del área, Borja Carabante. La FRAVM ya se ha reunido con Más Madrid y lo hará proximamente con el PSOE. “Madrid es una ciudad muy sucia y con este alcalde las cosas han ido a peor. Madrid está hoy mucho más sucio que con Carmena y que con Ana Botella. Y la periferia está mucho peor”, sentencia Pérez.
Versión del Ayuntamiento
Tras la publicacion del reportaje, desde el área de Medio Ambiente ha matizado a esta redacción que “el Ayuntamiento ha incrementado un 45% el presupuesto en limpieza, aunque le pese a la oposición”. “Los interbloques se corresponden con zonas privativas de uso público, esto quiere decir que corresponde a las comunidades hacerse cargo de su limpieza. Sin embargo, el Ayuntamiento las está limpiando como hacía en los últimos años, incluidos los de Carmena. Estamos trabajando con Urbanismo para regularizar estos ámbitos”. Unos argumentos que despues ha reitarado Carabante en su intervención en el Pleno.
La propuesta finalmente fue aprobada con los votos a favor de Más Madrid, el PSOE, la abstención del Grupo Mixto y el rechazo del PP y Ciudadanos.