Almeida se abre a revisar el recorte de Madrid Central tras reunirse con la vicepresidenta Ribera

Baja la tensión entre el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la vicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tras su primera reunión. El regidor se presentaba al encuentro para “aclararle las dudas que ha manifestado sobre Madrid 360”, pero a su finalización se ha abierto a revisar su medida más polémica del plan anticontaminación: el recorte de Madrid Central para permitir la entrada de vehículos con etiqueta C con más de un pasajero.

“Hemos quedado en hacer un estudio y en función de los resultados para poder tener mejor juicio y criterio”, ha señalado Martínez-Almeida sobre esta medida. Así, el alcalde asegura que se ha comprometido con la vicepresidenta a ponerle sobre la mesa los resultados de los estudios de modelización, que medirán el impacto de esta iniciativa y aún no se han realizado, para “perfilar de manera definitiva cuáles de las medidas se pueden poner en marcha”. “Somos conscientes de la repercusión que tiene las decisiones que tomamos en Madrid”, ha añadido. La vicepresidenta no ha hecho declaraciones tras el encuentro.

El alcalde no ha admitido el desacuerdo de Ribera en este punto, pero sí ha deslizado que “no conviene polarizar” y que, de haberlo, se trata de “solo una medida de 195”. La vicepresidenta ya manifestó hace unas semanas que la nueva estrategia contra la contaminación le parecía “confusa” porque invitaba a la entrada de más coches a la capital y existe un desacuerdo en el seno del Gobierno municipal sobre esta medida. Ciudadanos se opone a ella y amenaza con mantenerse en su postura hasta las últimas consecuencias: votar en su contra en el Pleno.

En tono conciliador, Martínez-Almeida se ha mostrado dispuesto “en todo momento a mejorar Madrid 360 en pos de la calidad del aire” y ha manifestado a la vicepresidenta que será un “colaborador leal”. “No tenemos nada que esconder”, ha advertido en declaraciones posteriores.

Según sus palabras, la vicepresidenta solo ha hecho una “valoración muy preliminar” pero ha acogido positivamente algunas medidas, como “las líneas doble cero” gratuitas en el centro. La primera, 001, se puso en marcha el 18 de febrero; y la segunda se prevé para inicios de marzo. “Se ha mostrado interesada por determinadas medidas como adelantar en un año la prohibición de la circulación de vehículos sin etiqueta ambiental”, ha asegurado.

El Ayuntamiento de Madrid viajará los próximos jueves y viernes a Bruselas a presentar su plan ante la Comisión Europea aunque de momento no ha trascendido quiénes van a ser sus interlocutores. Es poco habitual que un gobierno local acuda ante las instituciones comunitarias para dar a conocer una estrategia así porque son los estados los encargados de comunicar las decisiones a la Unión Europea.

Martínez-Almeida acude a las instituciones europeas en un momento crítico. Bruselas abrió el año pasado un proceso en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por incumplir los límites de contaminación legales. El proceso se activó unos días después de la implantación de la suspensión de multas en Madrid Central por parte del actual Gobierno, aunque España lleva 10 años (incluido 2019) saltándose los máximos. El alcalde ha mostrado su “firme compromiso” de “garantizar los objetivos de calidad del aire que nos marca Bruselas y que hacen que en estos momentos estemos pendientes de un recurso”.