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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La alto cargo de Almeida dimite como decana del Colegio de Ingenieros de Caminos por sus gastos irregulares con la tarjeta colegial

La decana del Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid dimite. Lola Ortiz deja su cargo, para el que fue elegida a través de las elecciones colegiales en 2018 y que la convirtieron en la primera mujer a la cabeza de una demarcación de la organización, tras cargar 11.000 euros de gastos personales en una tarjeta de la institución, según el resultado de la auditoría externa encargada por el Colegio que desveló elDiario.es. Ortiz, sin embargo, continúa en el Ayuntamiento de Madrid como directora general de Planificación e Infaestructuras de Movilidad. El Gobierno de Almeida no va a cesarla, confirman desde el área de Medio Ambiente.

El Colegio de Ingenieros de Caminos de Madrid ha informado a través de un comunicado de la dimisión tras una reunión de urgencia de la Junta Rectora. Es la última de las varias que se han convocado desde la crisis que estalló el lunes. “Lola Ortiz ha lamentado el deterioro que, de manera involuntaria, haya podido causar a nuestra institución y a los colegiados”, apunta la nota de prensa.

La organización profesional asegura que Ortiz “ha regularizado los importes no suficientemente justificados con total compromiso de colaboración”. La ya exdecana ha devuelto a la institución los gastos personales que cargó a la cuenta colegial. “El proceso de auditoría ha concluido de manera favorable”, destaca el Colegio.

Los auditores alertaron a la institución tras analizar las cuentas de 2020 de que la decana había utilizado irregularmente la tarjeta de crédito del Colegio. El informe reveló que Ortiz pagó con esta tarjeta en chiringuitos de playa de Almería y Cádiz, en tiendas de decoración como Zara Home y Maisons du Monde o en Decathlon. Los cargos sospechosos suponían el 78% de los realizados por la decana en el año 2020 y alcanzaban hasta los 512 euros de una sola vez.

No es la única irregularidad que cometió durante su gestión. Ortiz contrató en 2020 a una empresa vinculada a uno de los vocales de su Junta Rectora, Ángel Zarabozo, algo prohibido expresamente por los estatutos del Colegio. Esta irregularidad ya fue advertida por la anterior dirección, que pidió a la decana hace ahora un año que subsanara la situación pero el dinero entonces no se devolvió, según confirman fuentes conocedoras del procedimiento a elDiario.es. Zarabozo tuvo que reembolsar el importe del contrato. Lo hizo el pasado 12 de marzo, según la organización colegial.

Los dos puestos que ocupaba simultáneamente Lola Ortiz –el institucional y el colegial– han generado unas relaciones muy estrechas entre el Ayuntamiento de Madrid y el Colegio de Ingenieros de Caminos, pese a que el alcalde de la capital, José Luis Martínez–Almeida, ha desvinculado su actividad en la organización profesional con la que desempeña en la corporación y ha decidido mantenerla en el cargo de directora general de Planificación e Infraestructuras de Movilidad, remunerado con más de 92.000 euros brutos al año. Como decana del Colegio no percibía una contraprestación.

Los miembros de la Junta de Gobierno de la Demarcación de Madrid, ya sin Ortiz a la cabeza, volverán a reunirse este miércoles para designar un sustituto, que por estatutos es el segundo más votado. En este caso el vicedecano, Rafael Magro Andrade.

La dimitida decana concedió en abril un contrato del Ayuntamiento de Madrid a la empresa de Magro. La adjudicación se hizo sin concurso a través de un contrato menor por valor de 18.000 euros –dentro del límite presupuestario que la ley permite– a la compañía Teach & Consult 4 SL, en la que figura como administrador único el 'número dos' de Ortiz en el Colegio que ahora se quedará a la cabeza de la demarcación madrileña.