El hotel Ritz, el edificio de Apple en la Puerta del Sol, el de Telefónica en Gran Vía y el recién estrenado Primark, cuyo casero es Amancio Ortega, comenzarán a pagar IBI como el resto de los madrileños a partir de 2016. Edificios o locales comerciales que abundan en el centro de Madrid abonarán un impuesto sobre la propiedad del que habían disfrutado una exención hasta el momento.
El Ayuntamiento de Madrid, que se encuentra elaborando los presupuestos para el próximo año, ha decidido no prorrogar la bonificación del 80% que estaban disfrutando los “inmuebles de patrimonio histórico-artístico afectos a explotaciones económicas”. Eso supone, según los cálculos municipales, que la concejalía de Economía y Hacienda, de Carlos Sánchez Mato, recaudará 12,6 millones de euros adicionales en el próximo año por los 2.843 inmuebles que reúnen esas condiciones.
Si en 2015 las arcas municipales ingresaron 3,1 millones por ese concepto (pagaban el 20% de lo que les correspondía), en 2016 la previsión es 12,6 más: en total, 15,7 millones de euros.
La Ley de Haciendas locales permite eximir del pago de este impuesto a los Bienes de Interés Cultural con características que fije el Ayuntamiento. A diferencia de otras ciudades en el que solo reciben esta bonificación un puñado de edificios, en Madrid están exentos del pago todos los que estén incluidos dentro del Conjunto Histórico del Recinto Villa de Madrid, un perímetro extenso que permite acoger a muchos inmuebles bajo la exención siempre y cuando cumplan dos requisitos: tener más de 50 años y estar incluidos en el Catálogo de Edificios protegidos con el nivel 1 de protección.
Hasta 2013, no importaba que estos inmuebles se destinaran a explotación económica. Los propietarios se lucraban con la explotación del edificio pero no tenían obligación de tributar por la propiedad. Sin embargo, en ese ejercicio se introdujo una modificación en la ley que ponía como requisito no tener afección económica para poder acogerse a la exención de este impuesto. Ante la queja de los comerciantes de la zona centro, se introdujo una bonificación del 80% de la cuota resultante del impuesto, con el resultado de que durante los últimos ejercicios han pagado una cuota muy reducida.
Ahora locales de algunos bancos, como la sucursal del Banco Bilbao Vizcaya en el 16 de la calle Alcalá (cuyo dueño es el fondo inmobiliario GMP que ha declinado hacer declaraciones), la sede de la Fundación BBVA en el Palacio del Marqués de Salamanca o el Hotel Palace, pasarán a pagar todo el montante.
Cabe recordar el abultado valor catastral de estos edificios que ocupan miles de metros cuadrados en pleno centro de la ciudad. Solo el edificio de Apple, inquilino en el emblemático edificio del Tío Pepe, propiedad de la familia Díaz-Estrada, tiene 6.000 metros cuadrados.
En los últimos meses, ha habido numerosas operaciones de compras en la zona de la Gran Vía y alrededor de la Puerta del Sol. La mayoría han sido protagonizadas por fondos de inversión, pero la más celebrada fue probablemente la adquisición por parte de Amancio Ortega del edificio de Gran Vía, 32, antes conocido por ser la sede de Prisa y ahora por albergar el buque insignia de la cadena Primark en España.
Otros flamantes propietarios que ahora se encontrarán con una abultada factura del IBI son la Caja Rural de Almendralejo, que compró Gran Vía, 20. El Ritz también cambió recientemente de manos al ser comprado por la familia Olayán de Arabia Saudí. Estos edificios cumplen los requisitos para haber gozado hasta ahora de la bonificación del IBI. Falta saber si los propietarios repercutirán a sus inquilinos (hoteles y cadenas internacionales básicamente) estos nuevos costes.
Lo que no ha podido tocar el Ayuntamiento, según fuentes municipales, es la bonificación al IBI que tienen edificios históricos, por ejemplo palacios, que “no estén afectos a explotaciones económicas”. “Si es vivienda con exención no podemos hacer nada por ley estatal”, afirman fuentes municipales. De esta exención se puede beneficiar, por ejemplo, el palacio en el que vive Esperanza Aguirre y tantas otras familias acaudaladas que aún mantienen sus residencias en el centro de la Villa. La bonificación es rogada, es decir, hay que solicitarla al Ayuntamiento.
Por las especiales características de la Villa de Madrid se calcula que al menos 11.000 inmuebles han estado en los últimos años exentos de pagar este tributo. No pagan embajadas ni sedes ministeriales, ambas con mucho peso en el conjunto urbano de la Villa y tampoco colegios concertados.
Más ingresos para gasto social
El presupuesto de Madrid ronda los 4.500 millones al año. Y, tal y como adelantó eldiario.es, el Ayuntamiento de Manuela Carmena ha presupuestado un importante aumento en gasto en programas sociales. En total, será de un 24,03% y pasará de 516 millones de euros en 2015 a 639 millones en 2016.
¿Cuáles son los aspectos que recogen la mayor parte de este aumento? Según los números de la concejalía de Economía y Hacienda, en el apartado de “atención e inclusión social y emergencias”, las partidas pasarían de 69.345.311 euros en 2015 a 84.473.761 euros en 2016 Es decir, un 21,82% más. Un porcentaje similiar de aumento (18,94%) se destinaría a la “atención convivencial a personas con adicciones” (Madrid Salud), que pasa de 3.118.702 euros a 3.709.332 euros.
Los “planes de barrio” pasan de 5.684.713 euros a 36.455.518, un 581,12% más. La cooperación internacional pasa de 514.403 euros a 11.715.404 euros (2.177,48% más); la atención a personas mayores pasa de 219.794.503 euros a 247.192.997 euros (12,47% más) y la la gestión de equidad, derechos sociales y empleo pasa de 4.528.145 euros a 5.445.788 euros (20,27% más).
El presupuesto que ha aprobado este jueves el Ayuntamiento depende del voto favorable del PSOE, que ha accedido a un aumento en el IBI de “inmuebles no residenciales de mayor valor catastral” de entre el 7% y el 9%, lo cual supondrá un aumento en la recaudación de casi 50 millones en esta partida.
Medidas de ingresos
Además de la eliminación de la exención del 80% a los edificios históricos que albergan negocios y del aumento de entre el 7% y el 9% a los “inmuebles no residenciales de mayor valor catastral”, 0,35% de los recibos, el Ayuntamiento ha presupuestado eximir de bonificaciones en el IBI a las familias numerosas cuya residencia tenga un valor catastral superior a 204.000 euros (el 72% de estas familias seguirán disfrutando de la bonificación).
En total, el Ayuntamiento ha pasado de conceder bonificaciones y exenciones tributarias por valor de 200 millones de euros, a recaudar 107,7 millones más. La mayoría de esa recaudación, 49 millones, procede de las supresiones de beneficios en el IBI urbano.
También repercutirá en la reordenación del gasto el hecho de que el Ayuntamiento de Madrid pagará en 2016 556 millones de amortización de la deuda, mientras que en 2015 estaban presupuestados 734 millones, a los que se añadieron otros 300 de amortización que decidió ejecutar la anterior alcaldesa, Ana Botella. El Ayuntamiento tiene una deuda de 4.766 millones.