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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Ayuso celebra su imponente victoria: “España empieza en Madrid, señor Sánchez, tiene los días contados”

No ha habido sorpresas. Isabel Díaz Ayuso ha ganado de forma contundente las elecciones anticipadas de este 4 de mayo con 65 escaños –al 97% de los votos escrutados– y el PP se coloca como primera fuerza en la Asamblea de Madrid con más del doble de los escaños que logró hace dos años, cuando obtuvo 30 diputados. Ayuso mejora incluso los resultados de Cristina Cifuentes en 2015. La candidata del PP logra además sumar ella sola más escaños que las formaciones de izquierdas. Se queda, sin embargo, a cuatro escaños de la mayoría absoluta que disfrutaron otros expresidentes populares como Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón y necesitará a la extrema derecha para gobernar.

La candidata del PP se convierte en la gran vencedora de esta jornada electoral. Y el ambiente en Génova la noche de este martes fue de clara celebración pese a la pandemia y a que Madrid se encuentra todavía en riesgo extremo con una tasa de contagios de 343,24 casos por 100.000 habitantes a 14 días. La crisis sanitaria que mantiene las UCIs llenas con casi 500 pacientes con coronavirus no impidió que centenares de personas se agolparan en la sede del PP que preparó el escenario con música a todo volumen para la ocasión.

Pasadas las diez de la noche, y con lágrimas en los ojos, la presidenta madrileña salió al balcón instalado en Génova,13 acompañada del líder de la formación Pablo Casado y parte de la dirección nacional para celebrar por todo lo alto su holgada victoria cuando el escrutinio todavía estaba al 55%, convencida de que los resultados se iban a mover ya poco. Ayuso gana en todos los distritos de Madrid y en casi todos los municipios a excepción de tres. Una victoria incuestionable.

“Hola Madrid, hola España”, empezaba su intervención dándole a estas elecciones el carácter nacional que siempre ha reclamado. “España empieza en Madrid, señor Sánchez, tiene los días contados”, lanzó a Ferraz frente a los cientos de simpatizantes que la vitoreaban como a una estrella del rock, después de haber planteado estos comicios como un plebiscito entre su gestión de la pandemia basada, según ha defendido, en la “libertad” y la de la Moncloa.

“Cuando decimos que Madrid es España es porque aquí viene lo mejor de cada rincón a vivir en paz y en libertad”, señaló, visiblemente emocionada. Ayuso añadió que “el sanchismo” no ha entendido la “libertad” que hay en la Comunidad de Madrid ni la forma de vida “a la madrileña”. “Han sido los dos años más difíciles que habíamos siquiera imaginado y, sin embargo, jamás la sociedad madrileña y la sociedad española habíamos estado tan unidos. Y vamos a seguir así hacia adelante, con libertad, con concordia y gobernando para todo el mundo y demostrando que las instituciones están para eso”, insistió, el día que sabe que dependerá de la extrema derecha para gobernar.

Dependerá de Vox

Ayuso no logra la mayoría absoluta (69 escaños) deseada para impulsar un proyecto “propio” sin “ataduras” y Vox tendrá la última palabra. El partido que lidera Rocío Monasterio en Madrid solo suma un escaño más respecto a 2019 y se queda con 13 diputados, pero tendrá la llave del futuro gobierno y podrá condicionar políticas como el veto parental que ha venido exigiendo en cada comunidad autónoma donde ha sido clave. Ayuso aseguró durante la noche electoral que aún no había tenido ocasión de hablar con la formación ultraconservadora pero no dudó en que se entenderán entre otras cuestiones en la rebaja de los impuestos.

En Vox ya avisan de que no piensan poner demasiada resistencia para facilitarle la Presidencia a Ayuso. El líder de la formación de extrema derecha, Santiago Abascal, concretó pocos minutos después de que la candidata del PP compareciera que “no hará falta una segunda vuelta”. “En una primera vuelta Vox votará a favor de la investidura” de la nueva lideresa del PP, aseguró Abascal. El presidente de Vox añadió que le brindan el apoyo porque su objetivo electoral ha sido “evitar el asalto comunista a la Comunidad de Madrid”. “Ahora bien, la señora Ayuso decidirá cómo gobernará todo este tiempo, si quiere hacerlo apoyándose en los partidos de izquierda o apoyándose en Vox”, avisó.

Al otro lado del tablero político madrileño, la noche del 4M termina en funeral para la izquierda, que no logra el cambio tras 25 años de gobiernos del PP y que suma en conjunto menos escaños que la formación de Ayuso. Las elecciones vuelven a dibujar un Madrid dividido en dos bloques pero por primera ven en los últimos años con el conservador muy por encima con 78 escaños frente a los 58 de las fuerzas progresistas. Quien más sufre es el PSOE de Ángel Gabilondo que pierde 12 escaños y se queda sin la primera posición en el parlamento regional y baja hasta la tercera.

Mónica García se convierte en la segunda vencedora de la noche. La candidata de Más Madrid logra el sorpasso a los socialistas y suma cuatro escaños más respecto a hace dos años, superando a su predecesor Íñigo Errejón. Unidas Podemos mejora tímidamente los resultados de 2019, pasando de los 7 a los 10 escaños, pero el candidato de la coalición, Pablo Iglesias, se queda muy lejos de lo que esperaba. Iglesias presentaba la misma noche de las elecciones la dimisión de todos sus cargos y anunciaba su marcha de la política.

Ayuso calificó de “catastrófico” el resultado del PSOE y aseguró que “no han sabido gestionar la pandemia y no han tenido cercanía con la gente” Ayuso hizo hincapié en que viene una “nueva etapa” por delante para hacer “muchas cosas que antes no podía” por la dificultad “añadida” que tenía en la Asamblea. “Podré bajar impuestos en pocos días”, declaró, tras lograr 65 escaños y rozar la mayoría absoluta. “Me deben tres”, dijo después al conocer la dimisión de Iglesias.

Nueva lideresa

Ayuso gana las elecciones con su proyecto de “libertad” tras un año de pandemia frente a las restricciones, al “socialismo” y el “comunismo” y se consolida como lideresa del PP. La presidenta madrileña pulsó el botón del adelanto electoral hace dos meses convencida de que revalidaría el mandato. Ponía fin a una legislatura sin presupuestos, en la que solo ha podido sacar una ley –la enésima reforma del Suelo– para librarse de su socio de coalición Ciudadanos, que desaparece de la Asamblea de Madrid al no lograr representación. El aterrizaje del abogado del estado Edmundo Bal a la política madrileña no ha impedido la hecatombe que pronosticaban todas las encuestas para la formación que lidera Inés Arrimadas.

Ciudadanos pasa esta noche de haber sido la tercera fuerza, cerca del sorpasso al PP, y haber formado parte del Gobierno con una vicepresidencia y cinco consejerías, a la nada con el 3,56% de los votos, innecesarios para lograr representación –la barrera se sitúa en el 5%–. Los apoyos que cosechó Ciudadanos en 2019 se van al PP. La presidenta madrileña logra así su propósito de absorber al partido naranja y se libra de su socio más incómodo durante la pasada legislatura.

En el PP creen que el resultado del 4M –con Ayuso casi rozando la mayoría absoluta y Vox sin aglutinar mucho más apoyo que el de hace dos años– permitirá a Ayuso gobernar en solitario con el apoyo externo de la formación de Santiago Abascal. Por parte del entorno de la presidenta madrileña afirman además que el resultado de este 4M abre una nueva era para la formación. La dirección nacional de Pablo Casado, defienden, deberá ahora tomar nota para impulsar un nuevo rumbo del partido fijándose en la estrategia de Ayuso. La nueva estrella del PP.