La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha remarcado que no tiene competencias “ni para poner un muro en Aranjuez de entrada” de menores extranjeros no acompañados (menores migrantes ) que llegan de Andalucía ni tampoco para “soltarles en el desierto” porque muchas veces no sabe “ni la edad qué tienen, ni de dónde proceden”.
Por “humanidad y responsabilidad”, según ha defendido la dirigente, mientras estos estén en la autonomía tomarán las medidas de seguridad “oportunas” y estarán “con los vecinos”. “Le aseguro que a mí también me preocupa la convivencia y me preocupa la seguridad ciudadana”, ha sostenido en respuesta a una pregunta parlamentaria de Vox en el marco de la sesión de control del Pleno de la Asamblea sobre menores migrantes .
En este sentido, Ayuso ha asegurado que este colectivo “se está reproduciendo no solo en España sino también en Europa” y ha reconocido que se trata de menores que están buscando “un futuro pero que en algunas ocasiones, por supuesto, están provocando muchos problemas de convivencia y en otros simplemente están deambulando sin tener rumbo fijo”.
“Nosotros no estamos en ningún caso llamando a que vengan más. No estamos provocando situaciones, como hizo el Gobierno socialista con el Aquarius. Esto no se trata de ser ni un mal acomplejado ni un mal español. Esto es lo que hay”, ha lanzado la presidenta regional. En este punto, ha recordado que del Ejecutivo central solo han recibido una ayuda “pírrica” de 1.500 euros una vez.
Mientras estén los menores en la autonomía lo que pueden hacer es “integrarlos o dejarlos caminar en la marginalidad” pero como hay una ley que les protege y ellos tienen un Gobierno que “sí cumple la ley, no como el de Cataluña”, le darán “cobijo”. “No es una cuestión de legalidad sino de humanidad y es que conviene que estos chicos estén integrados”, ha dicho.
Actualmente en la materia hay un plan que contempla dos programas para el tramo de edad 16 a 18 años y de 18 a 21 años y que también estima “seguir personalmente necesidades básicas y ayudar a formarse y estudiar”. Además, ha recordado que se ha aprobado una partida de 120 plazas para menores migrantes , que se puede ampliar a 144.
Esto no lo hacen para “provocar ningún efecto llamada” porque no son así de “irresponsables” ni mucho menos para “colaborar ni contribuir con ninguna magia”, ha asegurado. En este punto, la presidenta ha incidido en que “nadie quiere mafias” y ha remachado con que todos tienen que estar “comprometidos con acabar con ellas”.
No apertura de centros
Por su parte, la portavoz de Vox en la Asamblea, Rocío Monasterio, ha sostenido que cada vez que se crea un nuevo recurso de menores migrantes se traduce en que mafias se movilizan y se llenan rápidamente. En este sentido, ha sostenido que el PP tiene miedo de “hablar de repatriación de inmigrantes ilegales” y que con dicho miedo están provocando “un efecto llamada”. “Acaban siendo cómplices”, ha espetado.
A su parecer, la apertura de estos centros en los barrios está provocando que las mujeres “no van solas ni al supermercado” y tienen que hacerlo acompañadas de sus maridos. Para Monasterio, los 'populares' son “blanditos” pero tienen la obligación de “tomar medidas”.