Ayuso desafía al Gobierno con un cierre por días que no permite el estado de alarma a 48 horas del puente

Fátima Caballero

28 de octubre de 2020 22:55 h

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Mientras otros presidentes autonómicos con datos menos alarmantes que Madrid solicitan el cierre de sus territorios amparándose en el estado de alarma, Isabel Díaz Ayuso ha decidido emprender un nuevo desafío contra el Gobierno de Pedro Sánchez. La presidenta madrileña lanzaba este miércoles a última hora un nuevo órdago al Ejecutivo socialista para que modifique el decreto de estado de alarma y le permita cerrar “por días” la región. Ayuso plantea confinar perimetralmente la autonomía solo durante el puente de Todos los Santos, algo que no está contemplado en la norma, que establece que solo se podrán decretar confinamientos de al menos una semana.

Los presidentes de los gobiernos autonómicos de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León se habían emplazado a una reunión en Ávila con el único punto en el orden del día de decidir si confinaban perimetralmente los territorios de cara al puente del próximo fin de semana (y también el de La Almudena –ya solo de Madrid–) que supone cada año un incremento notable de la movilidad entre territorios. Ayuso prometió que escucharía a sus homólogos antes de tomar la decisión, pero finalmente decidía emprender su propio camino pese a que el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández-Mañueco, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, apostaron por un cierre de sus territorios hasta el 9 de noviembre.

La dirigente del PP arrancó su comparecencia junto a Mañueco y Page defendiendo que la gente “necesita certezas”, y no “peleas o caos”, que atribuyó al Gobierno de Sánchez. “Los ciudadanos no quieren que estemos siempre en polémicas y, sobre todo, quieren entender qué va a ocurrir con sus vidas y qué pueden hacer a partir de ahora y en los próximos días”, decía la presidenta madrileña minutos antes de pedir una medida que no permite el estado de alarma y a 48 horas de que comience el puente.

A continuación convirtió la comparecencia –tras la reunión a tres que debía servir para adoptar una decisión conjunta–, en un nuevo alegato contra el Gobierno de Sánchez. “Hemos sufrido de manera arbitraria, sectaria y sobre todo arrolladora cómo nos han cerrado Madrid”, lamentó en referencia al estado de alarma de 15 días y la orden del Ministerio de Sanidad que la obligó a confinar la capital y otros nueve municipios. “De hecho, es la única que ha sufrido de manera unilateral, sin ningún tipo de diálogo, un estado de alarma a la carta, cuando luego el virus se ha propagado por toda España”, proseguía.

Antes de anunciar su plan para saltarse el estado de alarma, ya había dejado entrever que no apostaría por un cierre hasta el 9 de noviembre como el que habían anunciado minutos antes los presidentes de las dos regiones fronterizas. Ayuso tras cargar contra Sánchez pidió un traje a su medida, amenazando incluso con no decretar ningún confinamiento si el Gobierno no cede. “Solo estamos dispuestos a cerrar por días”, aseguraba la dirigente popular. Fuentes del Gobierno de Ayuso confirman a elDiario.es que si no hay concesión, la presidenta madrileña apostará por no cerrar durante el puente.

El decreto del estado de alarma deja en manos de las comunidades la imposición del toque de queda (hasta el 9 de noviembre) o la restricción de la movilidad hacia otros territorios, lo que se conoce como cierre perimetral, pero establece los plazos de esas medidas. Según el decreto, en lo referente a las restricciones para viajar, las decisiones deben tomarse “a la vista de la evolución de los indicadores sanitarios, epidemiológicos, sociales, económicos y de movilidad” y nunca por menos de una semana. “La eficacia de la medida no podrá ser inferior a siete días naturales”, recoge el texto.

Ayuso se enteró dentro de la reunión junto a los otros dos presidentes que lo que pretendía no estaba permitido por el decreto de alarma. Lo desveló el presidente de Castilla y León, como ella del PP, en una entrevista minutos más tarde. “La presidenta ha dicho que le parecía bien cerrar el puente, pero le hemos recordado que el decreto del estado de alarma establece un mínimo de siete días”, declaraba Mañueco en TVE.

Pese a ser advertida, la presidenta madrileña mantuvo su postura durante la comparecencia posterior. Ella misma anunció que mandaría una carta a Pedro Sánchez para esgrimir que la Comunidad “no ha encontrado informes que avalen la eficacia epidemiológica de las limitaciones de entrada y salida de carácter perimetral”, recoge el escrito. Su planteamiento choca con las medidas que están aplicando en toda Europa –Francia acaba de anunciar el confinamiento de todo el país–; España –donde las nueve autonomías más afectadas están recurriendo a estos cierres– y también con el propio argumentario de Isabel Díaz Ayuso hace no tanto, cuando culpaba al aeropuerto de Barajas del aumento de casos en Madrid.

La posición de Ayuso, inédita incluso en otras autonomías gobernadas por el PP, tampoco tiene consenso en su propio Gobierno. El vicepresidente de Madrid, Ignacio Aguado, de Ciudadanos, manifestó este martes que era partidario de cerrar Madrid durante al menos 15 días. Aguado incluso planteó hace unas semanas medidas más restrictivas, como un cierre total de la actividad no esencial durante dos semanas.

El Consejo de Gobierno celebrado este miércoles estuvo dividido entre PP y Ciudadanos. Los consejeros populares respaldaron la posición señalada este martes por Ayuso que aludía al “daño” que una medida así podía hacer en la economía, pese a que los datos económicos del último puente –el del 12 de octubre– decían lo contrario. Fuentes de la formación de Inés Arrimadas ven en la actitud de Ayuso la búsqueda de un nuevo enfrentamiento “con el que busca polarizar y confrontar” pero “que no tiene base alguna”.

Frente a la decisión de Ayuso, las dos Castillas han decidido rodear Madrid y optar por una opción más sencilla: cerrar al menos hasta el 9 de noviembre y limitar todos los viajes dentro y fuera de estas regiones salvo por motivos muy tasados. Algo que están haciendo en todas las regiones, muchas de ellas gobernadas por el PP: la última Andalucía, que ha decretado además el cierre de algunas provincias y cientos de municipios.

Al término de la comparecencia de la presidenta madrileña, la dirección nacional del PP daba a conocer la postura que mantendrá este jueves en el Congreso cuando el Gobierno defienda la prórroga del estado de alarma: se abstendrá.