La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha asegurado este jueves que los mayores enfermos de COVID-19 al inicio de la pandemia se morían igual bien fuesen trasladados a hospitales o se quedasen aislados en las residencias de mayores. Ayuso justificaba así la polémica orden de su gobierno que impedía a esas residencias trasladar a los mayores enfermos a centros hospitalarios.
“Había muertos en todas partes; en las casas, en los hospitales, en las residencias”, ha justificado Ayuso después de que Manuela Bergerot, de Más Madrid, le afease de nuevo que no publique las actas de inspecciones policiales a las residencias en esa primera etapa de la pandemia. “Sus protocolos condenaron a morir a miles de mayores sin ir a un hospital. Dígales a los familiares si lo volvería a hacer”, la ha emplazado.
Al menos cinco residencias de mayores pidieron ayuda a la Comunidad de Madrid durante los peores momentos de la pandemia, como ya informó en 2020 elDiario.es. Los escritos policiales señalaban indicios de “abandono por parte de las instituciones”. No todas las actas se hicieron públicas, y la negativa del Gobierno regional a publicarlas todas ha llegado al punto de recurrir judicialmente una orden del propio consejo de transparencia de la Comunidad de Madrid.
El Partido Popular ha cambiado la ley para reducir la independencia de los miembros de este órgano y restarle capacidad de sanción. Murieron en las residencias sin poder ir al hospital más de 7.000 mayores.
El agrio intercambio entre Bergerot y Ayuso venía de una pregunta oral en el pleno de la Asamblea sobre el estado de la sanidad en la Comunidad de Madrid. “No tienen corazón, humanidad ni ninguna dignidad”, ha lanzado Ayuso, que posteriormente ha presumido de que la sanidad madrileña es la mejor de España. “Más pronto que tarde habrá justicia”, ha augurado Bergerot.