La fumata blanca ha llegado a la Puerta del Sol. Los primeros presupuestos del Gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid dan un paso adelante, aunque las cuentas –las de 2021, en 2020 no hubo– aún debe que pasar por el tamiz de Vox, que tendrá la última palabra. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso comparecía este lunes junto al vicepresidente regional, Ignacio Aguado, para informar de que por fin los socios de Gobierno se han puesto de acuerdo tras más de 17 meses, aunque sin apenas detalles de lo que supondrán estas cuentas: no han dado ni un solo detalle sobre el borrador, las partidas, el gasto total y de dónde saldrían los ingresos.
“Con este acuerdo, centrados en lo más importante, queremos dar estabilidad jurídica pero sobre todo económica a todos los ciudadanos de la Comunidad de Madrid. Este es un Gobierno centrado en recuperarse de esta pandemia y de una catástrofe natural”, ha dicho Ayuso. La presidenta madrileña ha asegurado que empezará a negociarlos “esta misma tarde” con Vox, por ser el partido que facilitó la investidura aunque ha añadido que también se los planteará al resto de partidos. Sin embargo, tanto Ayuso como Aguado, que al principio mostró reticencias por el apoyo de Vox, han dado por hecho que dependerá de la extrema derecha que las cuentas de 2021 salgan adelante. “Vox tendrá mucho que decir”, ha manifestado el vicepresidente regional.
El acuerdo interno entre PP y Ciudadanos se ha hecho esperar. El Gobierno regional cerraba el año sin cuentas y prorrogando los de 2019 –los últimos de Ángel Garrido como presidente, ahora consejero de Ciudadanos– con posiciones entre los socios de coalición completamente enfrentadas: el PP quería austeridad mientras los de Aguado pedían más expansión del gasto atendiendo a la crisis sanitaria y económica. Aguado llegó a presionar Ayuso presentando un plan de 1.000 millones a sus espaldas y lo llevó al consejo de gobierno del miércoles. El vicepresidente dejó claro que solo podía haber acuerdo si el PP lo aceptaba, algo que indignó a los de Ayuso.
La sangre no ha llegado al río y la presidenta madrileña defendía este lunes que las cuentas de las que pocos detalles se saben reforzarán la “sanidad, educación, servicios sociales, pero muy especialmente la economía”. Ayuso ha hablado también de forma velada en la situación sanitaria, crítica de nuevo en la región, para defender que “hay que evitar los cierres a toda costa, intentar cualquier otra acción antes de cerrar”. “Los presupuestos llegan en el mejor momento, cuando ya tenemos un escenario claro para 2021, y conocemos que el virus no se ha ido”, ha dicho.