La presidenta de la Comunidad de Madrid vuelve a ir más allá de sus competencias y ha marcado este lunes la hoja de ruta de un hipotético gobierno del PP. “Quiero que cuando el Partido Popular llegue a Moncloa no solo se centre en gestionar y arreglar el desaguisado económico, que lo hará, que haga una reducción drástica del gasto público, de los impuestos y que flexibilice el mercado, que erradique toda política sectaria que solo divide”, ha afirmado en un encuentro informativo organizado por El Mundo.
Durante su intervención, Isabel Díaz Ayuso se ha referido en varias ocasiones a lo que el PP nacional, que preside Alberto Núñez Feijóo, debe hacer si llega a la Moncloa. “Yo hablo del discurso nacional porque Madrid va de lo local a lo universal”, ha defendido la presidenta madrileña, que ha insistido en que el partido debe centrarse en gestión, pero también en “defender un modo de ver la vida”. “No hay gobierno liberal sin su consiguiente manifestación de la izquierda en la puerta”, ha presumido.
Preguntada por la ausencia de una ponencia ideológica del PP nacional, Ayuso ha insistido en que “más que tener la ponencia, lo importante es lo que haga el PP cuando llegue a Moncloa”. “”Hay que defender un modo de ver la vida, que une en realidad a todos los ciudadanos, a la inmensa mayoría de los ciudadanos, que están ahora mismo presos de intereses sectarios y de odiadores profesionales de España y eso hay que corregirlo con todas las leyes sectarias que han dividido a los ciudadanos y que se están escorando a la izquierda y la ultraizquierda, para que cuando ahora llegue el PP a las instituciones, que es lo que va a suceder, no tenga margen para corregirlo“, ha dicho.
“Hay que hacer muchas reformas y proyectos políticos”, ha insistido Ayuso. Como Madrid va de lo local a lo universal, la presidenta ha puesto también deberes a Feijóo en política internacional. Para ella, hay que “fomentar la hispanidad, que es nuestra mayor obra como país y que hemos abandonado a lo largo de las décadas y que lo pagaremos en un mundo cada vez más globalizado, en el que Asia no para quieta y Europa se mira a si misma sin darse cuenta de que tiene problemas específicos”.
Frente a la número dos del PP, Cuca Gamarra, Ayuso ha obviado al presidente del partido durante prácticamente toda la intervención. Durante su discurso inicial tan solo lo mencionó una vez: “No les quepa duda de que desde la Comunidad de Madrid seguiremos combatiendo esta política contraria a la seguridad jurídica, autoritaria y de voracidad fiscal, como ha denunciado en numerosas ocasiones Alberto Núñez Feijóo. Defenderemos nuestro modo de vida: libre, próspero y alegre. Y seguiremos haciéndolo con más fuerza si cabe, cada vez que Sánchez nos ponga palos en las ruedas”. El presidente del PP no estuvo en esta ocasión acompañando a la presidenta en este acto, algo que si hizo con Moreno Bonilla, cuando la semana pasada anunció también desde Madrid la supresión del impuesto de patrimonio en Andalucía.
Ayuso ha defendido su política fiscal y ha acusado al Gobierno central de estar “amasando la mayor hucha política de la historia de la democracia” y de que se la está “guardando para su año electoral”. “Los españoles le vamos a pagar la campaña política. De hecho, ya se la estamos pagando. Cada anuncio que el presidente realice de aquí al 10 de diciembre de 2023, está patrocinado por el asfixiado, harto y maltratado contribuyente español”, ha acusado. La presidenta madrileña anunció hace dos semanas más de 60 medidas, a ocho meses de las elecciones autonómicas.
En la misma línea, la presidenta ha acusado al Ejecutivo de coalición de querer imponer a las comunidades autónomas un nuevo impuesto “de patrimonio”, en relación a la invención del Ejecutivo de sacar adelante un impuesto específico para las grandes fortunas. “Gracias a la bonificación de este impuesto, la Comunidad de Madrid ha sido respetuosa con patrimonios que de no haberlo sido se habrían ido a otros países como Portugal, donde no hay impuesto de patrimonio”, ha defendido.
Además, ha acusado al Ejecutivo central de privatizar “lo público en favor de sus mensajes y sus intereses políticos” y de llevar a cabo “la estrategia de la carcoma” con la que hoy esta todo “a punto de colapsar”. “Todo, menos la cuenta corriente del Gobierno y todo el aparataje que le rodea”, ha dicho. Y ha cargado especialmente contra “un ministerio irrespetuoso, tiránico, grotesco e inútil, como el de Igualdad, que solo busca imponer una ingeniería social”.