Solo dos años después, los candidatos a presidir la Comunidad de Madrid se volvieron a ver de nuevo las caras en el único debate electoral en el que estará la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, que parte favorita en las encuestas para revalidar mandato y que ha rechazado participar en más. Un formato que se prolongó durante más de dos horas muy distinto al de 2021, pero en el que la izquierda se empleó a fondo en mostrar las costuras del Gobierno regional que durante cuatro años ha presidido Ayuso.
La presidenta regional optó sin embargo por no responder a las críticas de la oposición ciñéndose a lanzar sus mensajes, utilizando a ETA y acusando a la izquierda de fomentar “las drogas” y “la miseria”. “No me doy por aludida, gracias”, llegó incluso a afirmar Ayuso durante el debate cuando fue interpelada por la candidata de Más Madrid, Mónica García, sobre la crisis climática.
Fue precisamente García quien comenzaba el debate a cinco recordando que estas elecciones van de Madrid y no son una cita a las generales. Un recordatorio que fue en balde, porque Ayuso, que fue la siguiente en tomar la palabra, tardó apenas segundos para volver a arrojar a la banda terrorista ya extinguida contra la izquierda: “El 28 de mayo va de votar el modelo ambicioso del PP o votar a ETA”, dijo la presidenta regional nada más comenzar. No sería la única alusión. En el cuarto bloque, dedicado a la relación de la Comunidad con otras administraciones, también acusó al Gobierno de Pedro Sánchez y a sus “socios de ETA” de odiar a Madrid, mientras que en el segundo, dedicado a la vivienda, se refirió a la la ley aprobada recientemente como la “de Sánchez y Bildu”.
Por su parte, el candidato del PSOE, Juan Lobato, que se estrenaba en el formato con un tono más institucional, abogó por situar a Madrid en lo más alto, mientras que la candidata de Podemos-IU-Alianza Verde, Alejandra Jacinto, también novata en el debate, y junto a Lobato, la más desconocida, optaba por presentarse como una experta en materia de vivienda.
El debate se dividió en cinco bloques, con un formato que dio poco margen al intercambio dialéctico entre los candidatos: economía y empleo; transportes, infraestructuras y vivienda; sanidad, educación y servicios sociales; relaciones con otras administraciones; el Madrid del futuro, en España y en Europa, y los pactos electorales.
Jacinto busca el choque con Ayuso
Jacinto fue durante el debate la que más encontronazos buscó con la presidenta regional. La candidata de Podemos-IU-AV llevó incluso puesta una camiseta con el rostro de Tomás Díaz Ayuso, el hermano de la candidata del PP recordando la comisión de 238.000 euros que cobró el hermano de Ayuso por un contrato a dedo del Gobierno regional. La performance supuso que la presidenta se fuera sin despedirse de la candidata de Podemos al finalizar el debate. “La mordida de su hermano se traduce en 10 años de trabajo y de esfuerzo”, dijo también la candidata de Más Madrid sobre la comisión.
La candidata de Podemos-IU también recordó las muertes en las residencias por los protocolos que impidieron la derivación de ancianos a los hospitales en la primera ola de la pandemia. Fue en ese punto cuando quiso entregarle a Ayuso el libro 'Morirán de forma indigna escrito por el exconsejero de Ciudadanos Alberto Reyero, en uno de los momentos más tensos del debate: “No invada mi espacio”, le respondía la presidenta, visiblemente nerviosa devolviendo el ejemplar al atril de Jacinto. Jacinto y también Mónica García recordaron además la comida deteriorada que se sirve en algunas residencias gestionadas por la Comunidad de Madrid.
En el primer bloque dedicado a la economía y el empleo, los impuestos protagonizaron el debate. Mientras Ayuso defendía su política fiscal y la rebaja sistemática de impuestos, asegurando que han beneficiado “a los que menos tienen”, la candidata de Podemos-IU-Alianza Verde, Alejandra Jacinto, la enfrentaba con su propia calculadora de tributos: “¿Cuánto se ahorra una persona que por ejemplo en la Comunidad cobra 1.500 euros al mes, más o menos 23.000 euros al año y cuánto se ahorra una persona que cobra lo que usted, una renta de en torno a 100.000 euros”. Ayuso no respondió y Alejandra Jacinto continuó. “Ya se lo digo yo. Una persona que cobra 23.000 euros se ahorra 167 euros y una persona que cobra como usted, 1.343 euros”, le reprochaba. “Esa es su política fiscal, una política fiscal que solamente favorece a los que mas tienen en la Comunidad”.
Una premisa que repitieron el resto de candidatos de la izquierda que también recordaron los casi 1.000 millones de euros al año que el Gobierno regional perdona a los más ricos. “Debe ser que la inmensa Comunidad es de ricos porque la inmensa mayoría nunca vota a la izquierda, porque sabe que solo trae la misma miseria y la misma pobreza”, se limitaba a decir Ayuso ante las críticas. El candidato socialista hizo también alusión a que el Gobierno regional solo ha aprobado unos presupuestos en cuatro años, algo que Ayuso utilizó para responsabilizar a la izquierda a la vez que se felicitaba por “no pactar con la miseria”.
Lobato aboga por la “solvencia”
“¿Usted está dispuesta a quedarse tan tranquila sabiendo que Madrid es la 32 región de la Unión Europea?”, preguntó el líder socialista Juan Lobato, que se estrenaba en el formato con un tono más institucional al resto de candidatas progresistas. Lobato apostó durante el debate por hablar de “propuestas concretas”. “Ya hay muchos opositores y agitadores en la Comunidad de Madrid”, dijo el líder socialista tratando de desmarcarse de las candidatas de Más Madrid y Podemos en su estrategia de confrontación con Ayuso.
“Ganar al Partido Popular y regenerar Madrid está en la sensibilidad, con esos 60 alcaldes que tenemos en la región, la solvencia y la experiencia de gestión”, defendió Lobato. También tuvo reproches contra Ayuso a la que acusó de “gobernar con eslóganes” y de no tener “amigos”. “Yo me comprometo a ser un presidente reivindicativo, por supuesto, pero la democracia y gobernar es mucho más, es respeto, es educación y es llegar a acuerdos”, defendió frente a la polarización.
El líder de los socialistas madrileños terminaba prometiendo “escuchar, respetar y gestionar con seriedad”. “No perdamos tiempo. No puedes esperar más esa resonancia, esa casa que tenéis derecho a tener, esa plaza de vuestra hijo en Atención Temprana, Formación Profesional y Universidad”.
Mónica García: “Más Madrid no tiene techo”
Mónica García, como ya hizo en el debate de hace dos años, volvió a situar la sanidad en el centro de sus políticas poniendo en relieve su experiencia como médica de la sanidad pública durante 23 años. “He visto cosas que jamás creí ver”, decía García ante la gestión sanitaria del Gobierno regional. Y añadía: “He visto insultar a los sanitarios, cerrar urgencias y abrirlas con equipos totalmente rotos”, lamentaba la candidata de Más Madrid. En ese sentido, García aseguraba que tiene “un plan para arreglar la sanidad pública”.
“Quiero repatriar a los médicos que Ayuso ha expulsado huyendo de su propio maltrato”, seguía, para concluir que su modelo pasa por “arreglar la sanidad pública, garantizar un techo digno y empleo verde”. García también quiso poner en valor el crecimiento de su partido en la comunidad: “Más Madrid no tiene techo”, dijo. Y añadió: “Somos la alternativa real, los que podemos llevar a Ayuso a la oposición y que se quede con la ganas”.
Ante los reproches de la izquierda, Ayuso ha llegado prometer “una planta” en cada balcón de Madrid como estrategia para combatir el crisis climática. La presidenta regional no tuvo ni el apoyo de la candidata de Vox, Rocío Monasterio, que aunque trató de evitar la confrontación directa con Ayuso, le afeaba la ruptura de relaciones “a última hora” con Vox que fue, dijo, la causa de que no se acordaran los últimos presupuestos.
El discurso más ultra de Vox
La candidata de extrema derecha recuperó el discurso más xenófobo de Vox durante el debate al vincular a los menores inmigrantes solos, a los que ella llama “menas”, con episodios de violencia, apuñalamientos y atracos en la Comunidad de Madrid. Durante el debate en Telemadrid, Monasterio aseguró que su partido se equivocó cuando en aquel cartel que colgaron en el metro de Madrid sostenían que “cada mena” cuesta “1.400 euros al mes”. “No era verdad”, señaló, mientras rompía el citado cartel.
“Cada mena nos cuesta 6.400 euros al mes. Y luego nos dicen que no hay ayudas para educación, para tratar mejor a los médicos, que no les podemos hacer contratos a los médicos”. En este punto fue incluso afeada por Ayuso que lamentó las palabras de la que había sido su socia. “Relacionar inmigración con delincuencia es una gran mentira”, dijo la presidenta regional.
Reproches entre la izquierda
El único momento de choque entre las izquierdas se produjo cuando Alejandra Jacinto, candidata de Podemos-IU, reprochó a Más Madrid que no se sumara a una “candidatura de unidad” en la región y concurra en solitario a las elecciones del 28M. Jacinto sacaba así a relucir la división del espacio a la izquierda del PSOE. La candidata de Más Madrid respondía que es su fuerza política la que tiene opciones de gobernar la comunidad y encabezar el bloque progresista y, sin querer entrar en el cuerpo a cuerpo con Podemos-IU, apeló a todas las fuerzas de izquierda a pactar al día siguiente de los comicios.