Isabel Díaz Ayuso ha lanzado este martes un duro alegato contra la dirección saliente del PP. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha pedido la “expulsión” del partido de todos aquellos que cuestionaron el contrato de 1,5 millones de euros en mascarillas de su Gobierno por el que su hermano cobró una comisión. “No creo en las heridas cerradas en falso”, ha asegurado durante su discurso, según fuentes próximas a la presidenta madrileña, algo en lo que ha ahondado a la salida: “Todos los que se han dedicado a crear dudas sobre mí tienen que estar apartados del partido”, ha asegurado la presidenta regional en declaraciones a los medios de comunicación.
“Han sucedido hechos gravísimos que, para volver a ganarnos la confianza de la opinión pública, habrá que investigar y expulsar a sus autores. Y saber por qué un estúpido anónimo acaba en forma de SMS en los teléfonos de nuestros adversarios políticos”, ha asegurado durante su discurso en la Junta Directiva del PP señalando directamente al aún presidente del PP, Pablo Casado, y el exsecretario general, Teodoro García Egea. Estas palabras han tenido respuesta de Casado: “Isabel, ya te dije en esa reunión en la que estuvimos dos horas y media que yo no he hecho eso que tú has dicho”, ha reprochado el hasta ahora líder del PP.
Ayuso ha llegado a compararse con la fallecida Rita Barberá, la exalcaldesa de Valencia que estuvo envuelta en varios casos de corrupción. “¿Cuántas Ritas Barberá podemos permitirnos en este partido?”, aseguran fuentes presentes en la Junta directiva que ha manifestado y confirman desde el entorno de Ayuso. La presidenta madrileña ha defendido además que tuvo que hacer “de tripas corazón” en la convención de Valencia, en el congreso de Andalucía, en el de Castilla y León y en sus elecciones, o en el cónclave de Castilla- La Mancha. “Y siempre estuve ahí, siempre he estado donde se me ha pedido… mientras los mismos decían por lo bajo: ”le queda poco para caer“, ha lamentado.
La dirigente regional ha defendido que “la Comunidad de Madrid, fuertemente castigada durante la primera ola y ante la inacción del Gobierno, tuvo que hacer lo imposible para conseguir material con el que proteger a los sanitarios y salvar vidas”. En este sentido, ha defendido que su Gobierno “jamás hizo otra cosa que actuar con rectitud y gran profesionalidad” y ha asegurado que “jamás benefició a ningún familiar” y menos, suyo.
“Ni familiar, ni amigo. No encontraréis un ejemplo que me desmienta. El contrato famoso, del que se ha estado hablando en cada redacción porque había una misión encargada desde esta casa para que se supiera fue un contrato ajeno a mí. Me enteré en la séptima planta de su existencia un año y medio más tarde. Jamás medié en él”, ha sostenido Ayuso. “Desde mi casa se ha hecho lo imposible por echarme de la política y destruirme en lo personal. No sé cuándo dejaremos de entregar trofeos a nuestros adversarios políticos”, ha insistido.
Apoyo de Núñez Feijóo
El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo ha hecho un respaldo cerrado a la presidenta madrileña a su salida de la Junta directiva nacional: “Ayuso es un activo incuestionable del PP”, ha asegurado Feijóo que ha añadido que “es una persona honorable” que el PP va a defender porque no presenta “dudas su honorabilidad”.
También Ayuso ha mostrado su apoyo a que sea el presidente del PP gallego quien dé un paso al frente para liderar el partido tras la salida de Casado. Aunque la presidenta ha advertido: “Debemos ser la alternativa y presentar nada más terminar el Congreso una batería de medidas reformistas, que ilusionen y que marquen un nuevo camino”.
Ayuso ha pedido además “dar la batalla cultural”: “Cada vez que nos hemos mimetizado con la izquierda hemos perdido toda la credibilidad. No conozco una negociación con ella donde hayamos ganado nada”, ha lanzado la presidenta madrileña sobre el rumbo que debe tomar el PP y el nuevo liderazgo de Feijóo. La dirigente regional ha marcado el camino que debe tomar la formación: “Somos la casa común del centro- derecha, donde deben volver a ella todas las corrientes. Negar que quien hoy vota a Vox o en menor medida a Ciudadanos era nuestro votante, es estar completamente ciego y alejado de la realidad”.