Ayuso ficha a la hija del artífice de la privatización sanitaria del PP para la gestión de la crisis de las residencias
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, decidió colocar a Antonio Burgueño, artífice de la privatización sanitaria del PP, en el equipo asesor de la Consejería de Sanidad cuando estalló la crisis del coronavirus. Ahora, también ha fichado a su hija, Encarnación Burgueño, como parte de la gestión de las residencias de mayores, han confirmado fuentes de la Consejería a eldiario.es después de que lo publicase El País. Los geriátricos se han convertido en uno de los principales focos de contagios en Madrid con 3.384 muertes en el mes de marzo, más del triple de lo habitual.
“Se trata de un apoyo puntual que se buscó en el inició del impacto de la epidemia en las residencias, por el cual no se le ha abonado nada”, aseguran desde el departamento de Sanidad de la Comunidad de Madrid que dirige Enrique Ruiz Escudero. No aclaran, sin embargo, durante qué fechas Encarnación Burgueño ha prestado o está prestando ese “apoyo”.
Según el currículum de Burgueño colgado en Linkedin, es directora de una empresa llamada Cardio Lider desde octubre de 2019. Previamente fue teleoperadora de QuironSalud, teleoperadora de Ilunion o jefe de ventas de Telepizza, por lo que no tendría experiencia en el sector de las residencias de mayores. Cardio Lider, empresa que según su página web se dedica a la venta y alquiler de desfibriladores, no figura en el Registro mercantil.
Según ha contado la propia Burgueño a El País, está dirigiendo un pequeño equipo de profesionales que está realizando una “evaluación de la situación y necesidades” de las residencias de la región, “diseña y prepara las zonas de aislamiento” y forma al personal para trabajar en ellas, informa este periódico.
Ayuso decidía hace diez días retirarle las competencias de las residencias de ancianos al consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero,para dárselas a al consejero de Sanidad, del Partido Popular. La presidenta lo hacía después de que el departamento de Reyero informase de que habían fallecido 1.065 ancianos en Madrid. En el entorno de la presidenta lo achacaron al “descontento” por su gestión.
“Solo se preocupan en salir en televisión, pero se acabó. Se ha buscado el modo más suave y en las pocas horas que lleva el equipo de la presidenta con la gestión”, aseguraron sobre la retirada de competencias a Reyero desde el entorno de la presidenta. Desde que la Consejería de Sanidad se hiciera con el control de las residencias fallecieron 2.300 ancianos más en una semana.
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