Los puentes no se han roto. A pesar de la grave crisis que Podemos en Madrid ha vivido esta semana, después de la suspensión cautelar de militancia de los seis concejales de la formación en el Ayuntamiento, lo que tienen claro todos los implicados –el propio partido, los ediles y Manuela Carmena– es que no se ha acabado con la idea de formar una candidatura conjunta liderada por la actual alcaldesa para las elecciones de 2019, en la que también estén Izquierda Unida, Equo e independientes. Las buenas intenciones no implican, sin embargo, que la crisis se haya cerrado.
Podemos respiraba aliviado este jueves tras escuchar las palabras que ha hecho Carmena en un acto público tras la expulsión provisional de sus concejales del partido, muy cercanos a ella y que la alcaldesa quiere incorporar en su lista para revalidar la Alcaldía. Así lo confirman diferentes fuentes consultadas de la formación morada. Podemos temía que la exjueza pudiera romper los puentes y cuestionar la candidatura conjunta.
Pero la alcaldesa sí que ha querido volver a marcar distancias con Iglesias y Podemos, en un empeño de la regidora desde que tomó posesión en junio de 2015 de que no se la vincule al partido morado. La primera edil ha insistido en que la candidatura que quiere encabezar no tiene que estar ligada a partidos políticos ni cuotas, como ya hizo el pasado 10 de diciembre cuando confirmaba que optaría a la reelección. Carmena entiende que mantener su independencia, que ha trabajado concienzudamente durante estos tres años y medio, es la clave para revalidar el mandato.
“Con Iglesias no he hablado. No tengo una vinculación específica con él ni necesidad de tener con él una conversación. Creo que es un problema que surge en el marco de Podemos y no tengo nada que ver. Yo no soy del partido Podemos ni tengo ninguna vinculación política directa con el partido. En el Gobierno de Madrid hay unos ediles muy buenos y valiosos y son ellos los que decidan cómo resolverlo”, ha defendido la alcaldesa.
Carmena ha lanzado de nuevo el mensaje de que no debe dar cuentas a Iglesias ni tratar con él para configurar la candidatura, pese a que sabe que si no es con Podemos no hay posibilidades de revalidar el mandato, según confirman diferentes fuentes. Su intención de llegar a las elecciones sin marcas partidistas es también unos de los motivos que la llevaron a dejar a Marta Higueras -su mano derecha en el Gobierno municipal y la única condición que puso para aceptar ser la candidata en 2015- al frente de las negociaciones con los partidos.
El otro de los motivos es su determinación por que Higueras sea también su segunda en la lista de 2019, así como en el futuro Gobierno. La alcaldesa quiere revalidar el mandato presentando a los electores, antes de que voten en mayo, quiénes serán los nombres de su equipo de Gobierno y los cargos que desempeñará cada uno, desvelan a eldiario.es fuentes de su entorno.
El poder que quiere tener Podemos en la lista con un número dos de Podemos, el ex Jefe de Estado Mayor de la Defensa (Jemad) Julio Rodríguez según los deseos de Iglesias, es, por tanto, la clave del pulso entre la alcaldesa y el líder del partido de izquierdas. Diferentes fuentes sostienen que Rodríguez e Iglesias quieren colocar a sus afines de cara a una hipotética sucesión a medio plazo de Carmena. La intención de la alcaldesa no es ni mucho menos esa. La propia Higueras se dejó querer durante una entrevista publicada por El País este domingo, en la que afirmó que se presentaría a alcaldesa si no estuviera Carmena.
Se seguirá negociando
Desde el entorno de la alcaldesa se asegura que tiene voluntad de arreglar las cosas con Podemos pero no a costa de un “trágala” ni a cualquier precio. Carmena tardó mucho en decidir si repetía como cartel electoral en Madrid y no quiere presentarse para perder frente a Ciudadanos y el PP, sino para consolidar el cambio, dicen las fuentes consultadas, que recalcan que la imagen de división no ayuda y puede introducir nuevas dudas en la regidora. “Si no tiene certeza de que puede revalidar la Alcaldía, se irá a su casa”, aseguran esas fuentes.
Antes de que estallase la grave crisis de Podemos en Madrid este lunes, Rodríguez e Higueras negociaban la candidatura. Podemos asume que la crisis en Madrid “enturbia” las negociaciones con Carmena, como declaraba la propia adjunta del grupo confederal en el Congreso, Ione Belarra. La lista de primarias que motivó la ruptura total entre los ediles y la dirección de Podemos Madrid, además, “no estaba consensuada” con Higueras que seguía el proceso de cerca, pese a las palabras de Carmena desentendiéndose de las mismas.
Francisco Pérez, concejal de Podemos de la cuerda de Pablo Iglesias, fue el primero en borrarse de las primarias tras conocer la lista. Pérez es miembro de la dirección de Podemos Madrid y decidió no presentarse por lo que consideraba “una desautorización de los concejales” relegándoles a puestos por debajo del décimo. El edil relata, en una entrevista en este diario, que antes de tomar la decisión de borrarse de las primarias, llamó a Marta Higueras y le preguntó si esta lista estaba consensuada con Carmena: “Me aseguró que no”.
La intención de todos ahora es retomar esas negociaciones. El partido de Pablo Iglesias da por perdidos a los seis ediles si no concurren a sus primarias, aunque no se opondrá a que vayan en la lista de Carmena. La formación, por tanto, da por hecho que perderá cuota de candidatos en la lista de Carmena, aunque sigue apostando por dar la batalla para conseguir puestos claves en la misma.