La polémica desatada por Vox durante el debate electoral de este viernes en la Cadena Ser al poner en duda las amenazas de muerte vertidas contra el candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez, sigue trayendo cola. En el PP tienen la campaña donde no la querían: con una mayor movilización de la izquierda frente a la extrema derecha, un partido con el que los populares gobiernan en varios parlamentos regionales y que según indican todas las encuestas condicionará el Gobierno de Madrid si Isabel Díaz Ayuso gana las elecciones y necesita los votos de Vox.
Por ello, la candidata del PP pedía este sábado no caer “en guerras estériles”: “No puede ser que después de dos años de lucha en soledad se fabriquen a última hora problemas inexistentes para tapar lo importante”, ha asegurado durante un mitin en Pozuelo de Alarcón después de que este viernes cargara las tintas contra Pablo Iglesias y se acusara de provocar violencia: “No puede ser que aquellos que provocan la violencia luego se sientan ofendidos”, dijo Ayuso en otro acto en Tres Cantos después de guardar silencio durante toda la jornada.
El debate entre candidatos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid de este viernes en la Cadena Ser ha supuesto un punto de inflexión en la campaña de las elecciones del próximo 4 de mayo por la decisión de Vox de reventarla al negarse a condenar y negar la veracidad de las amenazas de muerte vertidas contra Iglesias, Marlaska, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez.
En el mitin de este sábado también ha estado Pablo Casado. El líder del PP había condenado este viernes “sin matices” las amenazas, pero este sábado señalaba a la izquierda como la responsable de “resucitar al dóberman”. “Lo peor que ha hecho la izquierda es volver a resucitar el dóberman, el miedo. Es patético, pero es terrible que en política se te acaben los argumentos y se te acabe la decencia para intentar atemorizar a los madrileños”, ha asegurado Casado durante el acto en Pozuelo de Alarcón, el segundo de la campaña en el que participa el líder del PP junto a Ayuso. Casado de ha volcado en una campaña en la que repite que los resultados del 4M supondrán el inicio de su carrera a la Moncloa.
Casado ha reivindicado la “unidad del centro derecha” y ha apelado también al voto socialista desencantado con Pedro Sánchez que en el pasado haya votado a Joaquín Leguina, Felipe González o Alfredo Pérez Rubalcaba. “Este es un proyecto de puerta ancha. No es una cuestión de centrismo, es una cuestión de centralidad”, ha asegurado el líder del PP.
Tras defender el proyecto que representa el PP de “unidad”, Casado ha aludido a la crispación que se ha instalado en la campaña tras el choque provocado por la candidata de Vox Rocío Monasterio. Casado ha pedido “unidad en las calles” y una “libertad sin ira” porque, según ha dicho, el PP “no quiere un país a garrotazos”, pese a que ha integrado recientemente a miembros de Vox en el Gobierno regional de Murcia.
Ya en su turno de palabra, Ayuso ha estado mucho más comedida de lo que estuvo el viernes cuando acusó a Iglesias de provocar la violencia por “blanquear”, dijo, a ETA. “Nosotros no vamos a estar ahora mismo para estos circos. Tenemos que hablar de lo que sí pasa y no despistarnos con lo que no pasa. No puede ser que después de dos años de lucha en soledad se fabriquen a última hora problemas inexistentes para tapar lo importante”, ha señalado la dirigente madrileña, tras el debate electoral en el que toda la izquierda se levantó al no condenar la candidata de Vox las amenazas de muerte que recibió Iglesias.
Ayuso ha vuelto a poner en el centro de sus ataques al Presidente del Gobierno del que ha asegurado, ha desaparecido de la campaña después de que ella le retase a irse su obtenía un mal resultado. “Veo que ahora ha cogido el mensaje y nos manda a los ministros, que no son pocos, a hacer campaña contra la contra la Comunidad de Madrid, a aprovechar los viajes institucionales para arremeter contra el Gobierno de la Comunidad de Madrid cuando no contra el PP, confundiendo una y otra vez gobierno y partido”, ha lamentado Ayuso.
“No hay gestión. No hay nadie al frente. Y ya veréis a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid nuevamente indicándole el camino al presidente del Gobierno. Lo que hemos vivido siempre”, ha asegurado arropada por todo el equipo técnico de la Consejería. Por primera vez, la segunda y la tercera línea del área que dirige Enrique Ruiz Escudero, número dos de la lista, se ha desplazado a un acto electoral.
En el entorno de Ayuso creyeron haber pasado este miércoles el examen más difícil con el debate de los seis candidatos en Telemadrid y querían una campaña sin sobresaltos, todo lo contrario a lo ocurrido este viernes. En el equipo de la presidenta madrileña existe hoy el temor de que suponga la movilización del voto contra la extrema derecha, que hasta ahora no aparecía en las encuestas.