El caso Cifuentes ha resucitado en la Asamblea de Madrid. Pero también la tesis de Pedro Sánchez, la carrera del líder del PP, Pablo Casado, y el máster de la exministra Carmen Montón. Los escándalos académicos y las acusaciones cruzadas se han comido el pleno monográfico sobre universidades previsto para este jueves, al que no ha acudido ningún rector de los centros madrileños pese a que habían sido invitados por los grupos parlamentarios.
El consejero de Educación, Rafael Van Grieken, se ha esforzado por mostrar los logros de legislatura en materia universitaria. Ha hablado de la bajada de tasas y del aumento de las becas, pese a que el Gobierno regional se ha visto obligado a dejar en un cajón la ley estrella de Cristina Cifuentes para regular esta etapa universitaria, la Ley del Espacio Madrileño de Educación Superior. Y ha acusado a la oposición de “mantener viva la polémica porque saben que es un filón electoral”. “Yo soy un gestor político, por eso he venido a hablar de la universidad en mayúsculas”, ha sostenido.
Su discurso repleto de datos ha intentado esquivar a toda costa cualquier mención al caso Cifuentes, en el que ha terminado involucrado al ser llamado como testigo la próxima semana por la jueza que investiga el entramado de la Universidad Rey Juan Carlos y el Instituto de Derecho Público.
Durante las cuatro horas de debate, el PP ha tratado de dar por muertas todas las causas judiciales que han puesto en sospecha los méritos académicos de su presidente, Pablo Casado, y de la exdirigente Cristina Cifuentes. “Lo que quería Ciudadanos con este pleno era organizar un circo, pero la actuación de las universidades y de la justicia se lo ha destruido”, le ha espetado al líder de Ciudadanos, Ignacio Aguado, el portavoz de los conservadores Enrique Ossorio.
Ossorio ha centrado su intervención en volver a sacar al debate público la tesis de Pedro Sánchez. Y ha acusado al “tripartito de la oposición” de “excluir” esta cuestión de la comisión de investigación sobre universidades que prevé poner en marcha la Asamblea de Madrid y que el PP mantiene bloqueada por el momento.
El grupo parlamentario popular ha pedido un informe a los servicios jurídicos para verificar si llamar a comparecer a los profesores de las universidades a la Asamblea de Madrid vulnera la autonomía universitaria. Una maniobra para retrasar la puesta en marcha que se resolverá previsiblemente el próximo lunes, para cuando se espera el informe de los letrados de la cámara. En todo caso, el criterio jurídico no es vinculante y PSOE, Ciudadanos y Podemos podrían seguir adelante con la comisión pese a que el PP se oponga. Con o sin el respaldo del informe.
“Yo no sé qué van a dejar para la comisión de investigación si han dedicado el pleno a hablar de 10 o 15 alumnos”, ha protestado el diputado socialista Juan José Moreno en su turno de palabra. “En la mentira vale todo, y aquí no nos van a encontrar”, ha respondido ante las acusaciones de PP y Ciudadanos dirigidas al presidente Pedro Sánchez.
El líder de la formación naranja, Ignacio Aguado, ha atacado a todos los frentes. A “los carnets del PP y del PSOE” y también directamente al portavoz socialista, Ángel Gabilondo, por no intervenir en el debate. “Necesitaba su momento de gloria para su candidatura en Madrid”, le ha afeado Rafael Van Grieken.
El barro seguía subiendo según pasaban las horas, hasta dejar en un residuo el tiempo que se ha dedicado a hablar sobre el objeto del pleno (la situación de las universidades) mientras el consejero de Educación intentaba una y otra vez reconducir el tiro con una pila de números para demostrar “la calidad” de las universidades madrileñas y especialmente de la Universidad Rey Juan Carlos.
“La universidad ha sido protagonista esta legislatura. Pero este protagonismo solo se ha debido a la humillación sin precedentes que el PP ha ocasionado a la universidad pública madrileña”, ha criticado el diputado Eduardo Fernández Rubiño, de Podemos, en su turno de intervención. Fernández Rubiño ha recordado a Van Grieken su condición de citado como testigo “por haberse puesto en el lado del fraude académico en lugar de ponerse de parte de la defensa de las universidades” y ha mirado también a Ciudadanos por haber “recetado impunidad para el daño que el PP ha recetado a las universidades”.
La polémica de los títulos universitarios, meses después, sigue caliente.