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La cercanía a Pablo Casado concede una segunda vida política a Ángel Carromero

El PP de Pablo Casado ha sacado a Ángel Carromero de la sombra y trata de reflotar de nuevo su imagen pública. Su cercanía con el líder le ha concedido una segunda vida política después de ser condenado y encarcelado por homicidio imprudente de los opositores castristas Oswaldo Payá y Harold Cepero en un accidente de coche en Cuba. Siete años después, el partido le asciende por partida doble: orgánicamente en Génova, donde ha sido nombrado vicesecretario electoral del PP de Madrid, y como cargo público, al ser designado director general en el Ayuntamiento de Madrid.

Los dos son puestos de relevancia. El primero supone salir por primera vez de su papel de asesor en la sombra para ocupar un cargo de responsabilidad en el PP de Madrid y le coloca en una posición de relativo mando a las puertas de unas elecciones. El segundo es un salto importante dentro de la administración local, donde lleva más de ocho años cobrando sueldos públicos. Como asesor de Ana Botella, de Esperanza Aguirre y después de José Luis Martínez-Almeida. Con este último ascenso, su salario pasa de 55.700 euros a más de 90.000 al año, según los últimos datos publicados por el Ayuntamiento de Madrid. Este cargo, además, es influyente en el Consistorio pues forma parte del núcleo de máxima confianza del regidor.

El Portal de Transparencia municipal no recoge ninguna información sobre su currículum. En su perfil de LinkedIn solo figura un trabajo conocido –más allá de sus labores de asesor– en el Corte Inglés entre 2005 y 2006, además de una licenciatura en Derecho, tres cursos en ICADE y otro en Fordham University. En los últimos siete años Carromero ha cobrado alrededor de 380.000 euros (brutos) en salarios públicos.

Hasta julio de 2012 Carromero era un joven asesor de distrito en Madrid con un generoso sueldo que aspiraba a suceder a Pablo Casado al frente de las Nuevas Generaciones del PP. Trabajaba en la Junta de Distrito de Moratalaz y cobraba casi 50.500 euros brutos al año por asesorar a la concejala Begoña Larráinzar. Pero el accidente en Cuba y lo que vino después le hizo protagonista de titulares durante meses: dos opositores castristas murieron tras un accidente con el coche que él conducía. Carromero no tenía puntos en el carné para conducir en España.

Fue condenado a cuatro años de prisión en Cuba y una parte del PP, liderada por Esperanza Aguirre, se volcó en su defensa. Pablo Casado ejerció de su portavoz y la expresidenta lo fue a visitar a la cárcel de Segovia cuando, tras varios meses encarcelado en Cuba, fue extraditado para seguir cumpliendo la condena en España.

Estuvo poco en prisión. Apenas dos semanas después de llegar al centro penitenciario de Segovia, le concedieron el tercer grado y volvió a su trabajo en Moratalaz, controlado a través de una pulsera telemática que llevó hasta abril de 2015, cuando cumplió su condena.

El PP le mantuvo en su puesto de trabajo durante su paso por la cárcel. Estuvo percibiendo un salario desde julio de 2012 hasta enero de 2013, cuando pudo regresar a España. Carromero cobró su sueldo íntegro durante el verano y desde septiembre a enero se le recortó a un tercio por “exención jurídica provisional”. Percibió casi 9.000 euros en total en esta etapa negra.

La garantía de un empleo fue una pieza fundamental para facilitar su pronta puesta en libertad vigilada. El regreso a Moratalaz, sin embargo, estuvo rodeado de las críticas de sus compañeros funcionarios, que enviaron una carta a Ana Botella manifestando que no entendían que se hubiera “reservado” su plaza en plena época de recortes en la Corporación.

Con Botella, con Aguirre y ahora, con Almeida

Apenas dos meses después, saltó como protegido al Palacio de Cibeles en otro puesto de asesor de la exalcaldesa Ana Botella. Era marzo de 2013 y Carromero empezaba a cobrar el segundo sueldo público de su vida profesional. Tenía 27 años. Para justificar el cambio se argumentó que el asesor no tenía un buen ambiente de trabajo ya en la Junta. El sueldo se mantuvo: 50.474 euros.

Desde Madrid, el PP intentó que el Gobierno de Mariano Rajoy lo indultara, sin éxito. Ese mismo año también se convirtió en el número dos de Nuevas Generaciones, aupado por Ana Isabel Pérez. Después han sido frecuentes las fotos del secretario general de las juventudes con diversos líderes del partido, entre ellos, Cristina Cifuentes.

La entrada en el Gobierno municipal de Manuela Carmena en el año 2015 no expulsó a Carromero de Cibeles. El grupo parlamentario popular lo contrató de nuevo como asesor, esta vez con Esperanza Aguirre, con un salario de más de 55.700 euros anuales. Su dimisión tampoco supuso el fin: José Luis Martínez-Almeida, actual alcalde de Madrid, aprobó mantenerle en su equipo cuando fue nombrado portavoz sustituto.

En esta última etapa también trabajó directamente para Pablo Casado, con quien compartió muchos años en Nuevas Generaciones. Formaba parte de su equipo de confianza en la campaña para las primarias de verano de 2018 que catapultaron a Casado a la presidencia del PP nacional.El grupo parlamentario liderado por Martínez Almeida dio vacaciones a Carromero y a otros dos asesores municipales –entre ellos David Erguido, actual senador por designación autonómica– para hacer campaña por Casado.

El secretario general de Nuevas Generaciones, histórico aguirrista, pertenece ahora al núcleo casadista del partido. Este lugar también le ha proporcionado un hueco en el organigrama del PP de Madrid con la llegada como nueva secretaria general de Ana Camins, a quien conoció también en las juventudes del PP. Su nombramiento como responsable electoral, sin embargo, no ha caído bien en todo el partido regional. Algunos miran con recelo su vuelta a la exposición pública.