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Cifuentes manipuló el nombre de su primer máster para añadirse méritos

Oficialmente se llamaba Curso Superior en Administración Pública, pero tanto en la biografía oficial de la Comunidad de Madrid como en la de la Asamblea, la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, lo llama Máster en Administración Pública y Dirección de Empresas. Con ese añadido ha adornado la máxima dirigente madrileña ese primer máster que realizó entre 1999 y 2000 en el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset y que fue previo al que cursó en la Universidad Rey Juan Carlos que, tal y como adelantó eldiario.es, aprobó con notas falsificadas.

Desde el propio instituto, perteneciente a la Fundación José Ortega y Gasset – Gregorio Marañón, han confirmado a este diario que la titulación que obtuvo la presidenta madrileña en 2000 fue 'magister artis en Alta Dirección Pública', tras cursar la 'maestría' llamada 'curso superior en Administración Pública'. Nada de ‘dirección de empresas’, al menos en la denominación. Una simple búsqueda en Google del que dice haber cursado Cifuentes, “master en Administración Pública y Dirección de Empresas” –así, entre comillas– demuestra que los únicos resultados que se obtienen son los referidos al currículum de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Es decir, que con ese nombre el máster no solo no existió en el citado instituto, sino que no lo oferta ningún otro centro formativo.

Según explica uno de los profesores que dio clase a Cifuentes –que prefiere mantener su anonimato–, el máster era un título propio del Instituto de Investigación Ortega y Gasset y, al cursarse en años anteriores a la entrada en vigor del llamado como Plan Bolonia que permitió la creación del Espacio Europeo de Educación Superior, en ese momento no era un máster oficial. Constó, asimismo, de 30 créditos que, con el trabajo de fin de máster, correspondieron a unas 300 horas. Este docente asegura que “era obligatoria la asistencia” y que las clases se impartían los jueves y viernes de diez de la mañana a ocho de la tarde y los sábados, de 9:30 a 13:30 “cada tres semanas, más o menos”.

Sin embargo, asegura que Cifuentes no era precisamente una de sus mejores alumnas. “A mi clase no vino casi nunca”, advierte, a pesar de que la asistencia era obligatoria. “Luego aprobó porque el sistema era muy flexible, dado que no era un título oficial”, apunta. El trabajo de fin de máster era “para resolver un problema de trabajo” y “los exámenes eran casos prácticos”.

A este profesor le sorprende que Cifuentes añadiera ‘Dirección de Empresas’ al nombre de su máster, porque la materia no tenía nada que ver con ello. De hecho, según consta en el programa de ese mismo curso de dos promociones posteriores, el objetivo principal del curso era “la formación de directivos superiores dotados de capacidad creativa y preocupados por el rendimiento, mediante la comunicación de conceptos y el desarrollo de las destrezas necesarias para desempeñar una gestión pública eficaz”. Pública, que no privada. Entre los módulos que cursó la presidenta madrileña estuvieron, 'Planteamiento estratégico, Dirección y organización, Gestión estratégica de los recursos humanos,

Economía pública, Presupuestación y gestión presupuestaria, Análisis y gestión intergubernamental de políticas y Marketing público', todos ellos centrados en la administración pública y no en el ámbito empresarial.

También de forma anónima, algunos alumnos de ese mismo máster han confirmado que Cifuentes estaba entre sus compañeros, aunque difieren en sus versiones sobre su participación en las clases. Uno de ellos asegura que la presidenta madrileña “fue a la sesión de presentación del máster y no volvió nunca más”. Y explica que “el día de la graduación estaban los diplomas en cada una de las sillas, también el de Cifuentes, pero no fue a buscarlo”. Otra alumna asegura, en cambio, que la hoy máxima mandataria madrileña sí que asistía a las clases aunque formaba parte de un grupo de funcionarios de la Universidad Complutense a los que esta institución habría pagado la matrícula del máster.