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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Cifuentes dice que el “título es perfectamente legal” pero no aporta ningún documento nuevo que lo pruebe

Cristina Cifuentes ha defendido en la Asamblea de Madrid que su título de máster “es perfectamente real y legal”. “Ni mi currículum ni mis calificaciones han sido falseadas ni falsificadas”, ha apuntado la presidenta. En su discurso, sin embargo, no ha aportado ninguna nueva prueba nueva que así lo demuestre ni ha aclarado las lagunas que se desprenden de la documentación que aportó como pruebas hace dos semanas. 

Como novedad, la presidenta se ha valido de “decenas de correos” en los que, según ella, se pedían modificaciones de notas a posteriori. “Se demuestra que no es inhabitual. Se puede realizar desde cualquier campus siempre que el funcionario tenga acceso”. “He demostrado que es habitual recibir peticiones. No era una práctica excepcional ni trato de favor. ¿Qué será lo siguiente que se inventen?”, ha indicado. También ha mostrado una carta que atribuye al profesor del máster Pablo de Chico y que tendría como receptor al rector. En ella, según ha explicado, Chico explicaría a Javier Ramos que el problema deriva de un “error de transcripción” que es habitual.

Por primera vez, la presidenta ha admitido que no asistió al máster de forma regular.  “Que sea presencial significa que las asignaturas no se dan de manera telemática. Los estudios de posgrado se adaptan a las posibilidades de los horarios de la gente que trabaja. Me acogí a eso y es algo que se hace y que se acuerda, no solamente en mi caso”, ha explicado. Una aclaración que no concuerda con que los alumnos no la recuerden en los exámenes. 

Cifuentes ha desmentido un cambio de versión en sus explicaciones, pese a que una portavoz dijo a este medio el primer día que el motivo del cambio de notas era que había dejado esas dos asignaturas pendientes. “Yo no he hablado de diferentes versiones. Siempre he dicho lo mismo, que fue un error de transcripción. Los únicos que han tenido que ir improvisando son los que se acusan sin pruebas”. 

La dirigente ha revestido de habitualidad el hecho de matricularse tres meses después de empezar el curso, como publicó eldiario.es, y ha justificado que pasa cuando “hay plazas vacantes”. No ha encontrado justificación, sin embargo, a la tasa de 6,11 euros pagada en noviembre de 2012, varios meses después de aprobar el título, según su versión. “Me resulta difícil recordar a qué corresponde una tasa de 6,11”, ha justificado.

La jefa del Ejecutivo se ha desvinculado de su responsabilidad como delegada del Gobierno de supervisar el dispositivo policial desplegado para la llegada de la Selección española el 2 de julio de 2011, el día que supuestamente defendió su trabajo fin de máster. “Esos dispositivos no se seguían desde la delegación sino desde la jefatura superior de la policía. El seguimiento no me correspondía a mí”, ha dicho. 

También ha negado conocer por qué, según publica El Confidencial, dos de las tres firmas que aparecen en el acta de la defensa del TFM estaban falsificadas y ha señalado a la universidad como responsable. “He enviado a los medios la documentación que me ha remitido el rectorado. Si hay algún problema, yo como alumna no lo puedo aclarar”.

La presidenta da con estas explicaciones y documentos por “demostrado” que su “expediente académico no fue manipulado” y acusa a la oposición de “no venir dispuestos a escuchar”. “Los hechos hablan por sí solos. Es un hecho demostrado que todas las asignaturas incluidas el trabajo fin de master fueron calificadas y aprobadas. Yo realicé y concluí mi máster en 2012. Demostrado con documentos y ha confirmado por la universidad”, ha reiterado en su segunda intervención.

La jefa del Ejecutivo autonómico, que se ha definido de nuevo como una política con “tolerancia cero contra la corrupción”, ha achacado esta crisis a “una operación de descrédito contra mi persona para ganar en los medios y en las redes lo que no han logrado ganar en las urnas” y ha justificado que es “el precio” que paga “por combatir la corrupción”. 

La presidenta también ha atacado a la oposición por llevarla a comparecer en un pleno extraordinario. “Es un acto excepcionalmente preocupante. Es un síntoma del deterioro de nuestros mecanismos parlamentarios”, ha apuntado. “El reglamento de esta cámara no contempla la comparecencia de la presidenta. No guarda relación ninguna con mis competencias. Es un claro fraude de ley parlamentario”. 

Pese a que anunciaron “contundencia”, Ciudadanos ha optado por una vía para ganar tiempo y evitar romper el acuerdo de investidura. Su portavoz, Ignacio Aguado, se ha limitado a proponer una comisión de investigación en la Asamblea de Madrid para “aclarar toda la verdad y dirimir todas las responsabilidades”. 

Por su parte, el portavoz socialista Ángel Gabilondo ha advertido tras escuchar a la presidenta que su intervención “no ha dejado las dudas razonables sobre este asunto”, lo que provoca que “la confianza se vea seriamente afectada”. Gabilondo ha repasado las irregularidades destapadas en este caso y ha acusado a la dirigente de “cambiar la versión según se conocían nuevos datos”.

“No puede usted arrastrar a toda la región. La falta de una adecuada explicación dañará a las instituciones que entre todos estamos en la obligación de evitar”, ha señalado el portavoz socialista, que ha afeado que la presidenta haya mostrado correos cuando “habla de proteger los datos”

La portavoz de Podemos, Lorena Ruiz-Huerta, ha pedido explícitamente la “dimisión” de la presidenta y le ha preguntado directamente: “¿Hizo usted el máster de la universidad Rey Juan Carlos, señora Cifuentes?. ”Ha superado usted todas nuestras expectativas. No ha dado ninguna explicación a todas las preguntas que he ido lanzándole“, ha apuntado la portavoz en su segunda comparecencia.

Ruiz-Huerta, que le ha pedido de nuevo enseñar el trabajo, también ha recordado que no ha explicado por qué volvió a matricularse en el curso siguiente pese a haber aprobado todo. “Tampoco ha explicado por qué tiene un acta con dos firmas falsificadas, ni cómo pudo usted presentar el mismo día el trabajo fin de máster y presidió a la vez un dispositivo policial, la única explicación es que nunca estuvo en la URJC ni presentó su trabajo”, ha defendido. 

La presidenta ha negado en su intervención final su “silencio” y ha justificado que estuvo “enferma”. “¿Yo no me puedo pasar enferma tres días? Lamento haber tenido gripe durante tres días”, ha añadido. En dos semanas, la presidenta ha evitado convocar ruedas de prensa y ha vaciado su agenda hasta este miércoles, más allá del envío de un comunicado y de dos entrevistas en Onda Cero y Trece.