La comisión extraordinaria de Desarrollo Urbano ha sacado adelante el dictamen --con los 'sí' de PP, Cs, Más Madrid y Vox y la abstención del PSOE-- que permitirá dar luz verde en el Pleno del Ayuntamiento que se celebrará este viernes a la transformación del fallido sueño olímpico acariciado por el que fuera alcalde Alberto Ruiz-Gallardón en una Ciudad del Deporte para el distrito de San Blas-Canillejas y para la ciudad en general pero con avisos por parte de la bancada socialista de que esto “volverá a los tribunales”.
El Consistorio intenta así dar acomodo legal al planeamiento urbanístico del Wanda Metropolitano y su entorno después de que fuera anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La sentencia del Supremo, tras el recurso del Ayuntamiento en la época de Manuela Carmena, está al caer y el nuevo equipo municipal quiere tener un plan B.
El siguiente paso será la remisión del expediente a la Comunidad. El delegado de Desarrollo Urbano, Mariano Fuentes, ha justificado la necesidad de transformar 1,2 millones de metros cuadrados de suelos pensados para los Juegos en un nuevo proyecto que mantenga “el espíritu olímpico” en el sentido de encontrarse en el germen de un proyecto “más sostenible y real”. Desde que se puso en marcha la operación se determinó que había que darle uso a los terrenos una vez pasadas las Olimpiadas, si se hubieran conseguido para este 2020.
De ahí que con el plan hoy aprobado en comisión se busca aprovechar las infraestructuras construidas y en desuso para devolvérselas a los vecinos, para quienes será el centro acuático, que también acogerá eventos de alta competición. Fuentes ha defendido que con el planeamiento aprobado se reequilibra territorialmente la ciudad con 180.000 metros de nuevos equipamientos, unidos a la capacidad de atracción del Wanda y al futuro parque en el barrio de Las Rosas, que será “el nuevo pulmón verde de San Blas-Canillejas”.
El delegado ha planteado que sobre su mesa tenía dos opciones, dejarse llevar por “los fantasmas del pasado, por los miedos, sin moverse” o “tirar hacia delante mejorando el expediente de los agujeros jurídicos que dejó el anterior Gobierno (Ahora Madrid) y creer en la ciudad”. Se trata, en definitiva, de “transformar unas instalaciones pensadas para los Juegos que nunca llegaron en un impulso de la zona y para un nuevo Madrid”.
La euforia olímpica
Corría el año 2008 cuando Gallardón firmó un acuerdo con el Atlético de Madrid en plena euforia olímpica, convenio que implicaba modificar el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y transformar la parcela en la que ahora se levanta el estadio Wanda Metropolitano para acoger el legado post olímpico pasando de demanial deportivo a patrimonial. El objeto era que el estadio olímpico de La Peineta pasaría a ser del club rojiblanco una vez celebrados los Juegos que, en ningún caso, fueron para Madrid, a pesar de las tres intentonas de la ciudad.
La asociación Señales de Humo, crítica con la dirección del Atlético, recurrió a los tribunales la modificación del PGOU aprobada en 2016, con la abstención del PSOE, y ya con Manuela Carmena como alcaldesa y con una modificación de planeamiento heredada tras ser aprobada inicialmente por la Administración Botella, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) anuló el planeamiento del Wanda con una sentencia, fechada el 31 de julio de 2018, que llegaba incluso a hablar de “desviación de poder”, unido a una clasificación del suelo errónea como urbano consolidado y evidenciando una falta de informes y estudios, como el de incidencia ambiental o el de género.
La modificación de planeamiento hoy aprobada pretende dividir el ámbito Parque Olímpico-Sector Oeste, de 1,2 millones de metros cuadrados de superficie, en dos de distinto régimen jurídico: el primero, que corresponde al 92,83 por ciento de la superficie y que se destinará mayoritariamente a instalaciones deportivas; y un segundo de suelo urbano consolidado del 7,17 por ciento que se corresponde con la parcela del Wanda, adscrito a la categoría de deportivo privado, por lo que deja de ser deportivo público singular y supone la pérdida de 88.150 metros cuadrados de suelo de la red de sistemas generales. La modificación del PGOU pretende establecer mecanismos de compensación de esta pérdida para dar cumplimiento a los requerimientos del TSJM.
Mecanismos de compensación
El Ayuntamiento, explican desde el PSOE, opta por compensar económicamente porque considera que no es posible encontrar suelos disponibles de similares características, una interpretación de la Ley del Suelo que los socialistas consideran incorrecta. Incluso apuntan que la monetización de los 88.150 metros cuadrados de sistemas generales puede conllevar la nulidad.
“Consideramos que nos devuelve a la salida, probablemente en mejor casilla, en mejor posición, pero coloca al Wanda de nuevo en una inseguridad jurídica que sabemos que es muy difícil de solventar”, ha descrito Mercedes González.
El PSOE mantiene que lo que hace el Ayuntamiento es tratar de darle acomodo jurídico al Wanda buscando dar cumplimiento a la sentencia del TSJM tras la compra del estadio de la Peineta por el Atlético y a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie, algo que debería haber hecho en marzo si la pandemia no hubiera paralizado la vida. La portavoz socialista del área, Mercedes González, cree que el Supremo, al que recurrió en casación el anterior Ejecutivo municipal, fallará en la misma dirección que el TSJM.
“Esto volverá a acabar en los tribunales”, ha vaticinado la edil en una comisión semipresencial tras hacer un recorrido por el sueño olímpico devenido en “pesadilla”. “Es un problema de ciudad que generó Gallardón con su sueño olímpico, que tuvo que heredar José Manuel Calvo (Más Madrid) y ahora le toca a Mariano Fuentes (Cs). Complica la vida al Atlético, del que se entiende que le llamen el 'pupas' porque para tener estadio tiene que sufrir, y complica la vida al Ayuntamiento porque tenemos un estadio ya hecho y que si vamos para atrás la ciudad le tendría que pagar al Atlético 200 millones de euros”, ha resumido.
La edil tiene claro que la ciudad salió ganando sacando al Vicente Calderón de su emplazamiento y con la operación Mahou-Calderón, que tenía que haber sido vista “como un todo, Mahou-Calderón-Wanda, y así no habría estos problemas de compensación”. El problema de fondo es la “inseguridad jurídica”, por lo que la propuesta que pone encima de la mesa el PSOE es la revisión del planeamiento del ámbito.
El portavoz de Desarrollo Urbano de Más Madrid, José Manuel Calvo, ha defendido la solución aportada de la modificación del PGOU para acomodar el acuerdo por el que el Atlético compra la edificabilidad deportiva a cambio de que la ciudad reciba una serie de equipamientos y dotaciones de carácter deportivo. “Como autores de esa modificación del plan defendemos que es la única solución posible al problema enorme heredado de Gallardón y Ana Botella ante la caída del sueño olímpico”, ha destacado Calvo.
El edil ha alabado el trabajo técnico pero en el expediente han dado con un error de cálculo en la cesión de las redes locales porque a Más Madrid le salen unos 200 metros cuadrados más. También echa en falta informes de la dirección general de Zonas Verdes y de Aparcamientos. El concejal de Más Madrid espera que la Comunidad se manifiesta en el plazo previsto de cuatro meses para hacerlo “y no en un año, como con Madrid Nuevo Norte”.