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Diez condenados a penas de hasta 27 años de cárcel por prostituir y drogar a una niña tutelada en Madrid

Alberto Pozas

29 de septiembre de 2024 21:57 h

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Una niña de 12 años se escapó del centro de menores donde vivía tutelada por la Comunidad de Madrid. Acudió a su tía, con quien ya había vivido cuando era pequeña, pero lo único que encontró fue un infierno en las chabolas y portales de la capital: obligada a prostituirse a cambio de cocaína y hachís, fue violada durante meses por ocho hombres adultos que le daban droga y algo de dinero. La Audiencia Provincial de Madrid, según ha sabido elDiario.es, acaba de condenar a su tía y otras nueve personas más a penas de entre 6 y 27 años de cárcel por prostituir y drogar a la menor. Todos sabían que era “extremadamente vulnerable”, dicen los jueces, y “se aprovecharon” de ello hasta que la niña “tocó fondo” y pidió ayuda a su hermanastra.

Los jueces declaran probado que la menor tenía 12 años cuando, en octubre de 2019, se marchó para no volver del piso tutelado en el que vivía en régimen abierto. Entonces fue cuando recurrió a su tía materna, con quien ya había vivido durante varios años, creyendo que era “la única que podía prestarle ayuda”. Lo que encontró fue una mujer enganchada a las drogas que decidió usar a la menor para conseguir más cocaína y hachís.

Fue esta mujer quien instó a la víctima a prostituirse con hombres mayores de edad a cambio de droga y pequeñas cantidades de dinero, a veces en poblados de chabolas, otras en portales e incluso en garajes y locales abandonados, pero también en casas de sus propios familiares. Los encargos de su familiar para ir a prostituirse y conseguir droga llegaban, a veces, del número de teléfono de su propia abuela. La niña, que acudió a su tía buscando ayuda pero según la sentencia “se topó con sus adicciones”, acudió a su hermanastra cuando “tocó fondo” y decidió buscar ayuda. Ese día, relató esta testigo, la menor de 12 años acudió a ella con droga y una pipa para consumirla.

El resultado fue una investigación que arrancó en el centro de menores del que se había fugado, pasó por manos de la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (UFAM) de la Policía Nacional y terminó en un juzgado de la Plaza de Castilla con todos los detalles de lo que había pasado. Identificó a su tía, la pareja de ésta y ocho hombres más y relató, tanto ante la Policía como ante el juez, lo que había pasado.

Desapareció antes del juicio –no pudo ser citada, algo que sucede de forma habitual en este tipo de procesos–, pero reapareció por sorpresa para intentar exculpar a su tía de todo lo que había pasado. Los jueces creen que este intento de dejar a su tía fuera del juicio años después “no es creíble” y que responde a un “conflicto de lealtades”. “Todo casa”, dice la Audiencia Provincial de Madrid. “Los datos nucleares de sus testimonios coinciden” y procede, explican, condenar tanto a la mujer como a su pareja y los ocho hombres que durante meses prostituyeron a la menor de edad.

Hasta 27 años de cárcel

La sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, que según ha sabido este periódico ya ha sido recurrida por todos los acusados, impone condenas que van desde los seis años de prisión impuestos a la tía de la menor hasta los 27 años de presidio impuestos a uno de los hombres que violó a la víctima. Delitos de corrupción y prostitución de menores, agresión sexual y tráfico de drogas que, además de las condenas de cárcel, acarrean órdenes de alejamiento y una indemnización de 60.000 euros que, entre todos, deben pagar a la víctima.

La menor cumplió los 13 años después de fugarse y todos, según los jueces, se “aprovecharon” de su situación “extremadamente vulnerable”. Algunos intentaron alegar ante el tribunal que no conocían su edad, pero la Audiencia de Madrid explica que ninguno podía pensar de forma razonable que tenía más de 16 años, límite que podría haberles librado de los delitos de carácter sexual. “El aspecto de la menor es claramente incompatible”, dice la sentencia, con pensar que era mayor de edad.

Muchos, además, sabían que se había fugado de un centro de menores. Solo uno de los acusados ha quedado absuelto por falta de pruebas a la hora de identificarle como uno de los que prostituyó a la niña a cambio de drogas. Varios de los acusados, según figura en la sentencia, pasaron varios años en prisión provisional antes de que se celebrara el juicio y tienen antecedentes penales. La Comunidad de Madrid, tutora legal de la menor, ejerció la acusación en el proceso en representación de la adolescente.

Todos ellos, dice la Audiencia de Madrid, eran “plenamente conocedores de la edad de la menor”, que cumplió los 13 años durante su fuga. “Sus circunstancias personales, familiares y sociales hacían de ella una persona extremadamente vulnerable y en riesgo psicosocial, con una grave inestabilidad física y emocional” de la que todos “se aprovecharon”. Eran “conscientes” de ello y del “abuso generalizado al que se veía sometida”, y “se aprovecharon”. La víctima, explican los jueces, presenta como consecuencia “una intensa afectación emocional”.