El uso del coche en Madrid vuelve a caer por décimo año consecutivo. Un informe de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), al que ha tenido acceso eldiario.es, pone cifras a una tendencia constante desde 2005. El contrapunto lo ofrecen los datos del uso del transporte público, que crece un ejercicio más tras una larga caída desde que estalló la crisis, aunque todavía no recupera los niveles de 2008.
El volumen de tráfico de vehículos privados ha caído un 23% en la capital en trece años. El tráfico de coches se evalúa con un indicador que mide la suma del promedio de desplazamientos en varios puntos de la ciudad. Se llama Intensidades Medias de días laborables (IMD) y tiene en cuenta el desplazamiento pero también la distancia, según fuentes del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento. Ese indicador tenía un valor de 2,672 millones de vehículos en 2005 frente a los 2,074 millones de 2018.
El descenso del uso de vehículos privados es más acentuado y constante en algunas zonas de la ciudad que en otras. En el interior de la M-30, la almendra central de la capital y donde se producen el grueso de los desplazamientos de la ciudad, la caída ha sido continua desde 2005: de los 1,88 millones de vehículos a los 1,47 millones en 2018.
La llegada del Gobierno de Ahora Madrid ha coincidido con la salida de la crisis, pero la tendencia se ha mantenido estos últimos tres años del Ejecutivo de Manuela Carmena. Entre 2017 y 2018 se ha producido uno de los mayores descensos, 60.000 vehículos menos, en un año en el que han comenzado las mayores restricciones de tráfico.
Los desplazamientos en la propia M-30 tuvieron una fuerte caída en 2006, pero en los siguientes año la reducción del volumen de tráfico solo se registra desde 2016. En el exterior de la M-30, el descenso ha sido constante cada año, con un pequeño repunte entre 2014 y 2016, pasando de los 529 mil vehículos en 2005 a los 400 mil en 2018.
El uso del transporte público mantiene una tendencia al alza desde 2015 y sube un 9%. Aunque se queda todavía lejos de los datos registrados antes de la crisis. 2015 fue el primer año en positivo tras un largo periodo de caídas coincidente con la crisis económica: desde 2009 la demanda de Metro, Cercanías y autobuses se redujo un 14%. Pese a la tendencia creciente de los últimos tres años, los niveles de demanda aún no han logrado recuperarse. En 2007, se producían 1.679 millones de viajes anuales en transporte público frente a los 1.547 millones que se han dado en 2018.
Madrid Central y la contaminación
Los datos reflejan una tendencia clara de la caída del uso del coche privado, que el Ayuntamiento de Madrid espera que sea mucho mayor en 2019 tras la entrada en vigor de Madrid Central. Con la medida, el Consistorio calcula que los desplazamientos por esta gran Área de Prioridad Residencial (APR) del centro, que afecta a casi la totalidad del distrito y cubre 472 hectáreas, se reduzcan un 20% por este área pero que tenga incidencia en toda la ciudad.
Madrid Central entró en vigor el 30 de noviembre pero las multas no han empezado hasta el pasado sábado. Hasta ahora, el Ayuntamiento de Madrid había concedido un periodo “de aviso” en el que no ha impuesto multas a aquellos que han entrado en el área protegida sin cumplir los requisitos que permiten hacerlo. El Consistorio ha enviado, entre enero y principios de marzo, unas 14.000 cartas informando de las infracciones cometidas durante ese periodo de gracia. A partir de ahora, los que incumplan las normas recibirán una multa de 90 euros por lo que el Consistorio espera que la tendencia descendente sea mucho mayor.
Madrid Central es la primera medida del Plan de Calidad del Aire y Cambio Climático y tiene como objetivo reducir las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO2), un gas altamente nocivo para la salud. Este objetivo ya se está cumpliendo. Una estimación preliminar de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) concluye que, durante diciembre de 2018, las emisiones de NOx (óxido de nitrógeno formado por NO y NO2) provenientes de turismos disminuyeron en un 38% y las de CO2, en un 14,2% en el perímetro del centro, respecto al mismo mes del año anterior. El Ayuntamiento también destaca la reducción del tráfico en San Bernardo (-3,8%) y en la calle Toledo (-10%), así como el descenso en las calles del perímetro de Madrid Central (-3,7%). El descenso de tráfico en la M-30 ha sido del 0,5 por ciento.
Pero estos datos no son suficientes. La ciudad de Madrid ha superado en los 36 primeros días de 2019, el valor límite horario de contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) fijado por la UE para todo el año.