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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El final de la tormentosa relación entre Ayuso y Ruiz Escudero, la cara visible de la crisis sanitaria madrileña

Isabel Díaz Ayuso empieza a desvelar con cuentagotas qué consejeros dejarán el Ejecutivo regional tras las elecciones del 28 de mayo, si es que logra revalidar la Presidencia de la Comunidad de Madrid como vaticinan por ahora todas las encuestas. Uno de los primeros en caer fue el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López. La duda sobre su continuidad se despejó cuando el magistrado decidió darse de baja de la militancia del PP, el paso previo a dejar la política activa. Este lunes, Ayuso daba a conocer un nuevo nombre, el del actual consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, que también ha sido tachado de la lista de la líder del PP de Madrid. A diferencia de López, que previsiblemente volverá a su plaza en la Audiencia Nacional, la dirigente regional ha pensado para Escudero un retiro conveniente como senador autonómico tras los comicios, lugar donde seguirá como aforado. Tras la decisión está la tormentosa relación que han mantenido la presidenta y su consejero de Sanidad, marcada por la guerra entre Ayuso y el exlíder del PP, Pablo Casado.

“Tiene una gran proyección, un gran futuro político. Creemos los dos y así lo hemos acordado que su mejor sitio es seguir mientras da nuevos pasos al frente de la Consejería de Sanidad donde quizás lo más importante son planes que vamos a exponer a todos los ciudadanos”, decía Ayuso ante la prensa después de que su entorno diera a conocer el que será el nuevo destino de Escudero en poco más de dos meses. La dirigente madrileña daba a entender que había sido una decisión conjunta, pero el aún consejero de Sanidad siempre había manifestado su intención de continuar en el gabinete, la última vez hace apenas unas semanas.

La caída en desgracia de Escudero, quien ocupase el segundo puesto de la lista de Ayuso en las elecciones del 4M de hace dos años, se produce en medio del conflicto con los médicos de Atención Primaria, en huelga desde noviembre. Ni ella ni tampoco Escudero se han querido sentar a negociar con los sanitarios que reclaman mejores retribuciones y un plan específico para aumentar la plantilla de médicos ante el déficit estructural que hay en la región. En definitiva, más presupuesto. La respuesta del Gobierno regional siempre ha sido, sin embargo, que no hay más dinero para Atención Primaria. La presidenta trata desde entonces de minimizar los paros, y las dos manifestaciones multitudinarias por la sanidad, acusando a los facultativos de moverse por intereses “políticos e ideológicos”.

Aunque en público esa es la consigna, en el entorno de la presidenta madrileña no ocultan la preocupación creciente que existe en la Puerta del Sol por que el conflicto sanitario le acabe pasando factura en las elecciones de mayo. “Partimos de una situación en la que nada está regalado”, decía Ayuso este lunes sobre la inminente cita electoral.

Ese miedo ha sido una de las causas, aunque no la única, de la caída de Escudero, que carga sobre sus espaldas un largo desgaste por haber estado al frente de la Consejería durante la pandemia o cuando se produjo el caos por la reapertura de las urgencias extrahospitalarias. En su currículum como responsable de Sanidad también queda el protocolo que impidió el traslado de ancianos de las residencias a los hospitales durante los meses más duros de la crisis sanitaria de la Covid-19.

El desgaste de Escudero

Escudero ya estuvo en la cuerda floja del Ejecutivo regional durante el verano de 2020, cuando Ayuso aún gobernaba en coalición con Ciudadanos y el entonces consejero de Políticas Sociales, Alberto Reyero, tachó de poco morales y posiblemente ilegales dichos protocolos. Entonces, la dirigente autonómica sopesó deshacerse de los dos como una forma de zanjar la polémica, pero su estrategia de enfrentamiento con el Gobierno de Pedro Sánchez a cuenta de la pandemia terminó por salvarle y llevarle al pódium del número dos en la lista del 4M, cuando Ayuso adelantó las elecciones para deshacerse de su socio de Gobierno.

Pero aunque Escudero ha sido un fiel consejero, siempre al servicio de las órdenes de Ayuso, la realidad es que al igual que Enrique López, es un dirigente que logró repetir como consejero tras las elecciones de 2019 gracias a su cercanía al exlíder del PP Pablo Casado, que por aquel entonces hacía y deshacía en el Gobierno regional. La amistad de Ayuso y Casado terminó completamente rota y con la traumática salida del segundo de la dirección nacional del PP entre acusaciones de corrupción por la comisión de 238.000 euros que cobró su hermano, Tomás Díaz Ayuso, de un contrato adjudicado a dedo por la Consejería de Sanidad.

En aquel conflicto Escudero siempre respaldó públicamente a Ayuso, aunque la relación entre ambos en la intimidad ha sido siempre prácticamente inexistente pese a colocarlo como ticket electoral en las elecciones de mayo. Ayuso nunca aceptó con agrado esa imposición de Génova cuando Casado estaba al frente del PP, como sí hizo con López o Javier Fernández-Lasquetty.

Otros nombres en la lista negra de Ayuso

López o Escudero forman parte de una larga lista de nombres que caerán de la candidatura del PP de Madrid para las elecciones del 28M, dirigentes todos que pagarán con sus escaños, las alcaldías o consejerías las complicidades con el anterior líder del partido. En el Gobierno regional más consejeros están en el punto de mira por haberse posicionado junto a la máxima autoridad del partido entonces. Es el caso del titular de Transportes, David Pérez, o del consejero de Administración Local y Digitalización, Carlos Izquierdo. Del grupo parlamentario el nombre de Ana Camins, actual senadora por designación autonómica, tiene todas las papeletas para no repetir.

Ayuso también ha dejado caer a dos alcaldes que no repetirán en los comicios del 28 de mayo por su afinidad con Casado. Son el regidor de Majadahonda, José Luis Álvarez Ustarroz, y la de Pozuelo de Alarcón, Susana Pérez Quislant, ambos al frente de dos municipios que son bastiones del PP. Desde que se confirmó que Pérez Quisalt no repetiría como candidata de Pozuelo, se rumoreaba que Escudero podía ocupar ese lugar, que finalmente será para Paloma Tejero, actual viceconsejera de Medio Ambiente. La exconsejera Lola Moreno será la aspirante en la Alcaldía de Majadahonda.