El Gobierno de Carmena suspende la autorización de patinetes tras recibir peticiones para poner 25.000 en las calles

El Gobierno municipal que encabeza Manuela Carmena ha dicho basta. El área de Medio Ambiente y Movilidad ha ordenado la retirada de todos los patinetes eléctricos de alquiler desplegados en la ciudad y suspende por el momento la autorización para que otras empresas operen en la capital, un total de 18, tras recibir peticiones para colocar 25.000 unidades en las calles.

La decisión del Gobierno de Ahora Madrid de retirar de las vías públicas los patinetes eléctricos de alquiler certifica un cambio de estrategia respecto a la que defendió el Ayuntamiento Madrid inicialmente para estos vehículos que empezaron a circular en un limbo legal.

La corporación local ha dado ahora un plazo de tres días a las empresas de patinetes eléctricos que operan en Madrid –la sueca VOI, la alemana Wind y la estadounidense Lime– para que los retiren todos de las vías públicas.

Tanto las tres empresas sancionadas como el resto de las interesadas en operar en Madrid, 18 en total, podrán tramitar una nueva solicitud de autorización conforme a la nueva Ordenanza de movilidad aprobada hace unas semanas. El Consistorio se compromete a desarrollar los procesos de autorización “a la mayor rapidez posible” y concederá permisos siguiendo un reparto equilibrado por la ciudad para evitar la saturación de zonas y garantizar las condiciones de seguridad vial y peatonal.

Por los contactos que el Ayuntamiento ha mantenido con las empresas de alquiler, la corporación local calcula que estas quieren implantar hasta 25.000 unidades en la capital, aseguran a eldiario.es fuentes municipales. Pero el Gobierno municipal ha establecido un máximo de 10.000 patinetes tras estudiar “la capacidad de los distritos en función de los kilómetros de calles transitables en patinete y con el objetivo de no saturar zonas y se establecido un número máximo por distrito”. En Centro, por ejemplo se permitirán un máximo de 360 unidades. En estos momentos, es la zona más saturada de la capital.

El resto de distritos tendrá el siguiente reparto: para Arganzuela se autorizarán un máximo de 260 patinetes; en Retiro, 190 unidades; en Salamanca, 265, para Chamartín, 380; en el distrito de Tetuán, 365; en Chamberí, 215; en Fuencarral-el Pardo, el distrito que más patinetes podrá tener, 925 unidades; para Moncloa, 800; en Latina, 570; en Carabanchel, 705; en Usera, 405; en Puente de Vallecas, 680; para el distrito de Moratalaz, 145 unidades; en Ciudad Lineal, 505; en Hortaleza, 865; en Villaverde, 515; en Villa de Vallecas, 480; en Vicálvaro, 400; en San Blas, 580, y en Barajas, 309 unidades.

Cuando haya más de una empresa que quiera operar en un mismo distrito, se repartirán las unidades permitidas a partes iguales entre las que opten al mismo. Los usuarios podrán cambiar de distrito con un mismo patinete, pero la compañía debe redistribuir los vehículos por la noche al distrito para el que tengan autorización.

Los madrileños se encontraron de la noche a la mañana con cientos de patinetes de alquiler desperdigados por las calles a la vuelta del verano. El Ayuntamiento no había intervenido apenas en este despliegue. Entonces, el Gobierno municipal argumentó que esperaría a la puesta en marcha una nueva Ordenanza de Movilidad que los regularía.

La decisión del Ayuntamiento de la capital de ordenar la retirada de patinetes viene motivada, según ha explicado este martes la propia delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, y ha adelantado eldiario.es, por que las tres empresas incumplen la normativa vigente, diferente a la que había cuando empezaron a operar.

La Ordenanza de Movilidad entró en vigor el pasado 24 de octubre. Con esta normativa, el Ayuntamiento exige a las compañías que compartan datos de geolocalización de los vehículos y se reserva el derecho a limitar cuántos debe haber y en qué zonas. Así pueden comprobar en cualquier momento el número y ubicación de sus patinetes y “evitar que operen todas en los mismos distritos e invadan el espacio en los mismos”, aseguran desde el área de Movilidad y Medio Ambiente del Consistorio.

Problemas de movilidad

Tres meses después del desembarco de las empresas en la capital, la administración local ha constatado que esta nueva plataforma de transporte “ha incrementado los problemas de movilidad” en la ciudad, “sobre todo en el centro”, donde el Ayuntamiento ha puesto sus energías en mejorar lavida de los peatones con la puesta en marcha de Madrid Central, la iniciativa que restringe el tráfico de paso y el más contaminante en el centro de Madrid.

El director general de Movilidad del Consistorio, Francisco López Carmona, ya puso en duda, un día después de la puesta en marcha de la Ordenanza, que estos vehículos sirviesen para reducir los coches en la ciudad, una de las motivaciones del Ejecutivo municipal para incentivar la llegada de estas empresas. “Diría que en la zona donde están desplegados los patinetes –el centro de la ciudad– tienen un uso casi más turístico que asociado a la movilidad”, aseguró.

“Lo que espera el Ayuntamiento de las propuestas de estas empresas es que realmente se integren en el sistema de movilidad multimodal de Madrid como una alternativa más, que ayude a la movilidad, pero mi impresión es que las personas que utilizan estos vehículos de forma privada tienen una utilidad multimodal mayor que las personas que usan los otros tipo de patinetes (los de alquiler)”, lamentó el López Carmona.

Fuentes municipales aseguran que los datos que manejan en estos momentos reflejan que “los patinetes no quitan viajes al coche; le quita viajeros al transporte público y a las bicicletas” a la vez que “perjudican al peatón”.

Los patinetes eléctricos deben circular desde el pasado 24 de octubre por las calzadas, y solo por las calles limitadas a 30km/h, el 85% de las de la capital. También pueden hacerlo por los carriles bici: aunque deben discurrir por la parte central del carril y llevar timbre, sistemas de frenado, luces y elementos reflectantes debidamente homologados.

Además, deben estacionar en las reservas destinadas a este tipo de vehículos, que generalmente comparten con las bicicletas y si no las hay, pueden aparcar al igual que las motos en las aceras siempre que dejen más de tres metros de ancho libre. En aceras de menos de seis metros tienen que hacerlo paralelamente al bordillo y si la acera tiene más de 6 metros, en semibatería o en ángulo junto al bordillo. Desde el Consistorio reconocen que actualmente este es un “problema” que genera quejas entre los ciudadanos.

Estas reglas están siendo infringidas por los usuarios de los patinetes eléctricos de alquiler y es otra de las razones que el Ayuntamiento esgrime para retirarlos ahora de las vías. “La causa es la no determinación de las zonas en las que los clientes puedan comenzar o terminar el viaje, lo que las empresas pueden limitar a través de su app”, apuntan. “El Ayuntamiento exige que se excluyan aquellas zonas donde, conforme a la Ordenanza de Movilidad Sostenible, no sería posible la utilización del patinete eléctrico, como calles y espacios peatonales o grandes glorietas donde confluyen vías de múltiples carriles y con velocidad de 50 km/hora máximo. Ninguna de las tres empresas había fijado en su app las zonas donde sus clientes pueden empezar y acabar los viajes”.

En las últimas semanas, se han producido dos muertes relacionadas con el uso del patinetes, las dos en Barcelona. La primera fue la de una mujer usuaria de patinete. La segunda, la de una anciana de 90 años que falleció al ser arrollada.

Tasa por ocupar espacio público

Aunque los patinetes ocupan un espacio evidente, las empresas no deben pagar por el momento ninguna tasa por operar en la ciudad. No obstante, el Ayuntamiento ya está estudiando imponer una por “uso del espacio público” como abonan, por ejemplo, las terrazas.

“Una vez hayamos desarrollados las autorizaciones y hayamos analizado el impacto que tienen estas empresas en la ciudad, es posible que exista una modificación de la ordenanza fiscal para que exista una tasa por utilización especial del dominio público”, señaló el director general de Movilidad municipal, que reconoció que la ordenanza no lo contempla. La tasa, de aprobarse, no llegará hasta 2020.

El auge de estos vehículos es una constante en muchas ciudades españolas y europeas. Las dudas sobre cuál será su impacto en la movilidad lleva a los ayuntamientos, también al de Madrid, a mantener la “prudencia” en sus actuaciones. “Tenemos la política de incentivar los vehículos ecológicos que ayuden a la movilidad, aunque tenemos la determinación de que su implantación sea lo más equilibrada posible”, defienden desde el área de movilidad ante la proliferación de los patinetes de alquiler.