El Ayuntamiento de Madrid ha denegado este martes las solicitudes de autorización de operación a las tres empresas de patinetes eléctricos que ya estaban operando en la ciudad: la sueca VOI, la alemana Wind y la estadounidense Lime. Las empresas, que también se han enterado hoy, tienen 72 horas para retirar todos los patinetes.
Si las empresas no retiran los patinetes en ese periodo de tiempo, será el Ayuntamiento de Madrid con sus recursos quien lo haga, ha informado este martes a la prensa la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés.
“Acaban de saltar las alarmas y aún estamos viendo qué hacemos”, dicen, contrariados, desde VOI.
¿Por qué les echan? Según indican fuentes del área de Medio Ambiente y Movilidad, por no obligar a sus usuarios a cumplir la normativa de circulación. “La causa es la no determinación de las zonas en las que los clientes puedan comenzar o terminar el viaje, lo que las empresas pueden limitar a través de su app”, apuntan. “El Ayuntamiento exige que se excluyan aquellas zonas donde, conforme a la Ordenanza de Movilidad Sostenible, no sería posible la utilización del patinete eléctrico, como calles y espacios peatonales o grandes glorietas donde confluyen vías de múltiples carriles y con velocidad de 50 km/hora máximo. Ninguna de las tres empresas había fijado en su app las zonas donde sus clientes pueden empezar y acabar los viajes”.
Además, Lime no ha entregado la documentación necesaria en plazo. Para acceder a la licencia de operación, el Ayuntamiento exige a las compañías que compartan datos de geolocalización. Así pueden comprobar en cualquier momento el número y ubicación de sus patinetes.
Según ha podido saber este medio, el Ayuntamiento está manteniendo reuniones con las otras 15 empresas -además de Lime, Voi y Wind- interesadas en desplegar su flota de patinetes. Y a diferencia de lo que hace con los servicios de motos, coches o bicicletas compartidas, quiere asegurarse de que la distribución de los vehículos es “equilibrada”, entre otras cosas para no competir con Bicimad.
“Madrid va a regular dónde y cuántos patinetes se pueden dejar en la calle. Van a dar licencias de operación. No se podrá sobrepasar el número de patinetes que te concedan. Estaremos obligados a dar servicio a zonas determinadas”, explica el responsable de una de las compañías solicitantes. “Les interesa poner patinetes donde ellos no ponen Bicimad, porque les hacemos la competencia y no les gusta. Pero ellos no ponen Bicimad porque no es rentable… y no tiene mucho sentido que tengamos que cubrir nosotros zonas menos rentables [por ejemplo, Las Tablas]. Quizá debería ser al revés: el Ayuntamiento poniendo Bicimad donde haya peor transporte público”.
Las tres empresas podrán volver a solicitar una autorización que cumpla con la normativa.