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Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio evitan in extremis la clausura de su chalé y tendrán un año para legalizar el nuevo proyecto

Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio han salvado in extremis la clausura y precinto de su chalé en el que viven ilegalmente desde hace cinco años. Los funcionarios del Ayuntamiento de Madrid han acudido este martes como estaba previsto al inmueble situado en el distrito de Chamartín. Los dirigentes de Vox presentaron la semana pasada un nuevo proyecto con el que han conseguido paralizar el cierre de su vivienda.

Los técnicos del área de Disciplina urbanística se han presentado en el inmueble diez minutos antes de la hora (9:47h.): “La visita se ha realizado conforme a lo previsto”, aseguran fuentes de Urbanismo a eldiario.es. “Se les ha facilitado a los técnicos el acceso a la vivienda y han podido comprobar que se ha cesado la actividad profesional que se ejercía en el sótano y que la vivienda se trata de una residencia familiar con menores. Fruto de esta visita se ha levantado acta con las comprobaciones realizadas”, añaden.

Ahora se esperará a la resolución del nuevo proyecto de licencia que han presentado para ajustar la casa a la legalidad. Si cumplen con los requisitos urbanísticos se aprobará y “tendrán que ejecutar las obras pertinentes”, explican desde el Consistorio. No obstante, el expediente de disciplina urbanística no se cierra hasta que no se conceda la nueva licencia. “Todo el proceso (tramitación, ejecutar las obras y posterior comprobación) puede llevar un año”, aseguran.

El chalé carece de la licencia de primera ocupación obligatoria para poder residir en él y tampoco tiene la licencia de funcionamiento, necesaria para desempeñar allí actividades económicas. La construcción incumplió los compromisos de la licencia de obra que solicitaron. Según confirmaron fuentes de Urbanismo, los dirigentes de Vox levantaron un chalé mucho más grande de lo permitido en la licencia y añadieron otros elementos nuevos que no estaban en el proyecto inicial, que realizó la propia Monasterio.

Los dirigentes de Vox han logrado librarse de la clausura y precinto de la vivienda presentado hace unos días, en el registro de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, un escrito en el que informan de que se ha cesado la actividad en la planta sótano y también un proyecto “para ajustar lo construido a la legalidad urbanística”, aseguran fuentes municipales a este diario.

“Era el trámite que se esperaba después de que hayan hablado con los técnicos y mostrado su disposición a arreglar la situación”, indican estas mismas fuentes. Lo más probable es que el matrimonio logre ganar tiempo y evitar la clausura el próximo martes.

Este nuevo paso por parte del matrimonio supone una rectificación a lo que ambos alegaron en un primer momento: que se trataba solo de “un laberinto burocrático”. Pero la decisión, tomada por el departamento de Urbanismo del Consistorio, solo da cumplimiento a una sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 14 de Madrid.

Iván Espinosa de los Monteros reside en una mansión que nunca ha tenido licencia de ocupación y funcionamiento desde que se terminó de construir, en 2014. El dirigente de Vox compró en 2010 una vivienda con jardín, para lo que solicitó una hipoteca de 1,2 millones de euros, según figura en el registro de la propiedad. Espinosa de los Monteros adquirió un inmueble con una planta baja y una principal y la transformó en una casa de cuatro alturas que equipó con ascensor, gimnasio, garaje y una piscina con solárium en la terraza, donde también hay una zona verde. La arquitecta de aquel proyecto fue la propia Rocío Monasterio. Luego trató de venderla por tres millones de euros sin éxito.