La izquierda firma la paz y vuelve a gobernar Manzanares el Real
La crisis de Gobierno en Manzanares el Real toca a su fin. PSOE-Progresistas, Candidatura de Unidad Vecinal (apoyada por Podemos e Izquierda Unida) y Más Madrid han anunciado esta mañana el acuerdo por el que reeditan la coalición de izquierdas que venía funcionando desde el año pasado y que el anterior alcalde, que dimitió en octubre, rompió sorpresivamente a las puertas del verano.
“Tras unos meses en los que diversas decisiones equivocadas han paralizado la coalición, volvemos con la esperanza y el convencimiento de que juntas y juntos podemos seguir avanzando”, dice sin mayores explicaciones el texto del acuerdo, en el que el reparto de concejalías respeta la misma proporción que antes de la ruptura, con la integración de concejales de los tres grupos y hasta cuatro tenientes de alcalde.
El escrito no menciona nada más respecto al cisma de los últimos meses, ni al intento frustrado del exalcalde, José Luis Labrador, de llegar a un acuerdo con el PP. Tampoco sobre las críticas a sus antiguos compañeros de Alicia Gallego, que era la segunda de Labrador en el PSOE y que pasará a ser la nueva regidora en el próximo pleno, que se celebrará mañana jueves. La hasta ahora edil de Más Madrid, Silvia Masiá, renuncia por motivos laborales, según explican en el partido, y da paso a Patricia Ibáñez.
El acuerdo pone fin a varios meses de incertidumbre en Manzanares, un turístico municipio de montaña de más de 9.300 habitantes y con un historial político accidentado desde los años 90, en el que los cambios de gobierno, las mociones de censuras y el transfuguismo fueron moneda de cambio habitual, así como las divergencias entre los vecinos históricos y los nuevos residentes.
El PSOE ocupa la alcaldía desde 2007, pero solo desde 2019 con un gobierno netamente de izquierdas. Tras las elecciones del año pasado, los otros dos partidos de la coalición sumaron más ediles que los propios socialistas. Para justificar la ruptura, Labrador se quejó en junio de una difusa “deslealtad” de los socios, y desde entonces venía gobernando precariamente con solo tres concejales en una corporación de 13. En octubre tiró la toalla.
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