El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 7 de Madrid ha paralizado como medida cautelar el cambio de nombre de la calle del General Millán Astray. La petición ha partido de la Plataforma Millán Astray, que ha señalado en su recurso que la modificación inmediata del callejero podría ocasionar una “perturbación grave” a los intereses “de terceros”, haciendo referencia a la documentación e impresos comerciales y publicitarios de “vecinos y comerciantes domiciliados en la calle”.
El auto, según informa Europa Press, dispone que el Consistorio tiene que paralizar “toda actuación o trámite tendente a cambiar de denominación de la calle del General Millán Astray”. El fallo recuerda que el cambio de nombre por el de “Maestra Justa Freire” ya había sido aprobado por el Ayuntamiento de Madrid, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
Los motivos de la plataforma de antiguos legionaros
Además de los “trastornos” que dicen, el nombre de calle podría ocasionar a los vecinos y comercios, añaden el de “el gasto que a las arcas municipales se derivaría de la nueva rotulación”, o la crítica de la plataforma recurrente a no haber tenido acceso “al expediente y a la posibilidad de formular alegaciones”.
El auto ha aceptado la legitimidad de la Plataforma como recurrente por los estatutos de la misma -en los que se describe su finalidad en la “defensa de la verdad histórica y la memoria histórica que representa la obra del General Don José Millán Astray”- y en que solo ha impugnado el punto del acuerdo municipal relativo al cambio de denominación de esta calle, y no ha extendido su recurso al resto de las 52 calles, plazas, y travesías sobre las que se va a actuar.
El secretario de la Plataforma Millán Astray, Guillermo Rocafort, explicó a Europa Press que se realizó “por motivos previos a la Guerra Civil”. “Es como si le quitásemos la calle a Carlos V o a Felipe II”, añadió en su alegato.
Ahora, desde la Plataforma se celebra la paralización cautelar del cambio de nombre, y explican que puede servir de “revulsivo” para que otras localidades españolas que tienen calles con el mismo nombre en su callejero, como León o Cartagena, las mantengan.