El Servicio Madrileño de Salud acaba de publicar su memoria de actividades de 2020, el año que la pandemia colapsó la sanidad pública de la región. Las 300 páginas reflejan, entre otras cosas, cómo se paralizó el diagnóstico de algunas patologías, como el cáncer de colón, por la “interrupción del programa de prevención y la reducción de las pruebas diagnósticas”. Los casos crecieron “levemente” en los “periodos interoleadas” pero la “recuperación es lenta”, dice la memoria que abarca hasta diciembre del año pasado. La detección de otras enfermedades como el ictus o las cardiopatías isquémicas sí se han recuperado, según el balance. También la depresión.
La radiografía de la sanidad en 2020 deja también datos impactantes, como el aumento en 1,4 millones de las citas en Atención Primaria. Si en 2019 acudieron 45,3 millones de personas; un año después la cifra se disparó hasta los 46,8. La cifra evidencia la altísima sobrecarga que ha sufrido este nivel asistencial desde el inicio de la pandemia con reiteradas peticiones de auxilio a la Consejería de Sanidad para reforzar la puerta de entrada al sistema sanitario.
En la memoria se recoge el estado de la listas de espera quirúrgicas, diagnósticas y especializadas al término de 2020. En el caso de las operaciones, la demora media ha aumentado 30 días pasando de 51,66 en 2019 a 79,94 en 2020, según subraya en una nota Comisiones Obreras, que pide un plan urgente de reducción de listas de espera. El año pasado no se gastó ni un euro en rebajarlas de los 518.000 que se habían consignado para tal fin antes del estallido de la pandemia.
La situación no ha mejorado en 2021. De las 230 personas que esperaban más de 180 días –seis meses– para recibir una operación en febrero de 2020 se ha pasado las 8.176 de abril de 2021, el último mes del que la Comunidad de Madrid ofrece datos. Es decir, han aumentado un 3.500%; se ha multiplicado por 36. Las personas que esperan más de un año para ser operadas también se han multiplicado por diez en poco más de un año: de los 44 que había en febrero de 2020 –durante marzo, abril y mayo de 2020 no hay datos– a los 413 actuales.
Las consultas de salud mental y adicciones aumentaron un 33% en 2020 mientras que se redujeron un 17% los transplantes en la región. La pandemia alteró asimismo el programa de prevención del cáncer de mama al cancelarse todas las citas desde el 12 de marzo hasta el 8 de junio, recuerda la memoria.
Desde CCOO llaman la atención en la “senda de privatización que está diseñando el Gobierno del PP” y que, a su juicio, la memoria pone en evidencia con “el incremento del 3% en los conciertos hospitalarios, el 9% en los convenios de salud mental y el 38% en las pruebas DEPRECAM”.
El informe evidencia también las cifras astronómicas de compras de material de protección. Se gastaron 50 millones de euros en mascarillas, 19 en guantes o 22 en batas, solo entre marzo y junio. También se tuvieron que adquirir 2.567 respiradores, 1.627 monitores UCI y 3.730 camas que se instalaron en los sitios más recónditos de los hospitales, como gimnasios o bibliotecas.
La Consejería de Sanidad incluye en una memoria puramente técnica de cifras sobre el montaje del hospital de campaña de Ifema “cuya puesta en funcionamiento tuvo lugar en apenas 48 horas” o el “nuevo hospital Enfermera Isabel Zendal, construido en solo tres meses”. El Gobierno regional ha hecho de estos dos recursos sus principales objetos de propaganda en su gestión de la epidemia.