El mensaje que pide voluntarios para las urgencias de Atención Primaria de Madrid: “Me da vergüenza ajena”

David Noriega

21 de octubre de 2022 16:20 h

0

La Consejería de Sanidad necesita personal para reabrir el próximo 27 de octubre las urgencias extrahospitalarias. En el nuevo modelo de la Comunidad de Madrid no hay médicos suficientes para cubrir de forma estructural las horas de atención prometidas por la presidenta Isabel Díaz Ayuso en los 80 puntos re-rebautizados como Centros Sanitarios 24 horas, así que está ya buscando voluntarios entre las plantillas de Atención Primaria para cubrir los huecos de su plan. Un plan que cuenta con la oposición de los cinco sindicatos presentes en la Mesa Sectorial y de los partidos de la oposición.

Las direcciones territoriales han comenzado a trasladar al personal de los centros de salud la petición de la Dirección Asistencial de la Consejería solicitando voluntarios. “Me da un poco de vergüenza ajena transmitir esta información”, comienza uno de esos mensajes, a los que ha tenido acceso elDiario.es, y en el que se explica que “está por saberse qué ocurriría con las libranzas” de aquellos trabajadores que se ofrezcan para cubrir alguno de los turnos vacantes en horario nocturno. Son, de lunes a jueves de 00 a 8 horas; los viernes de 00 a 9 horas del sábado; los sábados de 21 a 9 horas del domingo; y los domingos de 21 a 8 horas del lunes.

A seis días de poner en marcha un nuevo sistema de urgencias extrahospitalarias, la Comunidad aún está buscando cómo completar las plantillas. Los 80 nuevos puntos anunciados ayer por la presidenta tampoco son nuevos. 41 son los Servicios de Atención Rural, que ya estaban funcionando, así como los centros de El Molar y Alcalá y los otros 37 son los antiguos Servicios de Urgencias de Atención Primaria, que se reabren pero sin todo el personal. Los sanitarios que habían sido destinados al servicio de asistencia domiciliaria del SUMMA 112 no volverán a su destino anterior.

Desde la Consejería señalaban este jueves que “cubrir todo el horario, se aplicará una jornada complementaria con carácter voluntario que, por primera vez, se abrirá al conjunto de los más de 13.600 profesionales de Atención Primaria”. “Es lo que nos va a permitir dar respuesta en todos esos horarios”, reconocía el responsable de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Su viceconsejero de Asistencia Sanitaria y Salud Pública, Fernando Prados, admitía la “dificultad que existe para encontrar profesionales” y descartaba “solventar el problema en apenas unos meses”.

En el mensaje que se está trasladando a las plantillas se reconoce la necesidad de conseguir voluntarios en las categorías de médicos de familia, enfermeras y celadores. Cada uno cobrará, entre semana, 22,31 euros la hora, 15,40 euros la hora y 11,48 euros la hora, respectivamente. Unas cuantías que aumentarán hasta los 24,43 euros, los 17,52 euros y los 13,60 euros la hora los fines de semana. Unas cantidades que, según fuentes sindicales, se señalan en bruto. “Quedará casi a la mitad”, indican.

A “quienes puedan estar interesados” se les solicita que escriban un email con preferencias de lugar, qué días de la semana estarían disponibles, cada cuánto tiempo o cuántas guardias estarían dispuestos a realizar cada mes, sin conocer todavía los turnos de libranza o de descanso. Porque, según los horarios marcados, un sanitario en turno de tarde en su centro de salud, tendría que empalmar su jornada con la de la noche. Si está en turno de mañana, tendría que incorporarse sin descansar.

Esta sábado, a tres días del inicio de una huelga indefinida de trabajadores del SAR y de Atención Primaria afectados por la reestructuración, está convocada una manifestación en Madrid, en la que se exigirá que se mantengan los servicios de urgencias extrahospitalarias, al menos, con el mismo personal del que disponía antes de la pandemia, que dote de mayor financiación a la Sanidad Pública madrileña y que se mejoren de las condiciones laborales de sus profesionales, que llevan años advirtiendo de los problemas estructurales que aborda el sistema, como la alta carga de trabajo, el envejecimiento de las plantillas y la dificultad para renovar personal.