Se había anunciado como un acuerdo sin fisuras ni posibilidad de sorpresas, pero en el día señalado, los nervios seguían presentes. A mediodía, minutos antes del pleno municipal de El Escorial que iba a desalojar al PP del gobierno local después de 14 años, el candidato del PSOE a la alcaldía, Cristian Martín, de 30 años, daba caladas apresuradas a un último cigarrillo, a las puertas del consistorio. “Lo tenemos todo atado y bien atado”, bromeaba. Hora y media después, el pronóstico se confirmó: el voto de la edil de Ciudadanos deshacía el empate y entregaba el bastón de mando a Martín, que gobernará en coalición con Unidas el Escorial, formación vinculada a Podemos.
Aunque no había dudas, en principio, de que la moción saldría adelante, la expectación por el trámite causó una pequeña cola a las puertas del Ayuntamiento. Por culpa de la COVID, solo se permitía la asistencia de 18 personas, y algunos de los militantes más fervientes hicieron fila desde las 8h para no perder plaza. Agotado el cupo, no se hicieron excepciones, por lo que la nutrida representación del PP, con alcaldes de localidades de la sierra y la senadora Ana Camins, tuvo que esperar fuera. Camins apuntó a las elecciones de 2023, donde el alcalde desalojado, Antonio Vicente, parece que repetirá. “Va a arrasar. Es una persona reconocidísima, respetadísima y queridísima”, elogió.
Además de los populares, dispuestos para el desagravio al regidor saliente, había en las puertas del Ayuntamiento militantes de los demás partidos, casi una cincuentena, en total. Por el PSOE destacaba el alcalde de Leganés, Santiago Llorente. “Pensé que iba a haber más follón”, confesaba al inicio. La diputada de Podemos Mercedes Pérez Merino, que vive en El Escorial y había participado en las negociaciones para la moción, se confesó “tremendamente emocionada” de poner fin a un periodo en el que el PP “ha regido esto como un cortijo” a base de “redes clientelares”.
“La vida es así, allá ustedes”
Dentro, el todavía alcalde se quejaba en su turno de intervención de que le fuesen a desplazar. “Es legal, pero no es ético ni estético”, arguyó, recuperando la tesis, no sustentada en ninguna norma, de que ha de gobernar la lista más votada, e incluso invitó al candidato Martín a desistir. “Piénseselo, que lo mismo los vecinos no quieren ese cambio”, rogó, molesto también por el papel de “ese partido raro de centro derecha que es Ciudadanos… Al principio se odiaban, ahora se quieren. La vida es así, allá ustedes”, refunfuñó. El edil del PP Ignacio Parra, por su parte, acusó a la concejala de Ciudadanos de “alta traición” por darle la espalda a los populares, y le reprochó que se hubiese avenido con socialistas y morados tras un inicio de legislatura de desencuentros.
Aunque la dirección de Ciudadanos se desmarcó de la moción -el portavoz adjunto, Edmundo Bal, dijo que se oponían frontalmente-, la edil Marta de la Vera no flaqueó. En las últimas semanas había circulado la versión de que su apoyo a la iniciativa venía de un desencuentro personal con el alcalde Vicente, cuya investidura había votado favorablemente tras las elecciones. “No lo es, es política”, dijo y repitió en su turno de palabra, durante el que criticó a quienes en el pueblo le afearon que no tuviese “pedigrí” por no ser originaria de El Escorial, con 15.000 habitantes censados, y se felicitó porque “personas y grupos que opinan distinto” fuesen capaces de “llegar a un objetivo común por el bien del pueblo” aunque, de entrada, “parecía inverosímil”. La moción pactada apelaba a la “extrema necesidad de poner fin a 14 años consecutivos” del Gobierno del PP, que “han ocasionado la pérdida de calidad” de los servicios públicos municipales, una “opacidad y una falta de transparencia” en la gestión política y un “claro desinterés por atender los problemas” de los vecinos.
Martín, que en su discurso apostó por dar un viraje a la política urbanística, primar el medio ambiente, reforzar la recogida de basuras, crear una concejalía de guardia para situaciones de urgencia o un plan de contratación municipal que evite las arbitrariedades en el empleo público local, apeló en su primer turno a la memoria de la resistencia contra los franceses en la Guerra de la Independencia y, una vez la votación había prosperado, agradeció a De la Vera el “haber aguantado presiones tanto sociales como económicas”. Al salir, celebró: “conocemos como se han truncado otras mociones, y en El Escorial se ha intentado pero la concejala de Ciudadanos y el resto nos hemos mantenido firmes”.
La portavoz de Unidas El Escorial, Tamara Ontoria, habló brevemente para defender que su formación no es “ni el coco ni el lobo, sino gente normal”. El nuevo alcalde cerró el acto sin hacer sangre: “Agradecemos los años de servicio, pido que abandonen la crispación y les tiendo la mano. Esto es democracia, no ansia de poder”, dijo, tras tomar el bastón de mando.