El Ayuntamiento de Madrid ha dado el primer paso para poner en marcha una nueva regulación del sector del taxi en la ciudad. El anteproyecto de ordenanza, aprobado este jueves en Junta de Gobierno, 'uberiza' el servicio para que “pueda competir” con las VTC, según ha expresado el delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante. Los taxistas podrán poner precios cerrados máximos con descuentos –siempre que se precontraten– y reducir la oferta a la mitad si la demanda cae más de un 50%. La regulación también les obliga por primera vez a cumplir un “código de vestimenta para mejorar la imagen del sector”: tonos oscuros y zapato cerrado. Todos estos puntos deben pasar todavía por el periodo de alegaciones y lograr el respaldo del Pleno.
Carabante ha presentado las medidas como “instrumentos” para “modernizar” el taxi y permitirle “competir en igualdad de condiciones” en el “nuevo ecosistema de la movilidad en Madrid”. La normativa incluye uno de los principales reclamos de los taxistas a los que con la caída de demanda por la pandemia se vio deambulando por las calles sin clientes que llevar. La ordenanza modifica el régimen de descanso eliminando la obligación de trabajar como mínimo siete horas. También permite rebajar a la mitad la oferta si si se desploma la demanda. Esta circunstancia excepcional, en todo caso, debe ser decretada por el Ayuntamiento siempre que se acredite una reducción de los clientes superior al 50% durante un periodo de dos meses. Entonces, las licencias pares prestarán servicio los días pares, y las impares el resto de días. En Madrid hay 15.723 licencias de taxi y 20.691 conductores dados de alta, de los cuales el 23% son asalariados.
Los trayectos se pueden contratar por anticipado, como los VTC, con precios cerrados y descuentos a discreción del taxista. Además, se abre la posibilidad de reservar plaza en una carrera compartida en la que se admitirían paradas intermedias para “permitir la subida y la bajada de otros viajeros que hayan precontratado esta modalidad”. La normativa también permite establecer tarifas fijas, como la de 30 euros que ya hay para trayectos de ida o vuelta al aeropuerto de Barajas, en los servicios que salgan o lleguen de Madrid Central. La ordenanza da dos años a todos los taxis para que dispongan de formas de pago “sin contacto”, es decir, con tarjeta o con móvil.
Otra de las novedades es la licencia por puntos para controlar las infracciones de los conductores. Cada profesional tiene un número de puntos asignado inicialmente que se ve reducido cada vez que se produce un comportamiento muy grave, como incumplir el régimen de descanso, engañar al usuario con el precio, o buscar o recoger viajeros fuera de la parada oficial establecida. La lista de conductas punibles, no obstante, se ha reducido. “Cuando se haya perdido la totalidad de los puntos, se acordará la sanción de suspensión de la licencia y por tanto la inmovilización del taxi (independientemente del conductor) por un periodo de tres meses a un año. Cumplida la sanción de suspensión, el titular de la licencia recuperará los ocho puntos”, explica el Ayuntamiento.
El régimen especial de Eurotaxi, exceptuado de posibles reducciones de oferta y dirigido a personas con discapacidad, se convierte en general y cualquier titular podrá adscribir su licencia a un vehículo de este tipo. Eso sí, tendrán que instalar en los nuevos coches un bucle magnético para mejorar la accesibilidad de las personas sordas.