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“Necesitamos una fuerza a la izquierda de Más Madrid y el PSOE, no solo pequeños brochazos socialdemócratas”

Carlos Sánchez Mato, Concejal del distrito Latina y Vicálvaro

Fátima Caballero

El concejal de Ahora Madrid en el Ayuntamiento de la capital y responsable de Políticas económicas de Izquierda Unida, Carlos Sánchez Mato (Madrid, 1970), ha retirado este lunes su candidatura a las primarias de la formación para concurrir en las elecciones generales por Madrid.

Sánchez Mato anunció la pasada semana su intención de competir con el secretario general del Partido Comunista, Enrique Santiago, por el puesto número tres de la lista de Unidas Podemos por Madrid al Congreso de los Diputados que su formación ha pactado con el partido de Pablo Iglesias. Apenas cuatro días después de dar el paso adelante, el edil ha decidido retirarse tras pedírselo el coordinador general de IU, Alberto Garzón. Atiende a eldiario.es un par de horas después de anunciar su renuncia. Explica que su partido le ha trasladado que sería “negativo” para la organización concurrir a ese proceso interno.

¿Qué ha cambiado desde el jueves para que ahora renuncie a participar en las primarias?

Tomé la decisión de presentarme con la sana intención de que mi experiencia y posición política e ideológica pudiera aportar al debate de mi organización. Yo entiendo las primarias desde ese punto de vista, desde la sana cooperación y no competición de personas en un espacio político, y es lo que me llevó a presentarme. Parece que la presentación de mi candidatura ha generado problemas para personas de la dirección y yo ante una llamada de mi coordinación general, tras unas conversaciones con Alberto Garzón, he tomado la decisión de retirar la candidatura porque lo último que quiero es generar un problema a la organización política a la que quiero y en la que participo.

¿En qué sentido generaba consecuencias negativas su candidatura?

Eso lo tienen que explicar los que consideran que ese tipo de primarias generan consecuencias negativas.

¿Su coordinador federal, Alberto Garzón, no se las explicó?

El hecho de que haya primarias y participen varias personas que están en la dirección federal se puede entender como algo negativo. En mi opinión no puede considerarse como algo negativo. Con Enrique Santiago, el secretario general del Partido Comunista, seguramente hay discrepancias pero se pueden debatir de manera muy sana y honesta. Compartimos los elementos fundamentales del proyecto de Izquierda Unida, que en este caso va hacia un proyecto político-social con muchos y muchas.

Es muy necesario que los procesos de primarias, aunque no solo los procesos de primarias, tengan un elevado grado de participación y de estímulo e ilusión en la base. Si la gente no siente que tiene algo que decir y cree que los procesos de primarias están cocinados, la gente no se ilusiona. Fue un mecanismo muy positivo que trajo el movimiento del 15M a las organizaciones políticas. Que haya habido un reflujo en la movilización y un aparente vuelta atrás en algunas cosas, no debiera hacernos perder elementos tan positivos como la democracia interna en las organizaciones y la capacidad de debatir sin necesidad de enfadarnos entre unos y otros. Tengo un respeto enorme al secretario general del PC, Enrique Santiago, y entiendo que confrontar en unas primarias en absoluto es negativo para la organización política en la que estamos.

¿Entonces el único problema que le han expuesto es que usted está en la dirección federal al igual que Enrique Santiago?

En efecto.

Y no comparte esas razones que se le han expuesto.

Creo que competir en las primarias aunque formemos parte de la dirección federal no debiera ser un obstáculo.

¿Cuando toma la decisión de no presentarse?

El domingo por la noche.

¿Y la llamada se produce?

Hemos estado hablando estos días y el resultado ha sido esto.

¿Le comunicó a Alberto Garzón antes de anunciar su candidatura que quería presentarse?

Le informé de manera previa al registro de la candidatura. Tengo un respeto enorme por mi coordinador federal y coincido en su línea política y en la que la organización tiene. Entre otros avances que hemos logrado está la posibilidad de que las primarias no sean procesos dirigidos sino procesos lo más abiertos posible y lo más democráticos posible. Eso es lo que nos permite caminar y transitar hacia algo que hemos aprobado en la undécima asamblea, un camino sin retorno a lo que es la constitución de un movimiento político y social. Para eso, las organizaciones políticas que forman parte de IU y los militantes debemos abordar la mejora de los procesos democráticos porque si no nos quedaremos en el camino

Dice que renunciar es lo mejor para el proyecto, ¿hace cuatro días no quería lo mejor para el proyecto?

Lo que pretendía, y pretenderé en el futuro, es que haya procesos sanos en las organizaciones políticas y que no tengamos miedo. No creo que tengamos que tener miedo a nuestra militancia, es una militancia madura con una experiencia increíble y con una capacidad de pelea que se refleja en la campaña que tenemos ahora en marcha de 'Un país que lucha', que merece todo nuestro respeto, en este caso, como dirigente federal. Tengo una confianza extrema en que conseguiremos los objetivos que como organización tenemos y los procesos de primarias son un elemento más. Eso lo sigo creyendo ahora después de haber retirado mi candidatura.

Cuando dice que no hay que tener miedo a la militancia, ¿está diciendo que su dirección federal y el coordinador federal tienen miedo a la militancia?

Alberto Garzón ha demostrado que eso es un elemento fundamental para nuestra organización. Lo que ocurre es que todos y todas tenemos la obligación de, además de decirlo, actuar en consecuencia. Todos comentemos errores y espero que en el futuro todos seamos capaces de normalizar los procesos de primarias.

Además de usted, se presentó también Victor Rocafort a las primarias para competir con el secretario general del PC Enrique Santiago por el puesto número tres de la lista de Unidas Podemos. ¿Debería también retirarse por el bien de IU?

Victor no pertenece a la dirección federal de IU. Creo que las primarias tienen que ser lo más plurales posibles porque somos así, somos heterogéneos afortunadamente. Es sanísimo que haya muchos candidatos que defiendan proyectos políticos que a la vez son complementarios. Estamos hablando de los principios fundamentales de lo que es la asamblea política y en eso estamos de acuerdo.

¿Ha pactado algo a cambio de retirarse?

Jamás. Evdentemente no. Los que piensen que tomo las decisiones políticas a cambio de algo material, no me conocen.

¿Se le podrá ver en alguna candidatura de las próximas citas electorales?

No hay ya procesos de primarias abiertos. Este era el último del ciclo electoral y no estoy en ninguna candidatura porque he sido muy respetuoso con los intereses de mi organización y con los espacios políticos en los que estamos. Eso hace que evidentemente no estaré en ninguna candidatura. Y no pasa nada. Ser cargo público en mi caso ha sido una excepción, una anomalía histórica que no tiene por qué continuar en el futuro. Siempre he militado y trabajado políticamente desde las asambleas de base y desde movimientos sociales y no es necesario ser cargo público para hacer política. En mi caso, lo he demostrado suficientemente y lo seguiré demostrando.

Dentro de su formación algunos creen que debería ser el candidato de IU al Ayuntamiento de Madrid. ¿Por qué no dio el paso de presentarse a esas primarias?

Por respeto a mi organización que estaba en un planteamiento, un debate y una dinámica en la que no parecía que fuera muy conveniente que fuera yo el candidato a la ciudad de Madrid. En ese caso, tuve total respeto a las decisiones colectivas.

Usted no quería entonces pactar con una candidatura de Manuela Carmena.

Yo he estado en el Gobierno y sigo en el Gobierno de la ciudad de Madrid con los compañeros de Ahora Madrid, entre los cuales está nuestra alcaldesa. Pero yo no fui el que abandoné Ahora Madrid, eso habrá que preguntárselo a los compañeros que consideraron que el instrumento no era útil y que sobraba parte de Ahora Madrid. Ya estábamos aliados en ese espacio y hubo gente que no quiso continuar aquí. Yo no abandono ni los grupos de whatsapp, por poner un ejemplo. Es decir, yo no he abandonado Ahora Madrid, han sido otros.

Pero esa circunstancia ha cambiado y ya no se va a pactar con una candidatura de Manuela Carmena.

Pero ahora mismo ya hay compañeros a los que quiero y respeto, que ya han sido elegidos por la gente. Y lo decía al principio, me creo lo de la democracia en las organizaciones políticas.

¿Es la Operación Chamartín una excusa para ratificar una decisión tomada de antemano de no integrarse en Más Madrid?

Quien considere que es una excusa el hecho de que se haga un proyecto urbanístico que entre otras cosas graves pone los intereses de la ciudad al servicio de los intereses de los más adinerados, pues se equivoca. Una excusa sería el color del pelo que alguien lleva o aspectos puramente decorativos. Una operación urbanística que hipoteca la ciudad para las próximas décadas en absoluto puede ser calificado de excusa. No vinimos para beneficiar a los intereses de la derecha política y económica y eso me parece lamentable.

La semana pasada además de su candidatura se conoció un preacuerdo, así lo llamaba la dirección federal, con Podemos para la Comunidad de Madrid. La dirección regional lo calificó de “propuesta”. ¿Cómo valora usted ese preacuerdo que ha generado tantas diferencias entre la dirección federal y la autonómica? ¿Cree que es un buen o un mal acuerdo?

Empezando por el acuerdo para las elecciones generales con Podemos, entiendo que es el mejor acuerdo posible en las actuales circunstancias. Votaré 'sí' en el referéndum a ese acuerdo porque entiendo que tenemos que concurrir de manera conjunta con Podemos y con todas las fuerzas de la izquierda transformadora que quieran y puedan suscribir esa alianza electoral. Pero nosotros vamos más allá, nos gustaría que no hubiera solo alianzas electorales y trabajáramos juntos en ese futuro movimiento político y social. Desgraciadamente eso hasta ahora no ha sido posible, a pesar de Izquierda Unida. Porque entonces, realmente, las alianzas electorales no dejan de ser matrimonios de conveniencia que suelen ser poco útiles para lo que realmente queremos, que es la transformación de la sociedad.

En cuanto al acuerdo de Madrid, o preacuerdo de Madrid, no voy a entrar en debates jurídicos acerca de lo que es, lo importante es que también considero que en la Comunidad de Madrid lo oportuno es que a la izquierda del Partido Socialista y de Más Madrid haya una fuerza política que se presente a las elecciones y así ofrezca a los madrileños y madrileñas soluciones reales más allá de pequeños brochazos socialdemócratas.

¿Pero es un buen acuerdo?

Es un buen principio, y espero que se mejore. Estoy absolutamente seguro de que la capacidad de nuestros coordinadores y personas que están trabajando en la Comunidad de Madrid encabezados por Sol Sánchez consiga que sea algo que además se adecue al camino ya trazado y que se está avanzando con otras gentes de la izquierda transformadora en la Comunidad de Madrid. En la Comunidad de Madrid se está trabajando programáticamente alrededor de eso que hemos llamado 'Hacer Madrid' y que tiene muchísimo contenido detrás. De poco valdría una alianza electoral o un acuerdo, incluso aunque fuera muy positivo en término de puestos en las listas, si no va con una coincidencia programática que en eso está trabajando nuestras bases y nuestra dirección de Madrid. Eso es lo que hay que hacer y estoy completamente seguro de que llegaremos finalmente a un acuerdo porque la gente no entendería otra cosa. Pero queremos que la gente se sienta reconocida y en eso está trabajando Sol Sánchez y nuestra gente de Madrid.

Entonces está de acuerdo con la carta a la militancia de la dirección de Madrid que calificaba de “insuficiente” el acuerdo.

No es un tema de si estoy de acuerdo con la carta o no. En lo que estoy de acuerdo es en que tenemos que ir juntos y para eso la gente tiene que sentirse reconocida. De poco valdría que llegáramos a un acuerdo de cúpulas en el que la militancia no se sintiera a gusto.

El actual momento en el que la irrupción de la extrema derecha ha extremado también los discursos de los partidos de la derecha clásicos, ¿no exigiría que los partidos de la izquierda mirasen más hacia fuera y menos hacia dentro?

Es evidente que lo que hace falta es hablar menos de listas, hablar menos de candidaturas y hablar muchísimo más de los problemas que le importan a la gente, que van desde temas muy menores, muy pequeñitos, a temas de grandes números que al final facilitan que la vida de las personas sea mejor. Lo que ocurre es que hay que ser conscientes de que eso supone confrontar. Cuando se habla de gobernar para todos, que tiene todo el sentido desde el punto de vista del marketing, realmente eso no es real, porque cuando decides actuar desde el punto de vista urbanístico, de las ordenanzas municipales, la movilidad, los impuestos... estás tomando decisiones que favorecen a unos y perjudican a otros y hay que ser consciente de a quién queremos beneficiar. Nuestra opción está clara, es beneficiar a la inmensa mayoría social. Los barrios más deprimidos de la ciudad de Madrid no tienen la misma situación que la gente que ha gobernado la ciudad desde siempre.

¿No se ha atendido a las clases más desfavorecidas durante este mandato de Ahora Madrid?

Hemos hecho muchas cosas y hemos dado pasos muy importantes, pero han sido insuficientes. Madrid merece más y sus gentes merecen más. Me siento muy satisfecho de que haya 1000 millones de euros más en gasto social del que había en el mandato previo del PP, pero precisaba que esa cantidad hubiera sido mayor. Y había recursos para hacerlo. Pero hubo una rendición del Ayuntamiento de Madrid a unas políticas injustas impuestas por Montoro [ministro de Hacienda del PP]. Lógicamente si lo que tiene que imperar son las políticas de la derecha, tenemos que evitar presentarnos a las elecciones porque ya que gobiernen ellos con las políticas que sean oportunas. Cuando la izquierda accede a los gobiernos, tenemos que plantear que nuestras recetas y nuestras políticas no son las mismas.

¿La fragmentación de la izquierda (dividida en muchos de los territorios) juega a favor de la derecha que esta vez también concurre en tres partidos distintos?

Independientemente de lo que pueda hacer la derecha, que tiene una situación históricamente anómala por su división, la unidad popular me parece algo fundamental. Eso no quiere decir que seamos uniformes, la unidad popular quiere decir trabajar de manera conjunta por los objetivos que nos unen. Y cuando no se plantea esa unidad popular porque lo que se defienden son intereses pequeñitos, menores, particulares o personalistas, me parece lamentable. Significa no estar al servicio de la gente. Lo ideal, lo adecuado es que concurramos conjuntamente pero ese no es el único objetivo. Cuando el otro día hubo un desahucio especialmente doloroso en Argumosa tuvimos situaciones de muchísima tensión y estábamos al lado de gente a la que nos hemos encontrado defendiendo a otra gente desahuciada en otros lugares. Yo no sé donde militaban. Algunos sí porque estaban los compañeros de Podemos como Rafa Mayoral y Alberto Rodríguez de Canarias, pero había otras muchas personas anónimas que yo no sabía si eran de Podemos, de IU, del sindicato de inquilinos o de dónde, pero estábamos defendiendo lo mismo y yo quiero eso. Y como expresión de eso habrá unidad electoral.

¿Cree que cuando se le ha pedido que se retirara se han defendido los intereses particulares?

Cada uno tendrá que valorar por qué ha considerado que era más oportuno que no concurriera, para mí lo importante en todo caso es el futuro, y no el mío.

¿A qué atribuye la desmovilización de la izquierda

Hay una parte que tiene que ver con ser herramienta útil de la gente. Desde luego es mi percepción. Pero la gente tiene la percepción de que si gobernamos y no actuamos en consecuencia dejamos de ser atractivos. Y tiene una cierta lógica. Para hacer políticas socialdemócratas ya está el PSOE, y ahora también Más Madrid. Socialdemocracia hay a patadas, y lo que defendemos otros es una izquierda transformadora, que quiere decir que no tenemos que conformarnos con que hay determinadas situaciones que deban a perpetuarse en el tiempo. Yo no me conformo con que vaya a haber desigualdad en el futuro, no tiene por qué haberla; no me conformo con que tenga que haber explotación en los próximos años ni en la ciudad, ni en la comunidad ni en el conjunto del Estado; no me conformo con esperar al próximo crack financiero para que se vuelva a rescatar a la banca a costa de los intereses de la gente. Actuar diferente suele ser enfrentarse a las élites económicas y financieras, pero es que hay que hacerlo.

¿Saldrían perjudicados de cara a la opinión pública si yendo por separado no consiguen en Madrid ese 5% necesario de los votos y eso hace que la derecha vuelva a gobernar?

Tenemos la obligación de presentar nuestra alternativa política y en el caso de la Comunidad o la ciudad no somos una opción política similar a la que ha abandonado Ahora Madrid para montar Más Madrid. No somos lo mismo. Planteamos opciones políticas que tienen todo el sentido que estén representadas en el Ayuntamiento de Madrid con una candidatura aparte. Hacer esa caricaturización del voto útil que muchas veces ha ocurrido en la política española está completamente alejado de la realidad. Las políticas socialistas no son la solución para las clases populares de nuestro país ni de nuestra ciudad en concreto. Por eso tienen que haber otras políticas que defiendan los intereses generales desde la izquierda transformadora. ¿Qué ese tipo de situación puede producir por la ley electoral efectos no deseados? Puede ocurrir, pero por eso hay que intentar concurrir con cuanta más gente mejor. Pero eso en ningún caso puede ser óbice para traicionar las ideas o los programas que es lo fundamental.

¿Es Isabel Serra es una buena candidata?

A mí Isa Serra me merece todos los respetos y el cariño. La conozco, la conozco bastante y precisamente es una de las personas que desde el trabajo en los colectivos y en la defensa de los derechos a pie de calle ha demostrado claramente que le importan los de abajo. Por tanto, me parece una persona excelente. Ahora bien, los procesos de la elaboración de las listas electorales pienso que las organizaciones políticas los debemos someter a que sean elegidos por las bases, y precisamente por eso, el calendario y el planteamiento que lleva haciendo Izquierda Unida y otras organizaciones políticas de que haya primarias conjuntas pienso que es lo adecuado.

Esta semana hemos conocido las listas Manuela Carmena para concurrir a las elecciones.

Todo el respeto a los procesos de otra organización política, pero me ha sorprendido que no hubiera algún fichaje de renombre en cuanto a la capacidad de gestión de la ciudad de Madrid que parece que era la cuestión fundamental para conformar esa candidatura. También, tristeza de que las personas que configuran la misma hayan abandonado los principios que defendíamos en las plazas y en las calles del 15M, porque desde luego el proceso de elección en la candidatura ha sido lo más parecido a la vieja política.

¿Se puede criticar un proceso de primarias de otro partido después de lo que ha pasado en las de IU que le han hecho retirarse?

No me han hecho retirarme, me he retirado yo. ¿Qué tendrá que ver que haya decidido yo no presentarme con elementos de meritocracia desconocidos para el conjunto de la gente y con una lista en la cual el método de puntuación deja muy poco a las bases para elegir?

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