Cifuentes solo consigue reunir al PSOE para hablar de su pacto por la regeneración

La última iniciativa del Gobierno de Cifuentes para la regeneración democrática empieza mal. Todos los grupos, excepto los socialistas y los populares, han decidido plantar a la presidenta en la primera reunión, convocada para este miércoles en la Puerta del Sol. Ciudadanos esgrime que ya firmaron con el PP un acuerdo de investidura con una decena de puntos sobre este tema, y Podemos pide dos condiciones para sentarse a negociar: que el grupo popular vuelva a la comisión de corrupción y que la presidenta comparezca en el pleno por la polémica de las actas del Canal de Isabel II.

Pese al fracaso de la convocatoria, el Ejecutivo ha decidido mantener la reunión y pide a los grupos ausentes que reconsideren su postura. En la Puerta del Sol no concretan cuáles son las propuestas que se llevarán al encuentro con el PSOE, pero aseguran que están abiertos a “intercambiar ideas ”sin condicionamientos previos“ para que ”todos los partidos tengan el mismo criterio ante determinadas conductas“.

La idea de Cifuentes de liderar un pacto por la regeneración no ha sido bien recibida por la oposición después de que el PP saliera del foro parlamentario para investigar la corrupción en Madrid y haya intentado frenar la citación en ella de la presidenta agarrándose a que es ilegal, pese a que los servicios jurídicos de la Cámara lo desmienten. Cifuentes, además, anunció la iniciativa dos días después de que eldiario.es desvelara que el Gobierno tenía desde hacía meses el visto bueno de un juez para facilitar a la oposición las actas del Canal de Isabel II, unos documentos que les negaba sistemáticamente con el argumento de que esperaba esa resolución.

El PSOE no encuentra grandes esperanzas en lo que resulte del encuentro pero irá. “No deduzcan de que por el hecho de ir vamos a entrar en el asunto. Vamos a escuchar. Si lo que se nos dice responde a un proceso efectivo para regenerar, no nos quedaremos al margen”, aclara el portavoz socialista Ángel Gabilondo, que asegura que su grupo no va a ser “cómplice de una apariencia de pacto”.

La foto de esa primera reunión estará marcada por las ausencias, incluida la de los socios de investidura. El PP ya ha dado por rota su “relación especial” con Ciudadanos. Los de Aguado dan plantón a la presidenta porque “ese pacto ya está firmado”. “Lo firmamos con ella hace tres años. Y lo que tiene que hacer es cumplirlo. Sólo hay dos puntos de los diez que ha cumplido, por eso más que nuevas reuniones le pido a la presidenta regional que lo cumpla y verá que no hacen falta más anuncios y más titulares”, afirma el portavoz Ignacio Aguado. En este sentido, el PP defiende que es mejor abrirlo a todos para que no sea solo bilateral y que el hecho de que ya haya uno firmado “no excluye” un pacto. Cifuentes incluso llegó a decir que, si se mantenía así, era “papel mojado”.

Por su parte, Podemos considera que el “PP no está en condiciones para liderar un pacto por la regeneración”. El grupo pidió por escrito al Gobierno condiciones para asistir a la reunión, a las que no se ha accedido. El PP continúa fuera de la comisión de la Asamblea de Madrid que investiga la corrupción y la presidenta no ha comparecido para explicar por qué la Comunidad de Madrid extravió durante meses una providencia judicial que le daba vía libre para entregar a la oposición una documentación del caso Lezo que le estaba negando. “Que esto no sea un titular más, un fuego de artificio de la presidenta Cifuentes a costa del resto de grupos parlamentarios”, ha criticado la portavoz Lorena Ruiz-Huerta.

Proyectos estancados en la Asamblea

El Gobierno partirá de sus proyectos de ley de regeneración para liderar el pacto. Son dos textos que se encuentran bloqueados en la Asamblea de Madrid y que el PP da por hecho que no prosperarán en esta legislatura. Uno para reformar el estatuto de autonomía que permitiría limitar los mandatos y suprimir los aforamientos; otro, de “regeneración democrática” que haría incompatible ser alcalde y diputado.

La primera reforma requiere del apoyo de dos tercios de la cámara y “no salen los números”, según fuentes del grupo popular, que responsabilizan al PSOE de no querer sentarse a hablar. Este proyecto de ley, aprobado en mayo por el Gobierno, está enmendado a la totalidad por los socialistas y por Podemos pero esas enmiendas no se han debatido en pleno porque ningún grupo lo ha propuesto, de manera que la tramitación está estancada. El PP admite no lo hará hasta que no tenga “certeza” de que puede salir adelante por contar con los apoyos suficientes. En este caso no les vale con los 17 diputados de Ciudadanos.