Varios vigilantes de una empresa de seguridad privada que trabaja en Metro de Madrid se organizan para identificar y agredir a grafiteros, personas sintecho y con drogadicciones, según informa este miércoles la Cadena SER, que ha tenido acceso a las denuncias. Los trabajadores organizan redadas y patrullas de vigilancia, a pesar de que su objetivo real es que los grafiteros no se cuelen en las instalaciones de Metro y pinten los trenes.
La Policía Nacional está investigando los abusos, según informa la Cadena SER, que también proporciona algunas imágenes de estas agresiones. De momento han identificado a cinco víctimas en los últimos años. También se han recibido denuncias de algunos compañeros de los agresores que corroboran intimidaciones y agresiones en las que fotografían documentos personales, interrogan a las personas a las que retienen antes de que lleguen los agentes policiales y agreden a jóvenes —algunos menores de edad— fuera de las instalaciones del Metro.
La Policía investiga a los trabajadores de la empresa privada por exceder sus funciones identificando a personas y, en algunos casos, agrediéndolas. En realidad, los vigilantes deberían avisar de la presencia de grafiteros a la seguridad de Metro, que a su vez deberá comunicárselo a la Policía Nacional para que actúe.
Las denuncias señalan a dos inspectores el turno de noche, pero se investiga a más vigilantes. Algunas agresiones han sido grabadas por ellos mismos, como la retención de una persona sin hogar a la que le propinan patadas en un parque o la de dos jóvenes menores de edad a los que también identifican y a uno de los cuales le amenazan con darle una bofetada al descubrir que tiene un tren tatuado.
La empresa para la que trabajan los investigados es SEGURISA y los denunciantes aseguran que está al tanto de los hechos. La Cadena SER ha tratado de contactar con esta empresa pero de momento no ha obtenido respuestas.