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Almeida, sobre las talas en Madrid: “No hay árboles de izquierda y árboles de derecha”

Carmen Moraga

Madrid —
15 de enero de 2024 14:59 h

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La polémica por las masivas talas de árboles que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Madrid en diversos distritos de la capital para acometer las obras de ampliación del metro, la remodelación de plazas o párking privatizados, no cesa. El pasado día 12 de este mes, la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, enviaba una carta al alcalde José Luis Martínez-Almeida en la que le pedía que paralizara ese 'arboricidio' en la capital, dado que a juicio de su departamento, “quebranta el patrimonio natural de la ciudad y socava el bienestar de los ciudadanos”. Ribera le conminaba a que se replanteara esas políticas “conforme a los principios de preservación y restablecimiento de los ecosistemas y la biodiversidad, como establecen los ejes prioritarios del Pacto Verde Europeo”.

Este lunes, Almeida le replicaba muy enfadado: “Lamento la espiral de confrontación de la vicepresidenta Ribera con el Ayuntamiento”. “No entiendo ni la carta ni el tono de la misma”, reconocía el regidor en declaraciones realizadas tras visitar dos promociones de EMVS de pisos de “alquileres asequibles” que serán entregados en breve. Allí anunció que este mismo lunes iba a enviar a la ministra otra carta de respuesta en la que le comunicará “a partir de ahora cualquier tala que vaya a llevar a cabo el Gobierno de España en Madrid”. “No hay árboles de izquierda y árboles de derecha” , sentenciaba el alcalde, insistiendo en una idea que lleva repitiendo a lo largo de estos meses: que los partidos de izquierdas solo critican que se talen árboles cuando lo hace el Ayuntamiento y no cuando lo decreta el Gobierno de la nación, como ha ocurrido en la estación de Atocha.

“El Gobierno de Sánchez taló 1.500 árboles la pasada legislatura y a Ribera le pareció fantástico”, ha recordado Almeida, recalcando que “por cuarto año consecutivo, la ONU ha declarado a Madrid ciudad arbórea del mundo”. “En España se ejecutan obras que afectan al arbolado en todas las ciudades y comunidades. Me gustaría saber si Ribera ha mandado más cartas a estas ciudades o comunidades. A mí me da que no”, ha añadido, irónico, lamentando a continuación que “Madrid siempre esté en el punto de mira del Gobierno”. Sin embargo, la cuestión de las talas de árboles urbanos ya hizo que Teresa Ribera enviara una carta a todas la comunidades autónomas ya que, según afirmó, “la protección normativa local del arbolado urbano es aún insuficiente” porque hay muchas localidades donde esta protección “es inexistente” al no haberse desarrollado las ordenanzas necesarias.

La idea de la ministra era crear un grupo entre las comunidades, los ayuntamientos y el ministerio del que salieran una directrices generales que orientaran la conservación de los árboles en la ciudad. En las antípodas de esta preocupación, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, consideró que con ello se creaba una “polémica absurda” a cuenta de la tala de árboles en la ciudad, olvidando que la Comunidad de Madrid (competente en la protección del arbolado) es la promotora de la corta de centenares de ejemplares al modificar el proyecto inicial para ampliar la línea 11 del metro.

El alcalde ha adelantado que el Ayuntamiento va “a plantar 500.000 árboles esta legislatura”, como respuesta a la observación de la ministra que en su carta también le recuerda que la ley autonómica prohíbe la tala de cualquier ejemplar de “especie arbórea con más de diez años de antigüedad o veinte centímetros de diámetro de tronco al nivel del suelo que se ubiquen en suelo urbano”. Cuando se vea necesariamente afectado, establece la ley, “se procederá a su trasplante”. “Ya plantamos 200.000 la pasada y tenemos los mejores datos de calidad del aire de nuestra historia”, se ha jactado Almeida.

La contestación popular a su política, sin embargo, está siendo muy fuerte. Este domingo, tuvo lugar en una gran concentración contra la tala de árboles que prepara el Ayuntamiento en la céntrica plaza de Santa Ana. Cientos de personas –unas 500, según la organización– se manifestaron frente al Teatro Español contra la desaparición de 28 árboles y el traslado de otros 19, aunque el momento culmen de la jornada tuvo una gran protagonista: la actriz Marisa Paredes. “Se va a convertir en una triste explanada de granito, terrazas y aparcamientos”, sentenció la protagonista de La flor de mi secreto al leer un contundente manifiesto.