El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha sacado pecho este lunes por sus primeros tres meses de gobierno, cien días con mayoría absoluta en los que asegura que ya se han ejecutado o puesto en marcha 50 primeras medidas con las que se comprometió en la campaña. En un lugar destacado de la lista figura la reforma de las normas urbanísticas, que había quedado bloqueadas durante la legislatura anterior ante la negativa de Vox a apoyarla, y que fue aprobada en el primer Pleno municipal celebrado tras la vacaciones de verano.
Los tres grupos de la oposición que hay ahora en Cibeles, Más Madrid, PSOE y Vox, sin embargo, han bajado los humos al alcalde y han coincidido en señalar que este primer trimestre ha sido un tiempo “desaprovechado” y “perdido” por Almeida. Tanto Más Madrid como el PSOE han criticado que el alcalde no haya tenido aún la deferencia de reunirse con los vecinos para escuchar sus demandas, especialmente con los que se están viendo afectados por la talas de miles de árboles en sus barrios, mientras se vuelca en ejercer de nuevo de portavoz nacional del PP para criticar a Pedro Sánchez.
En el acto de presentación de documento, al que no han faltado ninguno de los 28 concejales del PP –29, con él– , el regidor ha apuntado algunas de ese medio centenar de medidas, que de momento son tan solo incipientes proyectos, como el soterramiento de la M-30 junto al puente de Ventas, y el del tramo norte de Castellana, sobre el que simplemente dicen que “se está trabajando”; o la puesta en marcha de las patrullas antigrafitis que aún no están en funcionamiento pero que el regidor asegura que lo harán esta misma semana.
Otro de sus grandes compromisos fue la vivienda para poner en el mercado 12.000 pisos en el mercado a precios “asequibles” para los jóvenes. Sobre eso en el documento se anuncia que “se ha comenzado” la construcción de la promoción de vivienda pública Cañaveral 13, que cuenta con 164 viviendas en el ecobarrio de Puente de Vallecas“. También se asegura que el área de Coordinación General de la Alcaldía ”continúa impulsando“ la candidatura de Madrid para acoger la sede de la Agencia Europea de Lucha contra el Blanqueo de Capitales y la Financiación del Terrorismo (AMLA)”.
Plantar medio millón de árboles
Más Madrid y el PSOE han incidido en señalar que el alcalde madrileño podría haber aprovechado el arranque de su mandato para “atender a la voz de los vecinos” y sentarse a hablar con ellos para abordar sus problemas, entre ellos, la polémica y masiva tala de árboles. Durante los cuatro años de la anterior legislatura Madrid perdió 78.000 árboles, que su gobierno prometió revertir plantando hasta 500.000 nuevos ejemplares en zonas verdes, parques e interbloques.
La socialista Reyes Maroto ha destacado también que Almeida en sus primeros años de mandato ha sido “incapaz” de dar una solución a los afectados del Plan 18.000 de vivienda, que siguen siendo “los grandes olvidados de este Gobierno”. Y el portavoz adjunto de Más Madrid, Eduardo Rubiño, ha criticado a su vez “la desidia, el abandono y el maltrato” que ha dispensado a los barrios más desfavorecidos“, en especial a los del sureste. Además ha afeado a Almeida que no se haya preocupado de atender a las familias en el inicio del curso escolar ”en un momento especialmente vulnerable para muchas de ellas que tienen que hacerse cargo de gastos extra“, ha lamentado. ”Tampoco ha estado al lado de gente que lo está pasando muy mal con la subida meteórica que están teniendo las hipotecas, cuando un Ayuntamiento tiene capacidad y recursos para acompañar en esa situación“, ha abundado. Rubiño ha sumado a todo esto que no haya tomado ”ni una sola medida para abordar de verdad el problema de los alquileres“ que suponen un grave problema para los jóvenes.
Según han lamentado los dos portavoces de la izquierda, el alcalde en cambio ha preferido volcarse en criticar al Gobierno central, “en ser la voz del Partido Popular” contra Pedro Sánchez.
Incluso el representante de Vox, Javier Ortega Smith, que antaño fue su socio, ha cargado contra Almeida y ha destacado que pese a lo que vende en estos tres meses, “no ha solucionado los cuatro grandes problemas” que a su juicio tiene Madrid: “la limpieza”, dado que ve que “Madrid sigue igual de sucio que antes”; “la seguridad” por el aumento de la delincuencia y de la okupación; “los impuestos”, que se comprometió en bajar, y “la libertad en la movilidad”, con las restricciones de Madrid Central.